SIGUEN LLEGANDO LOS "EMBAJADORES" DEL ARTE A MIAMI

jueves, 29 de noviembre de 2012


SIGUEN LLEGANDO LOS "EMBAJADORES" DEL ARTE A MIAMI
(11-21-12-4:50PM)
Por José M. Izquierdo
Un conocido comediante cubano nombrado “Antolín, El Pichón” llegó a Miami. Dentro del tumulto de artistas de la isla que llegan a esta ciudad, Antolín es uno más del montón. Pero lo interesante de los artistas del ICRT, (Instituto Cubano de Radio y Televisión) que vienen de la isla esclava a presentarse en Miami, es que ya no son esperados por grupos de cubanos manifestando el rechazo a esta vergonzosa práctica. Ya, son parte del paisaje miamense. Antolín es un ejemplo, fue esperado con flores, lo recogieron en limosina, lo llevaron a una conocida estación de TV, y fue presentado como una súper estrella. Una práctica que bochornosamente, se ha convertido en costumbre. 
Aceptar sin condiciones o reciprocidad de oportunidades, que artistas y delegaciones de artistas de la isla se presenten sin restricción y condiciones en teatros y centros nocturnos de Miami, es permitir al régimen castrista que meta sus narices en nuestra casa, en nuestras vidas, imponiéndole a los cubanos exiliados financiar su fracasada “Revolución”.
Para algunos cubanos esto no tiene importancia, aseguran que estos “artistas”(en la foto: Antolín "El Pichón") no le hacen daño a nadie con sus actuaciones. Pero en buen cubano quiere decir, que el adoctrinamiento  incubado en la conciencia de los cubanos formados bajo la educación “Revolucionaria”, es efectivo, creando un estado permanente de sumisión y obediencia de los cubanos a ese régimen, donde quiera que se encuentren.
Antolín, igual que todos los artistas que vienen a diario de la isla, son artistas simpáticos y hábiles, se burlan de la penosa situación por la que atraviesa nuestra patria. Juegan hábilmente el juego del “gato y el ratón”, critican la situación de miserias y penurias que existe en la isla. Pero él, igual que los demás, saben muy bien “bañarse y guardar la ropa”, saben muy bien “jugar con la cadena sin tocar al Perro”, garantizando así un futuro regreso a Miami, que les permita obtener los dólares que buscan y tanto necesita el régimen.
Este estándar de doble moral es típico y quizás necesario en la isla, pero repulsivo y condenable en el exilio. Podemos entender al ser humano que necesita buscarse el sustento, salir adelante con su arte, llevarle una pacotilla a su familia. Pero debemos estar claros y conscientes que estas ya tradicionales y frecuentes visitas de artistas cubanos a Miami, no son ningún contacto de pueblo a pueblo y mucho menos, podemos considerarlos como intercambios culturales. Esto ante todo es negocio, (dinero), politiquería, estrategia para dividir y penetrar al exilio.
Lo inaceptable, es que los cubanos que cruzan la frontera o el estrecho de la Florida en precarias embarcación, que arriesgan sus vidas y la de sus familias, pagan enormes sumas de dinero y se arriesgas a ser condenados por  esa práctica para salir de la isla esclava. Esos cubanos que cuando llegan a estas tierras se apresuran a pedir legalización migratoria acogiéndose a la “Ley de ajuste cubano”, “pies secos y pies mojados” o, piden asilo político. Cubanos que disfrutan de concesiones y privilegios de las leyes de inmigración, porque en Cuba existe una dictadura totalitaria, son los mismos que hacen quórum, pagan y aplauden a estos artistas embajadores, mercaderes e instrumentos, que sirven con sus actos incondicionales a los interés políticos del régimen castrista que tiraniza Cuba.