CARTA A MARINO RIVERO

sábado, 17 de noviembre de 2012


CARTA A MARINO RIVERO
(11-15-12-4:45PM)

Noviembre 15, 2012
Al: Coronel en retiro Marino Rivero
Del: Ex Teniente Coronel Máximo Omar Ruiz Matoses
 (foto a la izquierda)
Debo presentarme. Yo soy el ex teniente Coronel Omar Ruiz Matoses, preso político condenado a 20 años de prisión por enfrentar a la tiranía desde sus propias filas y al cual le fue denegado el refugio político por los funcionarios de la SINA en la Habana.
Hoy gracias a la solidaridad de España puedo residir en este país.
Supe de su situación hace una semana e inmediatamente, estableciendo una comparación entre su caso y el mío, me surgieron algunas interrogantes, entre ellas, poder entender cómo logró entrar y residir usted y su esposa en ese gran país.
Pero el motivo que me decidiera a escribirle no es sobre este particular que pone muy en duda a los servicios de extranjería estadounidenses que inmisericordemente excluyen a los que de veras necesitan refugio en EEUU.
Por más que lo analizo no puedo explicarme cómo permiten la entrada a personas que han servido en esa institución represiva y haberse retirado con todas las prebendas que le otorga el sistema a los que fueron fieles hasta el final sin haberlo tocado ni con el pétalo de una rosa. Sin haber sido expulsado de los servicios armados por actitud contestataria al comunismo, sin haber estado preso, degradado o cualquier otro “delito” que el régimen acostumbra a empaquetar para reprimir impunemente a los militares que se le enfrentan.
En estas prebendas de que hablo se incluye un buen retiro, algunas decenas de litros del escaso combustible para automóviles del cual carecen la mayoría de los cubanos todos los meses y otras gratuidades.
Leyendo algunos de sus argumentos en El Nuevo Herald me sorprende leer sus afirmaciones de que: “no se permiten abusos en las prisiones”, de que existe un “celo riguroso para cumplir las leyes contra la tortura”, “el cuidado médico está garantizado”, “los funcionarios de prisiones están formados en el respeto a la integridad física y moral de los reclusos,” “los fiscales aseguran la protección y la promoción de los derechos de todos los internos”.
Esa afirmación suya es una falta de respeto a todos los cubanos que han pasado por las prisiones del régimen desde el 59 hasta la fecha sea común o político. Decir que el cuidado médico está garantizado es una total falacia y le pondré solo un ejemplo personal para no hablar ya de casos en que los han dejado morir como ocurrió con Pedro Luis Boitel u Orlando Zapata Tamayo y hasta el propio General Abrantes.
Poco antes de la visita del Santo Padre a Cuba (Juan Pablo ll) se me reventó una ulcera producida por la mala alimentación de la prisión donde estuve y por las pésimas condiciones higiénicas, así como el estrés que produce estar encerrado por años en solitario y tapiado. No me llevaron al hospital hasta después de 24 horas, con un suero puesto, sin ningún otro tratamiento, defecando sangre. Y todo por la sencilla razón que el mando superior no autorizaba mi salida de la prisión donde estaba recluido (Área especial de Guanajay) por no estar listas dos perseguidoras para escoltarme hasta el hospital nacional de reclusos en el Combinado del Este a pesar de que ya existía la ambulancia que me llevaría y que mi estado era tal que difícilmente podía siquiera pensar en una evasión.
Antes de finalizar le recuerdo que la selección de los funcionarios que integran las filas de Cárceles y Prisiones es pésima por cuanto el nivel de escolaridad es el más bajo de los llamados por el SMG y muchos de los cuales, no aprueban los test psicométricos y otras pruebas de capacidad mental admitiéndose de todas formas por la carencia de personal y los pocos deseos que tiene nuestra juventud de ingresar en las filas de los cuerpos armados cubanos.
¿Y qué me dice de los fiscales? Sería necesario escribir una enciclopedia sobre el abuso que cometen diariamente estos falsos predicadores de la justicia y que lamentablemente algunos, estoy seguro, viven en países democráticos incluyendo los EEUU.
Hay muchos otros compatriotas en el exilio o en Cuba que han pasado situaciones similares a la mía. Por ello felicito a los periodistas que desempolvaron este bochornoso caso y a los medios masivos de difusión que lo sacaron a la palestra pública. Sin caer en “cacería de brujas” es muy saludable que estas cosas sucedan para que nuestros compañeros de armas, tanto de las FAR como del MININT, se abstengan de participar en las violaciones a los derechos humanos y reflexionen que más temprano que tarde todo se sabrá como ha ocurrido con usted.
Pero el verdadero escarnio no está en usted que siendo lo que fue se aprovechó de la situación. La verdadera ofensa, humillación, menosprecio y burla es la cometida por los burócratas funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos que le han negado como hicieron conmigo y a incontables militares compañeros de infortunio el refugio que se merecían. No estoy hablando ya de verdugos y carceleros como usted, estoy hablando de oficiales que cumplieron largos años de prisión por enfrentar la tiranía. Estoy hablando de hombres dignos, de oficiales pundonorosos a los que se encarcelo injustamente por criticar abiertamente y sin reparo al régimen que oprime a nuestro pueblo.
Como estoy seguro que esta carta probablemente la lea alguien también en la SINA de La Habana y para que quede constancia de lo ocurrido por la incapacidad o mala fe de algunos funcionarios que han cometido esta arbitrariedad enumero algunos de los varios ejemplos de ex militares a los cuales se les ha denegado el refugio político.
- Teniente Coronel Alfredo Lima Pérez. Ex piloto del Regimiento Ejecutivo del Presidente 10 años de prisión. Denegado
- Capitán Armando de Jesús Medel Martín, DIM 20 años de prisión. Denegado.
- Primer Teniente Augusto Cesar San Martín, CI MININT 12 años de prisión. Denegado
- Mayor Pedro Riera Escalante, Inteligencia del MININT 2 años de prisión. Denegado
Coronel, no quiero terminar sin recordarle lo que hace siglos escribió Plutarco. “La omisión de lo debido no es menos reprensible que la comisión de lo indebido”.
solo he querido ser consecuente con mi principio de que es preferible encender una luz que maldecir la oscuridad.
Firmado: Ex.Tte. Coronel Máximo Omar Ruiz Matoses- Madrid, España
(Publicado por "Cubaencuentro")