PUNTOYSEGUIDO

viernes, 20 de julio de 2012


DE LOS ARCHIVOS DE NUEVO ACCIÓN
(7-17-12-9:10AM)
PUNTOYSEGUIDO
Del Director
Nada es tan peligroso para un combatiente o un dirigente, que el dejarse llevar por su propia propaganda. Comprendamos que nuestra mejor arma para el triunfo es el conocer la verdadera fuerza con que contamos. Es doloroso decirlo, pero con llamadas telefónicas al exterior y con proyectos muy bien  pensados y elaborados, pero desprovistos de apoyo popular no se va a derribar la tiranía. Para derribar un gobierno, o para intentar la conquista del Estado, o para salirse de una situación de opresión, hay que quemar etapas e ir avanzando a etapas superiores de lucha. Y eso es lo que se necesita en Cuba. En política hay que ir de menor a mayor. Y lo que hoy constituye una victoria y una hazaña, se puede convertir con el tiempo en una ridiculez. El apoyo popular se va alcanzando con actos de calle, cada día más atrevidos. Hay que ir pulseando con el adversario, para ver hasta donde se puede llegar y siempre hay que intentar dar un paso adelante, cuando se avanza un poco. Eso se llama gimnasia revolucionaria y si queremos avanzar, hay que ponerla en práctica. Lo que ayer fue un heroismo,  hoy corre el peligro de convertirse en una rutina, que al final va a favorecer al gobierno. Si con la resistencia inactiva que ahora se practica dentro de Cuba, no se logra ganar mas espacio, ni se le hace daño a los opresores, habrá que ir pensando muy seriamente, en otras tácticas de lucha. Otros grupos más decididos han de quitarle la iniciativa a los actuales disidentes. Tarde o temprano surgirán los cabezas calientes que comiencen a practicar la resistencia violenta. Cuando se ha esperado demasiado por adelantos en una táctica que lleva años estancada y no gana ni calle, ni apoyo popular, resulta inevitable la aparición de  resistentes de otro signo. El cubano sabe y si no lo sabe lo va a aprender muy pronto, que la mejor táctica de hacerle daño al régimen, es la picada individual del "mosquito solitario", del comando  unicelular, del que no comparte su secreto con nadie, pero que sale a la calle a destruir todo lo que sea del gobierno. No se necesitan armas caras ni sofisticadas. Se pueden realizar muchos sabotajes con elementos de uso diario.Nada más efectivo que un simple palillo de diente metido en la cerradura de los carros de los "pinchos" o "mayimbes" y despues partirlo, dejándole un pedazo dentro inutilza  el cierre y hay que llamar a un cerrajero. Una  cadena tirada en una línea de alto voltaje, crea un apagón, que trae protestas y produce malestar. Un simple puñado de grampas de cerca, con una de las patas jorobada y tirada cerca de los vehículos de los turistas, ponchan los carros de los privilegiados que disfrutan del apartheid  y los omnibus de "Gaviota". Eso se hizo una vez y se volverá a hacer si la resistencia ghandiana sigue estática. Nada estará perdido mientras la patria arda secretamente en algunos cerebros atrevidos. Y yo me niego a aceptar que en el Archipiélago no haya unos cuantos cerebros atrevidos y  sé que esa llamita escondida, resurgirá en cualquier momento. Lo veremos más temprano que tarde. Que nadie lo dude. (Publicado en la edición del miércoles 25 de julio del 2007)NOTA ADICIONAL: Tal pareciera, que por mucho que se sople la llamita no acaba de prender-7-17-12.