LA TUMBA DEL COMUNISMO

martes, 21 de febrero de 2012


LA TUMBA DEL COMUNISMO
(2-15-12-5:00PM)
Por Atilio García Mellid-**
Para enfrentar con éxito al comunismo, para lograr la adehesión de las masas a una política que lo paralice, es preciso definir en que consiste y cuales son las metas de ese auténtico anticomunismo. Los pueblos están prevenidos contra aquellos que cuelgan  la etiqueta de "comunista" a cuantos intentan remover el privilegio y la explotación que caracterizan al liberalismo económico. Más benefico al marxismo la oposición de los reaccionarios que sus propios méritos, que no son sino dolorosos espejismos.
La primera exigencia del anticomunismo es la de ser profundamente social. No debe de dejar dudas sobre la solidaridad humana y el amor entrañable que lo animan. Es esencial que se advierta que no lucha por quedarse atrás, sino por un programa de vida y perfección que va mucho más allá del comunismo.
La democracia rezagada, los usufructuarios del capitalismo abusivo, los manipuladores de abstracciones políticas, los que proponen al materialismo acabado del marxismo un tenue materialismo socialista, gestionan y favorecen el progreso del comunismo. Nada más nefasta que doctrinas y métodos insuficientes. Al comunismo hay que agarrarlo por el cuello y meterlo en la sepultura. Pero para ello es necesario estar armado de una tremenda fe, un coraje y un amor tan inmenso que a sus embates sucumban por igual el odio de los comunistas y la falsa tolerancia de los liberales. Debe quedar establecido que la oposición al comunismo no es porque destruye las estructuras de una sociedad que otorga un mínimo de libertad al hombre, sino porque las acoraza, cancelando los pocos derechos que en ella sobrevivían.
Los regímenes comunistas encadenan al hombre, remiten su esfera moral a la zona de los idealismos que condenan y cuya anulación practican. Suyo es le reino de la uniformidad, sin aliciente ni voluntad creadora. En un clima autoritario la personalidad humana se disuelve, se reviste de la costra primitiva de una existencia animal.
Hoy vivimos las últmas etapas de un ciclo histórico agotado. La angustia contemporánea es producto de una época sin fe. Sin fe en los principios heredados, y sin haber hallado todavía el hilo milagroso de algo en que creer.
Es falso que nuestro dilema se reduzca a dos ideologías irreconciliables:liberalismo capitalista o materialismo comunista. En tanto se presente al hombre esta opción desesperada, nada nos inclina a suponer que será el capitalismo el beneficiado. Su aplicación no ofrece novedades, igual que una película aburrida. Biológica e históricamente, es un fenómeno periclitado.
Anticomunismo, como anticapitalismo mueren de la negación. Deben ser otra cosa. Están obligados a ofrecer otra alternativa, aunque requiera profundas modificaciones estructurales.  para ellos no hay otro camino que el del bien común, buscar el bienestar del pueblo, sin su participación, no hay verdadera política, sociedad o Estado. "Todo aquello que el pueblo no ha hecho, se ha quedado sin hacer", dijo Ortega y Gasset. Por eso el comunismo es, está condenado a ser, antiprogresista y antirrevolucionario. No es sino la última manipulación disolvente da una herencia materialista.
**-Atilio García Mellid. Profesor y periodista argentino. Entre sus obras figuran: "Montoneros y caudillos", "Proceso al liberalismo argentino", "La Constitución cristiana de los Estados" y "Revolución nacional o comunismo". En este último publicado en Buenos Aires en 1967, predijo la desaparición del comunismo como resultado de sus contradicciones internas. De él hemos extraído este ensayo.