DEL PACIFISMO OPOSITOR A LA VIOLENCIA CALLEJERA
viernes, 4 de noviembre de 2011
DEL PACIFISMO OPOSITOR A LA
VIOLENCIA CALLEJERA
(11-1-11-5:10PM)
Por Héctor Julio Cedeño Negrín-Periodista Independiente de
Cuba.
Cada día se puede constatar, el incremento de la violencia,
contra los pacíficos opositores cubanos. Y en cada análisis, podemos concluir,
que el régimen imperante en
Cuba, no es una simple
dictadura. Sino que vivimos sojuzgados, por una tenebrosa tiranía militar, con
claros rasgos fascistas. De hecho, su ideólogo estrella y artífice fundamental,
copió frases y llevó a la práctica, ideas propias de Adolfo Hitler.
Los pacifistas norteamericanos, tanto negros
como indios, luchaban por el
respeto de sus derechos civiles y contra las leyes discriminatorias que les
postergaban. Pero la esencia, de la sociedad norteamericana, ha sido siempre
democrática y su constitución política, una de las más avanzadas de la historia.
Solo exige periódicamente, la adecuación a los tiempos cambiantes o sea, su
modernización.
Las luchas de Mahatma Gandhi, también lo fueron contra la
segregación étnica y el colonialismo inglés, pero el pensamiento liberal y el
carácter flemático y tolerante, propagado por los británicos, les hizo
flexibles y comprensivos, ante las lógicas demandas, de sus tributarios.
Los cubanos, por el contrario, provenimos
del estamento latinista, el
carácter sanguíneo, explosivo, el empecinamiento gallego, el caudillismo romano,
pero sobre todo, la intolerancia más absoluta. Esto nos hace diametralmente
diferentes, a los negros y los indios norteamericanos, a los hindúes y a los
ingleses.
La lucha pacífica, no ha conseguido cristalizar en
Cuba. Y no funciona, de
la misma manera que funcionó, en los Estados Unidos y en otros países. Los
cuerpos represivos cubanos, no responden a la misma lógica que en otros lugares,
y si usted, es un opositor pacífico y no se resiste ante la represión, ellos de
todas formas le atropellan y le aplican todo el rigor y la fuerza. Porque les
encanta humillar y abusar del adversario, cuando se sienten fuertes, aunque se
muestran cobardes, cuando están en minoría.
Eso lo vimos ya, en los últimos años de la tiranía batistiana,
donde los esbirros mataban por matar y un muerto no significaba nada. Los
nombres de aquellos esbirros de ayer, los recuerdo habitualmente,
como advertencia a los esbirros
de hoy. Para que conozcan el final que tuvieron, al terminar la tiranía
batistiana. Aunque sin justificar los excesos, de la naciente, tiranía castrista,
que juzgó sin garantías a sus prisioneros y asesinó a muchos inocentes,
incluidos, combatientes revolucionarios.
En las
luchas, de la oposición cubana, está surgiendo un sentimiento diferente al
pacifismo; devolver el golpe, responder a la agresión. Cuando nos reunimos y
exponemos los incidentes, en los que hemos participado, cada vez son más las
personas, que se muestran reacias a permitir las golpizas y los maltratos,
impunemente.
Por ello, la lucha pacífica de los cubanos, está al borde
de trasformarse, en violentas, batallas callejeras. En
Cuba, nadie le tira piedras a
la policía, pero en cualquier momento los segurosos, comienzan a recibir
pedradas. Y no vale para nada, que la Asamblea Nacional se reúna y sancione
una ley, donde se considere, que apedrear a un seguroso es un crimen. Las
piedras, pueden ser consideradas,
como
armas defensivas, sobre todo si se aplica, por parte de los represores, la
violencia. Pero además, ¿Quiénes son los segurosos y quien les confirió, ese
derecho, de regular nuestra libertad? Las autoridades de un país, son los Jueces
y a los policías, se les considera, “Agentes de la Autoridad”, porque están
investidos para hacer cumplir la ley.
Pero quienes son los segurosos, porque ellos no se consideran
agentes, ellos dicen ser Oficiales. Pero Oficiales de que, si no son policías,
no son agentes de la autoridad. Por lo tanto yo, personalmente considero, que no
tengo que acatar, lo que digan ellos y por ende, no les muestro, mis documentos,
no los recibo en mi casa, ni acato ninguna disposición emitida por los
susodichos, segurosos. Todo lo que logren de mi, tienen que imponérmelo,
mientras estén en condiciones de poder hacerlo y sobre todo, cuando estén, en
abrumadora mayoría.
¿Como pueden demandar, autoridad y respeto, individuos
capaces de golpear, a mujeres indefensas. Quienes son capaces de inyectarlas,
con sustancias peligrosamente tóxicas. Los que son capaces, de morderlas y
arañarlas, hasta sacarles la sangre e incluso, capaces de provocarles la muerte,
de manera ladina, como
hicieron con Laura Pollán Toledo?
Yo no soy el ideólogo de la oposición, ni pretendo ser un
líder, pero si comparto habitualmente, con un numeroso grupo de contestatarios
pacíficos. Cada día se hace más creible, el desarrollo de un escenario de
violencia, dentro de
Cuba. A ese contexto va aproximando, el General Presidente, la República. Su
acción desenfrenada e imprudente y sus dictamines de utilizar la fuerza bruta,
son de su personal responsabilidad, al impartir las ordenes, a los esbirros de
la Seguridad del Estado.
Un conocido hermano
del exilio, el experimentado
político, periodista y poeta, Alfredo Cepero, analiza el tema acertadamente.
Nosotros, desde aquí, observamos la certidumbre de lo expuesto. Las condiciones
están siendo creadas. En esta situación, la más perjudicada será, la dictadura y
el General estrellado, sentirá, como se le escapa el poder, de entre sus manos.
Recuerde General, el caso de Kadafi, ese fantasma que no le
permitirá dormir, sosegadamente. Es lo más cercano que veo para su futuro de
obcecación y terquedad. Sea positivamente oportuno, váyase ahora, que aun le
queda tiempo. Déjele el mondongo, a cualquier otro.
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