LA
HISTORIA EN LA MEMORIA
(7-22-11-5:1OPM)
LOS REPUBLICANOS
ESPAÑOLES EN CUBA
Por Juan Cuellar
Hay libros que llegan y te toman del brazo como un padre amoroso que protege los
pasos de un hijo. Libros que te hacen soñar, llorar y reir. Libros que acarician
el alma y te marcan el caracter y te azotan la conciencia. Libros que como los
rayos del sol, nos separan de las tinieblas y como a las plantas nos hacen
crecer. Pero hay libros que llegan como luces muertas de enormes huecos negros
que lo traga todo, hasta la luz.
El libro "El Exilio Republicano Español en Cuba" del cubano Jorge Domingo
Cuadriello es uno de esos libros. No tanto por la luz muerta que destellan sus
páginas en la falsa narrativa, más bien, con la luz que un día emanaran los
astros el día de su muerte para convertirse en esos temibles huecos negros
devoradores que sembraron y abonaron la semilla de las tinieblas que ya
comenzaba a empozarse en el cielo insular del anti-imperialismo que muy bien
supieron fomentar los republicaNos españoles. Hay libros que cumplen una misión
que el autor no persigue o siquiera imaginaba. El libro de Cuadrielo es un
ejemplo de ello. Su libro debe estar en cada biblioteca, cada centro de estudios,
cada hogar y cada lugar donde se quiera conocer la esencia del desastre que le
tocó a Cuba sortearse en la intelectualidad de la Cuba de la Tercera Década (con
mayúscula) de su república. Un libro bibliográfico que demuestra, contrario a la
intención del autor, la penetración comunista en cada segmento de influencia en
la sociedad cubana.
Tomaré de sus páginas las pruebas concretas de la abundancia de datos que ofrece
Cuadriello para demostrar, por encima de cualquier duda, las intenciones y el
papel que estos hombre de la cultura roja sembraron a todo lo largo y ancho de
nuestra república para llevarla al abismo en donde hoy se encuentra. Sus
aspiraciones y fundamentos para llevarla al matadero de su historia. Hombres de
letras, de historia, de versos, de teatros, de medicinas, de archivos, de
arquitecturas, de conferencias, del periodismo, de profesores, en fin, toda una
amalgama reunidos y agrupados en una guerra sin cuartel para imponer su
ideología en su país y cualquiera de los países que lo acogieron con los brazos
abiertos. El exilio Republicano Español en Cuba es un ejemplo del costo que pagó
nuestra república al recibir a los falsos Republicanos Españoles. Su república
no era otra cosa que el totalitarismo que trataron de implantar en la España de
la cual huyeron.
Los
Republicanos Españoles en Cuba: ¿Por quién doblan las Campanas?
Un
reporte de 125 páginas acerca de las actividades de
Ernest Miller Hemingway en los
archivos del FBI revelan al famoso escritor como un agente de los servicios de
espionaje del FBI en Cuba,
muy ligado a los republicanos españoles en su lucha por penetrar los círculos de
la Falange y al curso terrible que había de tomar los destinos de Cuba. El
reporte narra la amistad entre el escritor norteamericano Hemingway y el
embajador de los Estados Unidos en Cuba, Spruille Braden que dio inicio a la
idea de Hemingway de crear una red de espionaje para vigilar las costas de Cuba
en busca de submarinos alemanes durante la guerra: "Su experiencia en la Guerra
Civil Española, sus amistades con los españoles republicanos exiliados en Cuba y
su larga experiencia en la isla lo colocan en una posición útil a nuestros
servicios de inteligencia" decía el Embajador Braden a finales de agosto de 1942
en el reporte.
Hemingway,
quien verbalmente manifestaba su animadversión por el FBI, a quienes los tildaba
de "gestapos" tenía una gran influencia en los círculos de poder en Washington,
especialmente en la Casa Blanca, donde Eleanor Roosevelt era una amiga íntima
del escritor que se reunía con Hemingway cada vez que éste se encontraba de
visita en Washington. También, el Secretario del Tesoro, Henry Morgenthau fue
recibido por el escritor del "Viejo y el Mar" en su finca en San Francisco de
Paula, localizada a 15 kilómetros de la Habana, de visita en Cuba: "Desde ese
dia, la correspondencia entre Morgenthau y Hemingway llegaba en las valijas
diplomáticas del Departamento de Estado", decía el informe del FBI.
La red de
Hemingway comenzó con 16 miembros: 4 operarios (policias españoles exiliados en
Cuba a tiempo completo) y 12 informante en bares, cabarets y camareros de
restaurantes famosos y cafeterías populares) para terminar con 26 miembros. Su
red cubría las ciudades de la Habana, Matanzas, Camagüey y Santiago de Cuba. El
costo de la embajada para mantener la red de Hemingway era de $1,000.00
mensuales, más cientos de galones de gasolina para los servicios de vigilancia
de Hemingway por las costas de Cuba, las cuales duraban semanas en alta mar bajo
la cobertura de estar pescando. El FBI estaba preocupado por las asociaciones
del escritor con todos los frentes comunistas en Estados Unidos, especialmente
los relacionados a los "comunistas españoles" y un posible escándalo con las
autoridades cubanas si llegara a descubrirse sus actividades de espionaje. El
embajador Braden le escribe una carta al General Benites diciéndole que
"Hemingway era una persona de su confianza" y Benites le responde que él conocía
a Hemingway y éste gozaba de su consideracion.
Los reportes
de Hemingway eran de poco valor y en acasiones se tornaban novelescos. Un caso
peculiar fue de un supuesto complot del General Benites de darle un golpe de
estado a Batista en un viaje que tenía planeado a Washington. Hemingway afirmaba
que Benites estaba entrenando un batallón de policías de motociletas en el uso
de rifles para tomar el poder. Los servicios de inteligencia de la embajada
confirmaron que esa actividad era común en el entrenamiento de dichas fuerzas,
ya que la policía pertenecía al Ejército Nacional cubano. Otro caso estaba
relacionado a una "caja" herméticamente cerrada que un agente de Hemingway había
descubierto en el Bar Vasco, que según Hemingway, contenía informaciones de
espías falangistas. El paquete lo recuperaron agentes del FBI de la embajada y
en su interior solamente encontraron una "edicion barata del libro “La Vida de
Santa Teresa”. Cuando le mostraron a Hemingway el contenido acusó al FBI de que
se habían robado la información y luego de ser confrontado por el Attaché, dijo
que solamente estaba bromeando.
Lo
más revelador de este informe es el pedido de Hemingway a que un viejo amigo
durante su participación como corresponsal de guerra en la Guerra Civil Española,
El Teniente Coronel del Ejército Republicano, Gustavo Durán
(foto),
sea incorporado a su red de espionaje. El comunista Durán, quien es el personaje
que inspiró la obra famosa del escritor "Por quien doblan las campanas" fue
trasladado a Cuba a petición del embajador Braden. Este espía comunista, amigo
íntimo de Hemingway, Eleanor Rooselvelt y con una esposa de una familia de
espías comunistas estuvo bajo el mando de Mangada, asesino de quienes se oponían
al comunismo español. Según admite el propio Hemingway en este reporte que
hacían los comunistas con un tiro en la nuca.
Durante la Junta de Defensa Nacional bajo el General Miaja, Besteiro y Casado
para negociar la rendición de Madrid, este comunista "leal" abandonó su puesto
militar y se llevó sus tropas al lado de los comunistas que atacaron Madrid para
derrocar a la Junta Militar. La matanza fue enorme y cuando Franco se acercaba
desde Cataluña, salió huyendo buscando ayuda de diplomáticos ingleses, que
lograron sacarlo en un destroyer a Marsellas; ahí por poco lo matan los
militares que él había traicionado. Salió rumbo a Inglaterra en un barco
hospital. Ahí conoció a Bonte Romilly Crompton y en diciembre 4 de 1939 se casa
y viaja a Estados Unidos, en donde se reune con su viejo amigo y compañero de
cuarto en España, el cineasta Luis Buñuel, quien era director del Museo de Arte
Modernas de Nueva York.
Luis Buñuel le informó al FBI las actividades de Durán durante la Guerra Civil
Española y la rebelión comunista de Madrid. Durán negaba que era comunista y que
nada sabía de tal sublevación comunista. Otro informante del FBI acerca de las
actividades comunistas de este asesino fue Juan Chabas (padre) quien confirmó su
amistad con su hijo, Juan Chabas Martí, connotado comunista y capitán del
ejército republicano. Su participación en la red de Hemingway impresionó más al
Departamento de Estado con sus reportes titulado "La opinión de la Calle" que
recogía este sujeto en los bares, cafeces, restaurantes, hoteles y otros lugares
públicos en Cuba. El FBI sabía, según informantes, que los comunistas
republicanos españoles decían tener infiltrada la embajada norteamericana. El
FBI sabía quien era Durán, pero debido a su amistad con Hemingway y los
contactos de éste con el Embajador Braden y con la Casa Blanca, evitaban
circular la información como correspondía, tratándola con cautela.
Durán tenía
acceso a toda la información secreta en la embajada. El FBI cuestionaba la "importancia"
del reporte "la opinión de la calle" de Durán y el interés desmedido del
embajador Braden y el Departamento de Estado en mantenerlo en Cuba, después que
se terminó con la red de Hemingway.
El embajador Braden lo
consideraba un hombre de confianza.
A tal punto
decidieron el curso terrible de Cuba los comunistas republicanos al servicio de
la Unión Sovíetica, que el agente especial de inteligencia, H. E. Knoblaugh fue
transferido de la Embajada debido a los informes de Hemingway y Durán, quienes
lo acusaron falsamente de ser un agente de la Falange, que había escrito un
libro franquista. Luego, el embajador Braden, quien autorizó la transferencia,
comentó que apenas había leido 40 páginas del libro y no había encontrado
sustancia algunas en las acusaciones contra Knoblaugh.
Pero de todas formas lo sacó de
Cuba.
Cuando el
embajador Spruille Braden es asignado embajador en Argentina, en mayo de 1945,
nombra a Gustavo Durán como "asistente especial"; y en 1946 Durán ocupa el mismo
título en el Departamento de Estado. En 1951 el senador McCarthy lo acusa de ser
un agente militar comunista de la SIM Sovíetica. Se integra en la ONU. En 1969
muere en la isla de Creta.
Cuando usted
oiga la frase acuñada por Ernest Miller Hemingway ¿Por quién doblan las campanas?
Puede, con toda certeza, afirmar que doblaron por el comunista Gustavo Durán,
quien "Hemingway llevó a Cuba a uno de sus puntos mas peligrosos en la
revolución que se avecina, al llevar a Cuba a Gustavo Durán"
como afirma este reporte del FBI.
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