¡BARAGUÁ! LAS CADENAS VIENEN DE LEJOS

domingo, 24 de julio de 2011


¡BARAGUÁ! LAS CADENAS VIENEN DE LEJOS 
(7-22-10:30AM)
Por Esteban Fernández
Nos dicen que la guerra y las acciones violentas son cosas del pasado. Y ¿qué cosa es el pacifismo, el diálogo, la transición y la coexistencia pacífica con Cuba castrista? ¿Es algo novedoso y recién estrenado? Por favor, que no arruguen que no hay quien planche. El intento de entendimiento con el totalitarismo es mas viejo que la sarna. Y ante cada Pacto del Zanjón los cubanos siempre hemos producido cien Protestas de Baraguá... 
Hay quienes consideran, erróneamente, que el iniciador del movimiento coexistencialista fue el ex Capitán del Ejército Rebelde Luciano Nieves. Y a Luciano lo mataron en 1975. En realidad, según mi modo de ver las cosas, este señor Nieves fue sólo un eslabón de una larga cadena. Y, "las cadenas vienen de lejos" como el título del libro de Alberto Baeza Flores. 
¿Es que se desconoce que han habido mas de cien intentos baldíos de conversaciones con el castrismo y un burujón de delegaciones de cubanos visitando la isla y reuniéndose con los representantes del yugo? ¿Nadie recuerda el Comité de los 75 dialogueros que se reunieron con Castro en el 78? 
¿O es que alguien cree que las gestiones de Max Lesnik, Francisco Aruca y comparsa comenzaron hace tres años? Dentro del exilio cubano el pacifismo y las acciones violentas son contemporáneos. Y nadie puede decir que la etapa de la Guerra está caduca por su vejez sin al mismo tiempo aceptar que el contubernio tampoco es algo original. El exilio ha dado patriotas como Vicente Méndez y Tony Cuesta, pero desde sus inicios también ha dado contemporizadores como el Rev. Manuel Espinosa, Bernardo Benes y Carlos Rivero Collado. 
¿Creen que es reciente que la libertad de los presos políticos se gestione a través de conversaciones con el régimen? Eso es más antiguo que Matusalén y que andar a pie. Esa fue una de las excusas iniciales para ir a Cuba en plano de camaradas: sacar a los presos políticos. Por favor, si ¡hasta Jesse Jackson fue a nuestro país con la misión de -además de “darse besitos con los Castro”- traer a varios prisioneros cubanos!. Nada nuevo representa que el Cardenal Ortega Alamino se reuna con Raúl Castro. ¿O es que hemos olvidado la desvergüenza del Padre Guillermo Sardiñas con su sotana verde olivo y el cura Germán Lence con su movimiento de "Con la cruz y con la patria"?  
Me acuerdo que yo era un jovenzuelo y ya un tipo llamado Jorge Roblejo Lorié se dedicaba a hacer gestiones con la tiranía para lograr la libertad de cubanos encarcelados. Es cierto que no se ha ganado la guerra pero yo pudiera enumerarles cientos de ataques que no han logrado la libertad, pero sí han conseguido destruir muchos baluartes castristas. Y ¿el antiquísimo diálogo qué ha resuelto?... 
En realidad NUNCA, ni ayer ni hoy, ha existido la plática sincera y abierta. Siempre ha resultado ser un monólogo donde los jerarcas de la satrapía han llevado la voz cantante. Jamás y nunca nadie ha hablado de “tú a tú” con los hermanos Castro.  
La única forma en que al castrismo no le quedaría más remedio que ceder es a través de la presión violenta. Precisamente ayer me decía un viejo amigo:"Si un compatriota logra poseer algo de valor- como la toma de un hotel de turistas, o secuestrar a Mariela Castro, por ejemplo- para poder negociar con la tiranía es posible que el gobierno hable en igualdad de condiciones, pero conversar “de león a mono amarrado”, no es nada nuevo".
Existió en Cuba un esbirro llamado José Abrantes Fernández, alias LA AVISPA (siendo Ministro del Interior) que- según mi hermano de luchas Tito Rodríguez Oltmans- fue el ayudó a crear, y modelar, un método para utilizar esa matraca del pacifismo en Cuba. Y con mucho trabajo logró convencer a Fidel Castro de la utilidad de su invención que en realidad no era suya, sino importada.  
Así es que no embromen más con la imposibilidad de la guerra. Lo que es imposible, entre los cubanos, es la paz. Mediante la guerra quizás se puedan cortar algunas cabezas enemigas. Mediante la paz no nos cortan los testículos porque para dialogar hay que presentarse ante ellos con la cabeza baja y castrados de antemano.