martes, 10 de diciembre de 2013

VENEZUELA: LA LECCIÓN QUE NO DEBIÓ SER NECESARIO APRENDER
(12-10-13-1:00PM)
Por Gabriel Astengo 
Hace solo unos días publicábamos un artículo donde exponíamos el inmenso error de asistir a unas elecciones, en las que el régimen castro-chavista contaba con el control de todos los medios y mecanismos para llevar a cabo su siniestro plan de permanencia en el poder, costase lo que costase. Además de tener la asesoría intervencionista de la DGI cubana, un CNE y un TSJ controlados, se añadía la falta de visión de una cúpula opositora, incapaz y timorata. Incapaz, por no generar estrategias novedosas, timorata, por su falta de decisión en convocar al pueblo a las calles y denunciar de manera enérgica y activa, los reiterados fraudes montados por el gobierno contra el pueblo. Ante todo lo expuesto, se veía venir la debacle ocurrida en el día de ayer. Cuanto hubiésemos querido estar equivocados en nuestros vaticinios. 
No es que los cubanos "nos las sepamos todas", ni nada por el estilo...¡¡pero eso sí!!...conocemos al enemigo al que nos enfrentamos y sus amorales métodos. Son más de 50 años "lidiando con el toro", que a pesar de haberse convertido en un viejo buey, todavía le queda "el casco y la mala idea". A pesar de nuestros reiterados consejos a los hermanos venezolanos, sus propias y continuadas experiencias negativas con respecto a esos "procesos electorales", montados bajo ese régimen que los desgobierna, persisten en seguir "metiendo la pata". Es algo más que asombroso tanta tozudez y falta de inteligencia. Van sonriendo como si nada sucediese, camino del "matadero". 
Parafraseando un artículo de nuestro amigo, Aldo Rosado-Tuero, este pasado 4 de Diciembre 2013, publicábamos lo siguiente: 
"Desafortunadamente la "oposición" venezolana sigue jugando a las "elecciones", sin siquiera exigir que se cambien las reglas del juego, con el mismo Consejo Electoral corrupto que ha convalidado ya tantos pucherazos electorales, con la chavista de hueso colorado, Tibisay Lucena, hija del médico de la guerrilla castrista venezolana, presidiendo esa entelequia, y con todos los resortes del poder "aceitados" para "ganar" todas las elecciones. 
¿Cómo puede ser posible que líderes supuestamente inteligentes puedan esperar un milagro, sin cambiar las condiciones en que se acude a las urnas? 
A no ser que esto sea la última etapa que hay que quemar para irse a la lucha dura, la dictadura chavista ejercida por Maduro y sus secuaces, se convertirá pronto en una férrea tiranía comunista. 
¡Pobre Venezuela! cuyos hijos nos contestaban con mordaz prepotencia cada vez que les advertíamos lo que les venía encima: "Nosotros no somos cubanos, en Venezuela no va a poder instalarse el castro comunismo".  
Dolorosamente, han demostrado que efectivamente no son como los cubanos, que se alzaron en armas, conspiraron, hicieron desembarcos y salvaron el honor de nuestra nación para la posteridad, con una pléyade incontable de patriotas y mártires. Mucha, muchísima diferencia en cada caso. 
Ojalá y después del domingo, ya consumado el nuevo fraude, los opositores venezolanos a golpe de coraje y dignidad, nos demuestren en verdad de lo que son capaces. Si no es asi, les va a costar mucho que alguien los tome en serio." 
Hasta aquí lo que publicamos hace solo 4 días en las páginas que administramos dentro Facebook y otras redes. 
Si me lo permiten, un último consejo a los hermanos "opositores" venezolanos:
Cuando dentro de pocas semanas, comiencen a sufrir las consecuencias de sus lamentables errores, llénense de coraje y vergüenza, saliendo a las calles y enfrentándose con los agentes castristas y sus lacayos nacionales. Limpien de estiércol esa incompetente cúpula opositora. Si lo desean, cáiganle a pedradas a la intervencionista Embajada cubana en Caracas...¡¡pero eso sí!!No se atrevan una vez más a ofender ni vejar nuestra enseña nacional, motivados por falta de coraje, histeria u impotencia, para de esa manera no enfrentar a quien en realidad es el verdadero causante de sus tragedias. La bandera de Cuba, por la que han caído tantos patriotas, no es la bandera de los traidores Castro y no tiene ninguna culpa de lo que ustedes mismos han permitido.