lunes, 2 de diciembre de 2013

LA HISTORIA DEL ANTENISTA Y LA CUBANA
 (12-2-13-2:00PM)
Por Cecilia Molinero
En el año 98, cuando todavía vivía  en Sevilla, había un antenista que se encargaba de las antenas de la casa don vivía, entonces no habían llegado las Tves analógicas. 
Un buen día me comentó que se iba a Cuba porque él quería una mujer mulata, y en España no había, me resultó chocante pero cuando tratabas un poco al antenista dejaba de chocarte, para él una mujer era algo que cocinaba, estaba disponible todo el día para la cama y tenía la casa limpia. Pensó que esa mujer se encontraba en Cuba.
Estuve un tiempo sin verlo, y un buen día cuando vino me dijo que ya había realizado su sueño, pero las cosas no iban bien, arregló el matrimonio en 15 días, y luego cuando la volvió a ver fue a los 6 meses en el aeropuerto de Barajas, de entrada la metió  a vivir en un 9º piso, y la cubana le decía que ella no podía vivir tan alto, porque toda su vida había vivido al ras del suelo, pero el problema mayor era la comida, este hombre dio por sentado que ella sabía cocinar, y no sé qué hizo en los 15 días que estuvo en Cuba pero no supo nada de la realidad del país. 
Un día la trajo a casa, para que yo  le explicara cómo se hacían algunas cosas, un puchero, una tortilla de patatas, una paella y no recuerdo que otra cosa, la mujer de nombre Yurisleisi, 20 años menor que el antenista, no estaba por la labor de aprender a cocinar, ya hablando un poco con ella ( yo por aquel entonces no sabía nada de Cuba, ni de su revolución) me dijo que ella en Cuba no entraba en la cocina para nada, porque le daban de comer en el trabajo, y por la noche su madre hervía un poco de arroz y frijoles y con eso comía, también me explicó que en Cuba no había lo necesario para cocinar, un pomo de aceite (medio litro) les tenía que durar todo el mes, los huevos contados, la harina imposible de encontrar, si te pillaban con harina te la confiscaban y te ponían una multa, levadura ni en sueños, y podía continuar, a mí no me extrañó tanto pues ya había conocido a otras cubanas y tampoco sabían cocinar cosas elementales y que antes de la revolución si se hacían. 
Entre los desatinos de la revolución uno de ellos es este, la mujer cubana hoy en día no sabe de cocina, una Caldosa, un Ají y pare Ud. de contar. 
Si hablamos de coser nos encontramos en la misma situación, no se encuentra hilo, ni agujas. La mujer cubana hoy es un número para el partido, cuando hay que levantar la mano para votar la consigna de turno que viene desde arriba, pero arriba del todo, y a eso le llaman democracia. 
Volviendo al tema del antenista, la última vez que  lo vi, se había divorciado de la cubana, ella no quiso seguir con él, y él ya había encontrado una nueva esposa, esta vez marroquí, sin hablar ni una palabra de español, la llevó a mi casa para que yo hablara con ella, pues era de Casablanca y hablaba francés, la chica no parecía triste, y le dio un hijo, al que hicieron musulmán, pues se casó  con esa condición, y ya no volví a saber de él.