domingo, 8 de diciembre de 2013

EL CAMINO AL INFIERNO ESTÁ EMPEDRADO DE BUENAS INTENCIONES
RESPUESTA A UN ARTÍCULO DE INDAMIRO RESTANO
(12-8-13-1:35PM)
Por Robert A. Solera
Los poetas son soñadores que sueñan despiertos mientras tejen sus redes sonoras de serventesios, cuartetas, décimas, y toda suerte de juegos malabares donde las palabras cobran sonoridad y hacen a muchos corazones suspirar, reír, llorar y desear haber sido ellos los autores de tanta belleza donde sentimientos dulces, buenos, románticos surcan el éter o son pergeñados en papel y tinta.
Por su parte los políticos, hombres con los pies en la tierra, juegan al arte del toma y daca y tejen redes de complicidad donde unos y otros, en la aventura de dar y ceder, hacen alianzas y tratan de sacar el mayor partido posible a sus fortalezas y aprovechar las debilidades de sus rivales. Único fin, dar lo menos posible y lograr lo máximo en su camino a la victoria propia y a la derrota de sus rivales.
Los poetas hacen poesías. Los políticos hacen… ¡política! Unos y otros tienen un limitado espacio donde pueden moverse en la consecución de sus fines y quedan mal parados si intentan…los políticos hacer poesías o los poetas hacer política.
El poeta cubano Indamiro Restano hace poesía pero la poesía no hace política. Bordea el precipicio del colaboracionismo con lo que dice de Raúl Castro: "presidente de todos los cubanos".
Que nos incorporemos al club de los tiranos y asesinos es igual a rendirse y darle la razón a éstos. En una palabra "if you cannot lick them, join them"! en buen romance, si no los puedes vencer úneteles. Y añado: aguanta como un condenado aguanta su condena. Me niego rotundamente. ¡Más vale perder la Patria que perder la Libertad en una hipotética búsqueda de....!!
Añade Restano: “Curiosamente nadie habla del pueblo de Cuba. El que creyó que sobrevenía la Revolución Martiana que Cuba necesitaba. El que alfabetizó en las montañas a campesinos olvidados. El que cruzó los mares y entregó la vida de sus mejores hijos. El que creyó y fue engañado por la demagogia de un liderazgo que luchaba a toda costa por el poder mientras que la mayoría de los revolucionarios luchaban por la libertad. Porque ese es el meollo de la cuestión, en Cuba como en tantas otras revoluciones: Unos luchan por el poder y otros lo hacen por la libertad”.
Acepto lo dicho menos “el que cruzó los mares…”. La realidad es que gran parte de los “cruzados” marxistas o fidelistas lo hicieron, unos por obligación -–pues eran citados al Comité Militar del Servicio Militar General, donde no tuvieron los “pantalones” de decir “No”, o creyeron era una aventura para pasear a otros lares y conseguir ropa y prebendas -–al regresar— como una vivienda digna que no poseían.
Se equivocaron al ciento por ciento. Algunos dejaron brazos o piernas y otros se sumaron a los miles de muertos no declarados por el Gobierno de “Fidel fidelísimo”.
Eso no puede igualarse a los que al principio, por razones, equivocadas o no, fueron a combatir -–creían ellos— por la Libertad, que como cubanos ellos creían tener. Crasa equivocación, pero al menos iban por voluntad propia y no obligados.
Añade Indamiro (foto): “Hombres íntegros de la cabeza al cielo, que parecen regar rosas y comprensión, a su paso como es el caso de Bernardo Benes, han demostrado que la buena voluntad puede más que el bicho retorcido del odio y del resentimiento”.
“Not so fast” Indamiro! No puede reducirse a bonitas palabras la presunta obra de Benes, pues éste solo fue la cabeza visible donde el Gobierno americano marcaba las cartas y Fidel Castro, cómo cómplice, las jugaba. Habría que in extenso explicar todo el proceso donde, sin duda, muchos lograron salir de los dos Infiernos (el de las cárceles y el de Cuba) tras haber pagado con creces sus “delitos”, reducidos a acciones en favor de la Libertad.
No dudo de la buena voluntad --alguna ha de haber tenido Benes—sino del papel como factótum que le da Indamiro en su artículo.
Continúa Indamiro: “Raúl Castro debe proclamarse presidente de todos los cubanos”.
Jamás se ha expresado en Cuba y en el Exilio, más insultante consigna. Pues, ¿quién lo eligió? ¿A quién representa Castro II?
Indamiro, hay que tener mucho cuidado con lo que se dice, pues tu aseveración bordea la traición total y es muestra del mayor colaboracionismo jamás visto.
Sí, Cuba para todos los cubanos, de adentro y de afuera, pero no con los Tiranos al mando. Yo por lo menos me niego a aceptarlo, es más ni siquiera a discutirlo”.
Robert A. Solera es autor de "Cuba: Viaje al Pasado"; "Cuba en el Recuerdo"; "En el Jardín de Mis Recuerdos" y "Cuba, la República de Generales y Doctores". Es editor de Cubaenelmundo.com