lunes, 11 de noviembre de 2013

CUBA ENTRE EL SUEÑO DE LAMPEDUSA Y LA ALDEA GLOBAL
(11-11-13-4:35PM)
Por Frank Escobar
El sueño de Giuseppe Tomasi, Duque de Parma y Príncipe de Lampedusa es un sueño inmóvil, estático, que esconde de hecho toda una concepción de la historia: «Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie», los plebeyos Sedara vendrán a ocupar el lugar de los aristócratas Salina, pero todo permanecerá igual, nada esencial cambiará con ello, exceptuando quizá el hecho de que la elegancia y magnificencia de la vieja estirpe será sustituida por la vulgaridad de la nueva clase: “Todo esto no tendría que durar, pero durará siempre. El siempre de los hombres […] Y luego será distinto, pero peor. Nosotros fuimos los Gatopardos, los Leones. Quienes nos sustituyan serán chacalitos y hienas” […] “el sueño es lo que los sicilianos quieren, ellos odiarán siempre a quien los quiera despertar, aunque sea para ofrecerles los más hermosos regalos”. […] “Los sicilianos no querrán nunca mejorar por la sencilla razón de que creen que son perfectos. Su vanidad es más fuerte que su miseria.”.
Los cubanos hemos sido como los sicilianos. Nuestra generación de “gatopardos” o leones se está extinguiendo mientras se empinan prepotentes los “gatitos” alardosos de la transición y la codicia, presumen de nuevos ricos porque carecen de agallas para no decir de “panache”.  Obama vino a recoger dinero y de visita a caballo pudo recibir en el estribo a los dos disidentes especiales que uno de sus caros contribuyentes, el pretencioso heredero que le debe todo a su padre, le había reservado para el discurso de ocasión. Todo tan parsimonioso y escenográfico como en la obra “Seis personajes en busca de un autor” de Luigi Pirandello”. Una mujer valiente  que representa a mujeres dignas y el “correveidile” oficial de una organización “de cuyo nombre no quiero acordarme” fueron los homenajeados y por cierto que el vocero oficial de marras que hace unos días estaba golpeado debajo de una perseguidora en Santa Clara fue mandado con urgencia para la foto de familia. Una de las ricas herederas del  mejor ron del mundo y directora de la CANF fue en persona a recibirlo al aeropuerto de Miami y él familiarmente depósito su brazo sobre los hombros de ella hasta volverse incómodo. Recordé por un momento a ese patricio de la vieja estirpe que fue Don Emilio Bacardí Moreau, el confinado patriota de las Chafarinas, y pensé de nuevo en el príncipe Salina   y sentí vergüenza por sus descendientes, “los chacalitos y las hienas” y también por su retrato en el ICCAS presenciando un fraude y por “nuestra vanidad que es más fuerte que nuestra miseria”. Emilio Bacardí sentencio en “Dona Giomar”: “las grandes polis no sucumbieron por el fuego y la conquista sino por la pereza y la desidia”.
Cuando contemplamos el panorama actual de la oposición en Cuba, un puñado de hombres y mujeres valientes e insobornables que se enfrentan diariamente al aparato represor más sofisticado del mundo pero con una ausencia total de estrategia politica, sin un programa, sin una verdadera ruta. Mientras por el otro lado tenemos a los disidentes profesionales egotistas y ostentosos con sus discursos demagógicos pre elaborados y aprendidos de memoria. Si todo esto lo comparamos con el discurso del chairman de la CANF que solo se afana en alimentar vanidades para comprar cantidades numéricas sin esmerarse en su calidad politica y todo por supuesto sobre la base de la dependencia y la subordinación. El juego está claro, se está fabricando una sociedad civil falsa, un abultado “welfare” partidocrático con una baja cultura politica y un número elevado de potenciales electores muy fáciles de manipular.  Walter Lippman entendía que las clases populares debían ser consideradas poco más que entrometidas e ignorantes en su incapacidad para el ejercicio de un buen gobierno, por lo que su participación sólo debía reducirse a estar presentes como espectadores y testigos mudos de la escenificación política en los asuntos públicos de interés general. El orden solipsista y desigual de la sociedad mundial globalizada impone nuevas formas de adoctrinamiento y de control de la ingeniería social, y la mayoría de las masas de población en la aldea global mundial son convertidas, como presumía Platón de los esclavos, en ilotas sin habla, ni corazón ni espíritu.
La comunicación en la aldea mundial global se convierte de hecho en un factor virtual de unificación y participación y también de  imposición del único mensaje dominante sobre la sociedad “pos capitalista” bajo un Nuevo Orden Mundial. Este modelo de desarrollo está sustentado por el poder de las tecnologías y el control de los mercados a través del amedrentamiento agresivo de los medios controlados de comunicación. Se concreta en el nivel político con la identificación demagógica de una ideología llamada aun “liberal” como también es todavía llamado “capitalista” el sistema socioeconómico que la sustenta.
Hoy es un hecho aceptado como natural que , aunque el Estado siga jugando un papel ”importante” en el orden político internacional, serán el monopolio económico y la centralización del poder financiero quienes beneficien a los actores globales, dando lugar a lo que Hirsch denominaba el Estado Nacional de Competencia. La actual fase de desarrollo capitalista “tardío” global no sólo ha llevado a que las corporaciones fiscalicen las funciones de administración, producción y consumo de la casi totalidad de los bienes y servicios, sino también incluso la educación o mejor el adoctrinamiento de los consumidores. Los fundamentos de este discurso universalizado por el Nuevo Orden Mundial se basan en tres principios básicos: "el desarrollo  mantenido como objetivo y destino universal para el conjunto de la humanidad. La globalización de la economía, aceptada como necesidad histórica y como único camino para lograr extender el desarrollo a todo el mundo. Y la competitividad, considerada como el único instrumento capaz de regular de modo óptimo el funcionamiento de la economía globalizada.”
La Cuba postcastrista que se vislumbra no podrá escapar a esa realidad global mundial y en la medida que seamos capaces de tomar conciencia de nuestras limitaciones y tengamos el valor de desenmascarar a los traidores que nos conducen al despeñadero contaremos al menos con la posibilidad de recuperar o rencontrar el curso político que se perdió, Dios quiera que no para siempre, la fatídica mañana del primer día del año 1959.