viernes, 15 de noviembre de 2013

ARREPENTIMIENTOS TARDÍOS
(11-15-13-11:30AM)
Por Esteban Fernández
Cada cual puede pensar como desee, ese es un derecho fundamental de los seres humanos. Solamente el individuo me pierde eternamente cuando su creencia lo lleva a pelearse conmigo gracias a la agresiva defensa de su causa. 
A través de mi vida sólo unos cuántos activistas en la defensa del obamismo y algunos simpatizantes de los disidentes cubanos, en determinados casos me han retirado la palabra y la amistad. Pero este escrito es para que quede claro que el que se pelea conmigo injustificadamente debe quedarse disgustado eternamente. Así soy yo. Con Estebita no tienen marcha atrás. 
El caso de los castristas es diferente porque yo fui él que a rajatablas rompí con los H.P. Desde luego, conozco personas decentes y correctas que en un principio simpatizaron con Fidel Castro, no se metieron con nadie y jamás me demostraron un odio acérrimo. Se arrepintieron, están aquí y bienvenidos sean. No tengo problemas con ellos. Pero hay otros que me llevaron muy recio en Güines y al salir de Cuba no quisieron saber más de mí, ni yo de ellos, y hasta se burlaron de las lágrimas de mi madre. Ahí el odio eterno es mutuo. 
Con respecto a los que son sinceros Obamistas, lo que creen y muchos siguen creyendo en la buena fe de Barack Obama no hay tormento ni brete con ellos. Ah, pero recibí exactamente cinco correos de antiguos amigos pidiéndome que los eliminara de mi lista, que los borrara de mi vida, motivados por unas simples críticas iniciales mías contra él y apoyando a McCain y después a Romney. 
Sobre los disidentes les diré que tengo magníficos amigos, como mi hermano de lucha Arnaldo de Armas desde la época de "Abdala", que constantemente me envían documentación en defensa de ellos. Agradezco mucho todos los correos correctos y patrióticos de Arnaldo y de otros compatriotas al respecto. Sin embargo, hay otros fanáticos que no quieren saber de mí porque he puesto en dudas algunas actividades de ellos internamente y de los opositores que nos visitan. 
En la vida, cuando uno tiene la razón, sólo hay que darle tiempo al tiempo, y tarde o temprano nos llegan los arrepentimientos, las cartitas, los correos cariñosos. Y aquel castrista odioso que hizo el inventario en mi casa, que después les dijo a mis padres: “Allá en Nueva York está su hijo sufriendo las nevadas y trabajando como un burro en una fábrica” hoy quiere que le envíe hasta un par de calzoncillos y una caja de Kotex para su mujer... 
De los cinco hay tres Obamistas que me crucificaron, hoy están que trinan con su "Mesías" y andan muy decepcionados por varias y diferentes razones. Parece que todos se pusieron de acuerdo para coincidir en decirme: “¡Estebita, que razón tú tenías!... 
Varios conocidos que me echaron con el rayo porque puse en dudas las gestiones de Yoani Sánchez hoy están muy molestos con la actuación de esta muchacha como “empresaria” en una reunión en México... 
Mi respuesta para todos es: “¡Váyanse al carajo, ahora jódanse, conmigo no hay regreso”. Y si pude sobrevivir aceptando su lejanía por mucho tiempo, puedo seguir haciéndolo por los siglos de los siglos!”