CHICO, ¿QUÉ COSAS MÁS RARAS SE LEEN, EH?

miércoles, 5 de diciembre de 2012


CHICO, ¿QUÉ COSAS MÁS RARAS SE LEEN, EH?
(11-28-12-4:50PM)
Por Andrés Pascual
Una noticia que se tragó la tierra fue la relacionada con el “incendio intencional” de las oficinas de la agencia de viajes de una conocida activista de la tiranía.
Ni en los centros espirituales y eso que, en los videos sobre delitos que proyecta la televisión, hay cámaras hasta en los servicios sanitarios.
Ni un lápiz se quemó y los documentos estaban a buen recaudo, por lo que la intención del pirómano no fue exitosa, si consideramos que la dueña estaba inaugurando otro local “más amplio y moderno” que el anterior y que, quien realice un acto de esa clase, tenga como objetivo barrer con algo documental ¡quién sabe de cuánto valor! digo, creo yo…
Entonces se aparece el Herald con la noticia de que la tiranía le había suspendido los permisos a dos compañías chárter que operan viajes de la comunidad económica, una de estas, la de Vivian Mannerud, propietaria de las oficinas “siniestradas” (como me gustó la palabrita, la leí aplicada a un caso como este en el libro Infierno en la Torre).
Airlines Brokers no podrá “organizar (como le llama el libelo sucursal del Granma al negocio) viajes con “refugiados” (mire qué cantidad de gazapos castrocomunistas) al feudo, por deudas no pagadas por la agencia.
Nunca he creído que esas compañías sean “particulares”, sino de la dictadura. Los que dan la cara quienes las manejan en función de managers. Esas y muchas más de variada oferta.
Sería una estupidez hasta suponer que a Airline Brokers la hubieran incendiado con intención anticastrista los luchadores que no se pliegan a la lucha pacífica, porque, dentro y fuera de esta masa, se conoce que todo el mundo está vigilado con el objetivo de proteger las vidas de los activistas e infiltrados por la tiranía y los negocios que tienen.
Además, hay ejemplos de lo poco solidarios y fieles que son los americanos con la causa exiliada y el caso Eduardo Arocena es una prueba fiscal demoledora. Lo que quiero decir es que resulta muy poco probable que algún patriota, aunque quisiera y eso no es delito, se arriesgue.
Las oficinas de Vivian Mannerud, posiblemente, fueron incendiadas por alguien interesado en dirigir la culpa hacia el exilio mientras… eso es lo que debe investigar el FBI, o, quién sabe si concluyeron y nunca se expondrán los culpables por las razones que conocemos.
Tal vez, como que extrañamente aparecen deudas que le costaron un local (de mentiras, ya le funcionaba el otro), apelar al recurso del cubano “emigrado” para “pasmar dos baros metiendo un sue”.
Sospechosamente, como una espiral de circunstancias raras, Vivian Mannerud presentó acusaciones contra fantasmas, porque “algunos de sus clientes han sido defraudados” por medio de una tarjeta. Una verdadera catástrofe de Airline Brokers.
Tampoco descarto que la señora haya sido captada por la inteligencia americana y convertida en doble agente, con tan mala suerte que la pescaron sus socios y le retiraron el permiso.
En juegos como este cualquier bola sirve, hasta la de trapo.