PUNTO Y. APARTE

domingo, 21 de octubre de 2012


PUNTO Y. APARTE
(10-17-12-4:30PM))
Por: El Director
Confieso que todavía no he logrado descifrar por qué a algunos personeros de la oposición al castrato dentro de Cuba, les ha molestado tanto los conceptos y consejos que he emitido sobre como se debe de conducir y llevar a cabo una campaña proselitista para lograr crear un verdadero movimiento de masas.
Si se tiene en cuenta que quien pregona estas medidas es un hombre que va a cumplir pronto los 76 años y que ya está de regreso de todos los caminos y las ambiciones personales y que por ende no aspira a ser caudillo de ese Movimiento, sino que simplemente quiere morir en su patria, en una Cuba plural, con libertad  y  democracia y que sus cenizas sean esparcidas en el río al lado de cuyas márgenes nació, intriga esa oposición a lo escrito, que no obliga a nadie, ni manda a nadie que haga lo que se dice deben de ser los pasos necesarios para construir una genuina y vibrante oposición a la tiranía.
¿Podía entonces ser acaso el temor a que otros sigan mis consejos y creen esa Fuerza Joven Emergente, que les barrería a ellos, de sus prominentes puestos actuales que les permiten vivir holgadamente sin arriesgar el pellejo, mientras juegan a una oposición que rinde dividendos?
Francamente asombra la ignorancia supina que muestran muchos "líderes" de los que supuestamente se oponen al castrato, en materia de política y de  movilización, de hacer proselitismo y de crear los mecanismos que les permitan una lucha con posibilidades  reales de triunfo.
No saben ni el ABC esencial para cualquiera que aspire a la conquista del poder, a derrotar a un gobierno o a lograr aunar voluntades para empeños serios en una lucha como esta, frente a una tiranía totalitaria.
Yo no puedo admitir que estos "líderes" se crean de verdad que los van a venir a buscar a sus casas para ofrecerles la lideratura en bandeja de plata.
Para luchar contra un enemigo tan poderoso hay que cubrir etapas fundamentales, que son necesarias cubrir y que no se pueden obviar.
La tempestividad es esencial en toda estrategia, pues la oportunidad es la condición indispensable del éxito, tanto en la esgrima como en la batalla, pero si no hay núcleos ya conquistados para la idea, no se puede aprovechar "la oportunidad", de ahí lo esencial de patear las calles y convencer a los iguales y al pueblo de a píe, que existe un movimiento bien organizado y con posibilidades de éxito si se aprovecha la oportunidad en un momento dado o ante un imponderable.
A mi, enemigo acérrimo del castrismo, que desearía otros resultados, me duele decirlo, pero la verdad hay que gritarla, ¿A qué se han reducido todos estos años de "oposición pacífica inactiva"? A un gran consumo de tinta y llamadas telefónicas, a kilómetros de pesadísimos artículos que ya casi nadie lee.
No podemos engañarnos nosotros mismos--al menos que se esté en la jugada de la gran obra de teatro para vivir del cuento--no hay que exagerar el papel de esa disidencia; ha sido bambolla más que otra cosa y sobre todo mucha denuncia plañidera hacia el exterior, mientras se ha olvidado trabajar la base de cualquier movimiento serio que se respete: el pueblo en que se vive y se lucha.
Por favor, entiendan que esto más que una ofensa, es una crítica constructiva con, la tal vez vana esperanza, de que haya alguien receptivo y que se dé cuenta de que ya es hora de empezar a subsanar los errores, dejar a un lado a los aprovechados, ilustrar a los equivocados y convocar a los audaces para una bella y sublime tarea como es conseguir decapitar la tiranía y coadyubar al despertar de un pueblo.