PUNTO Y. APARTE

miércoles, 10 de octubre de 2012


PUNTO Y. APARTE
(10-5-12-5:25PM)
Por: El Director
Uno de los grandes errores de los dirigentes de los grupos de oposición a la tiranía castrista dentro del Archipiélago es que se han volcado en la propaganda hacia el exterior, en lugar de buscar adeptos en su propio patio, entre sus vecinos inmediatos y más lejanos, entre sus familiares y conocidos.
Para llegar a constituir un gran movimiento político hay que tener espíritu misionero, imitar a los primeros cristianos, hacer lo que hacen, por solo citar un ejemplo, los Testigos de Jehová, saliendo a caminar las calles.
Hay que imprimir cientos de octavillas y hojas explicativas y salir a tocar en cada puerta, hablar con los que les abran las puertas, dejarles al menos una hoja impresa a quien no te quiera escuchar.
Así y solo así se logrará aunar una buena cantidad de voluntades; ya que en el caso cubano, no se puede utilizar, ni la radio, ni la televisión, ni la prensa escrita y se tiene que comprender que la internet no es un medio de comunicación masiva, por lo tanto para crecer y llegar a ser serios en sus empeños, hay que patear las calles y afrontar los riesgos de salir, sin aspavientos a conquistar las mentes y las voluntades de los compatriotas descontentos con el sistema.
Si se quiere conquistar algo, alcanzar una meta, es necesario conquistar voluntades y las voluntades solo se conquistan con el diario accionar, con el contacto constante con las masas y lo futuros militantes.
Eso parecen haberlo olvidado, o no lo han sabido nunca, los llamados líderes de los grupos oposicionistas en Cuba, que no practican la gimnasia diaria que conlleva toda lucha política seria.
No entienden que entre las fuerzas de la vida y de la Historia está también la fuerza que se llama voluntad humana.
El régimen castrista es como una rama seca, y un día u otro rodará por tierra, pero se necesita de una fuerza que apresure el final  y esa "fuerza" no puede estar más que en el cubano promedio, en el hombre que trabaja y sueña con un porvenir para su familia, con una educación sin adoctrinamiento, con una patria digna de mejores destinos; y si no lo sueña o vislumbra, hay que meterle en la cabeza que esa es la única solución para salir del abismo en que lo ha sumido el castrismo.
Ahí, en su vecindario, en su propio pueblo está la masa humana que puede ayudarles a cambiar el panorama, pero ese cubano no va a venir a la casa de los "líderes" a ofrecerles su ayuda; hay que salir a buscarlos, a descubrirlos, pero hay que hacerlo ya, sin más dilación antes de que se nos muera Cuba.
Aunque parezca una utopía escribir sobre esto, llegará el día que los actuales "dirigentes" opositores conocidas dentro de Cuba serán rebasados por nuevos y más audaces militantes que entiendan la manera de como nace y crece un movimiento político, con aspiraciones y metas definidas, y ese día no está muy lejano.
Hay que salir al campo, hablarle al campesino oprimido y hastiado de la Cooperativa,  inculcarle la noción de la propiedad privada, darle una esperanza razonable de que puede mejorar su vida y la de su familia, en una nueva sociedad, justa y libre y que si se une a otros en el mismo empeño, todo eso será posible.
Tienen que codearse con el pueblo de a píe, integrarse con él, y que ese pueblo vea que quien lo instruye, le habla y le pide que se una a otros como él, no es un asalariado de una nación extranjera, ni una persona que vive por encima del nivel del cubano promedio, debido a su "liderazgo" sino que es un igual, que sufre como los demás la terrible situación en que los ha hundido esta tiranía.
Antes de llegar a ser "un Partido", es decir, antes de encuadrar a la parte más responsable y consciente de sus afiliados en la disciplina de una organización de partido, hay que crear un "movimiento", un "moto" mucho más espiritual que político, nacido a través de la prédica y el trabajo diario entre la población, que habrá despertado las más profundas energías de un conglomerado que ya está hasta la cocorotina de imposiciones y consignas.
Esto debió haberse hecho desde hace muchos años cuando comenzó la llamada "Oposición Pacífica" que dijo seguir las tácticas gandhianas y de Luther King, pero que ignoró, o al menos,  obvió, la esencia de esa resistencia "activa".
Pero nunca es tarde para empezar, especialmente en estos momentos en que los cimientos de la tiranía están carcomidos y la creación de un movimiento verdaderamente nacional se impone y solo espera por los jóvenes resolutos que rompan con los moldes establecidos por la oposición tradicional, aburguesada, y muchas veces infiltrada.
Solo obtendrá éxito y posiblemente se lleve la victoria, el grupo o movimiento que entienda que las condiciones de tiempo, de ambiente y de pueblo han cambiado profundamente y que ahora la lucha es ante ideas que han agotado su fuerza de propulsión y aún más, frente a degeneraciones de tales ideas, que el nuevo movimiento debe de rechazar iendo más allá de ellas, al revés de lo que pretenden los disidentes de tales ideas.