¿PERMITIRÍAN LOS JUDIOS LA ACTUACIÓN DE UN ARTISTA CON UN TATUAJE DE HITLER EN ESTA CIUDAD?

jueves, 6 de septiembre de 2012


¿PERMITIRÍAN LOS JUDIOS LA ACTUACIÓN DE UN ARTISTA CON UN TATUAJE DE HITLER EN ESTA CIUDAD?
(8-25-12-9:40AM)
Estamos convencidos que no lo permitirían bajo ninguna circunstancia. Removerían cielo y tierra. Acudirían a cada político y empresario local y usarían todas las tácticas que existan para bloquear la actuación de ese artista. Serían capaces de arrasar el teatro como arrasaron hasta los cimientos el hotel Rey David en Jerusalén; y después cerrarían y ahogarían económicamente al empresario que lo trató de presentar y al dueño que facilitó el local.
También estoy seguro que nadie en la prensa se atreverían a llamarlos intransigentes o anti democráticos.
Entonces, ¿Por qué los cubanos exiliados, víctimas y familiares de las víctimas del castrismo vamos a permitir en silencio la afrenta que representa la presentación de este Baby Lores en el Club Aché?
No proponemos que El Aché se vuelva cenizas como el Hotel Rey David, ni que se usen las tácticas militares de los Comandos Macabeos, de la Irgún, La Haganná o la banda Stern, pero si que los magnates y políticos usen sus influencias para que el contrato se deshaga y que este apestoso tenga que marcharse al cubil de sus admiradas hienas castristas, sin poder realizar la afrenta a tantas víctimas del fidelato. O que el dueño del Aché rescinda el contrato de arrendamiento del local, aunque le cueste unos cuantos miles de pesos, que se saben los tiene de sobra. Tal vez hasta pudiera conseguirse que otros magnates le ayudaran a cubrir las pérdidas.
¿Qué hacen el Alcalde,  los Comisionados y los jefes de Departamento e Inspectores? ¡Vamos, que siempre se encuentra una ordenanza que aplicar a tiempo! Si no lo saben que le pregunten a los dirigentes judíos de la playa o a los banqueros que le echan bola negra al magnate que se atreva a retarlos.
Y si los ricos no arriesgan una ínfima parte de sus fortunas, por la dignidad del exilio, entonces no les quedará más remedio a los de a píe, a los cubanos pobres y dignos, de aplicar un arma legal devastadora: El boicot económico a los dueños de los establecimientos en que se presente este tipo con el tatuaje del tirano de nuestro pueblo del que tan orgulloso se muestra, no solo al lugar en que se presente, sino a todos los otros negocios que sean propiedad de esos que les abrieron las puertas a los ofensores y a los que vienen a arrastrar por los suelos la dignidad de este exilio.