LOS INICIOS DE LA INTERNET EN CUBA

miércoles, 12 de septiembre de 2012


LOS INICIOS DE LA INTERNET EN CUBA
(9-5-12-5:00PM)
Por Andy P. Villa
Creo que fui una de las primeras personas en 
Cuba que tuve una  computadora Pentium 1. Comprar una computadora estaba prohibido en  Cuba, al menos para los nacionales, como parte del apartheid que hemos sufrido los cubanos por parte de los hermanos Castro durante 53 años.
En el año 1994 me presenté en la empresa cubana conocida como TECUN  (Tecnologías Universales), que estaba en la calle 7ma, esquina con 42, en Miramar. Iba muy bien recomendado, de parte de un amigo de confianza de uno de los ejecutivos de esa tienda. Pedí una entrevista con él y le dije:
- Quiero comprar la computadora más moderna que tengas.
- Lo último que nos ha llegado es el Pentium 1, a 133 Mhz.
- ¿Cuánto cuesta?- 800 USD, es la más cara, pero tenemos otras más baratas, el 486,  bla, bla, bla...
- Quiero la mejor, me la llevo ahora mismo.
- Perfecto
 ¿Y los papeles?
      -No hay problemas, sale a nombre de una de las empresas extranjeras,  que es cliente nuestro.
Así fue como esa tarde ya tenía computadora en mi casa, pero solo había una dificultad...no sabía usarla. Probablemente haya sido uno de los pocos, sino el único, que compró en Cuba una computadora de última generación sin saber nada aún de computación. Normalmente, los que se compran computadora ya saben manejarla y valoran la importancia de poseer una en casa. Ese problema lo resolví en una semana. Averigüé  quién de mis conocidos era el más ducho en la materia y lo contraté  para que me diera clases de Windows, muy buenas por cierto, y así aprendí después, con el mismo profesor, a trabajar el Word, el Powerpoint, el Photoshop, el Corel, etc...
Cuando estábamos finalizando las clases, un día me dijo que para estar  al tope en estos temas lo que me faltaba era aprender a trabajar en Internet, pero me aclaró que eso era prácticamente imposible. Ya había Internet en Cuba, pero muy controlada.

No pasaron 15 días y ya tenía mi cuenta de Internet, rentada por 50 USD al mes. Llamé a mi profesor y juntos, con sus conocimientos  teóricos y mi cuenta pirata, aprendimos a navegar en fecha tan temprana como 1994, cuando el único proveedor en toda Cuba era el  CENIAI.
Tuve la suerte de conocer a un muchacho que probablemente era uno de los mejores hackers de Cuba, no había servidor estatal que se le resistiera y siempre tenía "logins" y "passwords" disponibles para la venta. Si fallaba la cuenta que tenía, solo lo llamaba y al poco rato ya estaba presente con un nuevo usuario y contraseña, de los más disímiles servidores durante los siete años en que fui su cliente.
Tuve cuentas provenientes de CENIAI, de Colombus, de ETECSA y de cuanta empresa cubana accedía al Internet y era blanco de los cyber ataques de mi amigo, que curiosamente tenía solo aprobada la secundaria básica, y estudiaba el preuniversitario por la noche, pero en la práctica sabía más que cualquier ingeniero o licenciado en Informática.
Un día se apareció en mi casa y me dijo que no tendría que preocuparme en largo rato porque no funcionara la conexión, colocó su memoria flash en mi computadora y descargó el directorio completo de usuarios de Internet de ETECSA. Lo había hackeado completo. Eran más de 200 cuentas con sus usuarios y contraseñas, de embajadas, instituciones religiosas, funcionarios del Gobierno, empresas extranjeras, etc. En otro momento se apareció una vez con la cuenta, creo que en CENIAI, de  Ricardo Alarcón, y me dijo: Esta puedes usarla las 24 horas, ese tipo casi nunca la usa, ya lo he monitoreado.
Desde hace varios años reside en Miami. Recuerdo que una noche del año 2002 recibí una llamada telefónica y era mi amigo para contarme que acababa de bajarse de un avión de Cubana de Aviación en el Distrito Federal y que le aconsejara como dirigirse a la frontera para pedir asilo en Estados Unidos. No quería perder tiempo en cumplir con la misión por la que lo mandaron por su trabajo a México y quería escaparse a la libertad cuanto antes.

Al poco tiempo de tener mi flamante nueva computadora, con Internet todo, recibí la visita de un buen amigo que era uno de los principales  ingenieros de la Unión Eléctrica, quien también era un experto en la  cuestión informática. Nos pusimos a conversar sobre computación, ya que era muy útil aprender de sus amplios conocimientos. Cuando entramos en el tema de la Internet me doy cuenta que su información, aunque muy buena, era teórica, y sospeché que no la conocía más que por la literatura a la que había accedido. Le pedí que me acompañara, lo senté frente a mi pc y lo invité a que probara lo que era navegar en el cyber espacio. No podía creer que fuera cierto y fue entonces cuando me contó que en su trabajo, en el edificio del MINBAS  (Ministerio de la Industria Básica) en la calle Carlos III, solo había una computadora con Internet en todo el enorme edificio, situada dentro de un cuarto flanqueado por una gruesa puerta de madera y una reja de fuertes barrotes de hierro con candado y dentro de esa oficina podía entrar un solo hombre autorizado, sentado frente a la puerta y con el monitor de espaldas a ella, de forma que no se pudiera ver nada desde afuera. Como si se tratase del acceso a un virus letal, en vez de la Internet.
Las cosas han cambiado mucho en Cuba, el Gobierno sigue teniéndole el mismo miedo a la información y a la comunicación entre las personas, pero ha tenido que ir cediéndole espacios a la tecnología. Esperemos que pronto haya más acceso a Internet en nuestra patria, lo que puede acelerar el fin de la dictadura.