ESTADOS UNIDOS Y LOS MUSULMANES

martes, 18 de septiembre de 2012


OTRAS VOCES:
ESTADOS UNIDOS Y LOS MUSULMANES
(9-17-12-5:15PM)
Por Robert A. Solera *
Sin duda alguna el gobierno de EEUU—y por ende el pueblo Americano—no comprenden en absoluto al mundo subdesarrollado, retrógrado y congelado en el tiempo que es factor dominante de la religión musulmana que dice ser “amorosa”, según sus defensores, y que en realidad se basa en la conquista violenta y la supresion de los que no comulguen con su “rueda de molino” ideológica, Allāhu Akbar (الله أكبر), que literalmente significa "Allah es el más grande”.
Con basamento en una filosofía y modelo religioso totalmente distinto –modificado por el tiempo y los choques del pasado— el pueblo americano –mayoritariamente— piensa que a través de un ingenuo amor se ganará el buen ánimo de individuos anclados en siglos que se remontan a la creación por Mahoma de la doctrina islamista –‘los que se someten’ que comenzó con las ‘revelaciones’ de Allah alrededor del siglo VII antes de nuestra era al Mensajero de Dios –como se conoce a Mahoma— quien nació en fecha indeterminada alrededor de 571 A. N.
Los musulmanes guían todos sus actos, personales y de toda índole, por el Corán –libro sagrado de su religión supuestamente dictado por Allah a Mahoma — sin haber brecha entre vida, religión o politica. El Corán es el valor supremo para los seguidores de Mahoma.
Puede haber diferencias entre los suníes y los chiitas, inicialmente motivadas por quién o quienes son los verdaderos herederos de Mahoma. Los chiítas —sólo aceptaban a los descendientes de Alí, el yerno de Mahoma, como legítimos gobernantes— y los sunitas, quienes reclamaban que los descendientes de los omeyas (un clan de la tribu de Quraysh, de La Meca, a la que pertenecía Mahoma) eran los verdaderos califas o líderes religiosos y políticos.
En la época en que se escribió el Corán, Allah era el nombre del dios luna, el dios jefe de la tribu Quraysh en la ciudad de Meca, que era la tribu a la que pertenecían Mahoma y su esposa.
Como todos los demás árabes, la tribu de Mahoma, la Quraysh, era descendiente de Abraham en virtud a serlo de Ismael hijo de éste y de Hagar, una esclava egipcia.
La religión mahometana está congelada en muchos siglos pasados. Sus costumbres radicales, tales con apedrear a las mujeres adúlteras, cortarle las manos a los ladrones y perseguir a los homosexuales –hombres y mujeres—eran comunes también a la religión judía de esa época.
La religión cristiana –derivación de la judía— conservó muchas de esas costumbres y cánones y persiguió al igual que los mahometanos a los apóstatas y a todo tipo de disidente según lo entendía el Santo Oficio. Esa etapa ha sido dejada atrás en épocas recientes pero la muerte de Miguel Servet (quemado en la hoguera por hereje por los protestantes en Suiza), Zwinglio (muerto en batalla) y otros como Jan Hus (quien fue condenado a morir quemado) atestiguan su fanatismo, coetáneo del islamismo.
La civilización occidental judeo-cristiana logró separar las creencias religiosas de los gobiernos terrenales (en gran parte de la cristiandad en épocas recientes) y al hacerlo progresó en lo conocido como el liberalismo político y la aceptacion de la diversidad de opiniones religiosas. El islamisno no lo ha logrado y mantiene una fusión indisoluble entre el poder terrenal y el religioso.
Muchos de los primeros inmigrantes de lo que después sería Estados Unidos de América, los peregrinos, llegaron a Plymouth huyendo de la persecución religiosa imperante en Europa. En esa trayectoria Estados Unidos ha mantenido la separación absoluta entre Gobierno y Religión, al no reconocer a ninguna creencia religiosa como la oficial del estado político, aunque en forma mayoritaria los americanos siguen las creencias del Cristianismo, pero no obstante aceptan la diversidad religiosa sin permitir la persecución de los fieles de una u otra tendencia, incluso musulmana.
Como resultado del colonialismo europeo al cesar la dominación en Asia, África, e incluso en el Cercano Oriente, muchos de los habitantes de esas regiones emigraron a los países con antiguas posesiones coloniales, como Inglaterra, España, Francia, Alemania, Portugal. Con muchos de ellos llegaron las creencias musulmanas en grandes segmentos de la población y comenzaron a formar ‘ghetos’ nacionales en los que los “recién llegados” –que incluyen incluso a los naturales del país que más bien se definen en relación a su origen nacional que a su conformación dentro de la estructura política y cultural local.
Por supuesto sería muy simplista considerar que esta situación es únicamente resultado de su alienación como individuos en una sociedad que no los reconoce totalmente como naturales del país, basado en su raza, etnia o procedencia.
Es un hecho palpable que los “inmigrantes” no se han integrado –en general-- a sus respectivas sociedades no solo por su casi mayoritaria exclusión económica, cultural y política, sino primordialmente por su visión del mundo que habitan.
“It is my hypothesis that the fundamental source of conflict in this new world will not be primarily ideological or primarily economic. The great divisions among humankind and the dominating source of conflict will be cultural. Nation states will remain the most powerful actors in world affairs, but the principal conflicts of global politics will occur between nations and groups of different civilizations. The clash of civilizations will dominate global politics. The fault lines between civilizations will be the battle lines of the future. Conflict between civilizations will be the latest phase in the evolution of conflict in the modern world”. The Clash of Civilizations? Samuel P. Huntington
Para apoyar u oponerse a una visión del mundo lo primero es conocer a fondo su engranaje o mecanismo de pensamiento. No se puede analizar a un grupo ideológico, cultural o religioso ignorando lo más elemental de su “group thinking”, su acción o reacción a los estímulos externos que pueden chocar vigorosamente con sus creencias vitales y con su visión de su papel futuro en el desarrollo de las sociedades.
Hay que aceptar o rechazar firmemente la visión filosófica de la colectividad donde se habita pues de otro modo uno sólo será parte integral de una quinta columna enraizada en un mundo que se rechaza.
Aunque el fenómeno no es únicamente un mal de los mahometanos éstos son los que en tiempos modernos aspiran a reconquistar sus antiguos predios –por ejemplo Al Andalus— (mapa a la izquierda) y que creen que como seguidores de Mahoma y sus doctrinas están en la obligación y el deber de convertir a sus creencias a los habitantes de la Tierra, basado en el mayoritario número de individuos que las profesan y en la creencia de que si ellos –seguidores del Islam (los que se someten) creen que Allah es el único Dios y Mahoma su profeta, los demás no creyentes están obligados a aceptarlo.
Estados Unidos de América es visto como el bastión del mundo occidental y de su visión basada en la libre empresa, identificada como capitalismo. No es el único país del mundo occidental al que los mahometanos –mayoritariamente— ven como el enemigo. En el grupo están los demás países europeos o asiáticos que no comulguen con su visión del mundo. Por tanto no se excluyen de estos conflictos de civilizaciones ni Rusia, China, India o cualquier país de peso en el ámbito mundial.
El actual gobierno de EEUU –y los anteriores— de una u otra forma han manejado con mano suave las relaciones políticas, diplomáticas, comerciales y de toda indole con el mundo musulman. Esa fallida y ambigua política y su papel visto por muchos de “gendarme mundial” ha conducido a la violenta acción y reacción de los que defienden y practican el “jihad” (concepto visto en Occidene como ‘guerra santa’). Esa visión ha llevado a tratar de obligar al mundo no musulmán a guiarse, como si fuera seguidor de la ‘sharia’ --el código moral y religioso de la ley en el Islam.
Como consecuencia cualquier transgresión vista desde el credo musulmán por el mundo occidental o cualquiera de sus ciudadanos o súbditos provoca, casi con toda seguridad, una reacción violenta que puede empezar siendo pacífica y luego conducir a una violencia generalizada o personal, según sea el caso. Ejemplo puede ser la reacción ante los “Versos Satánicos” de Salman Rushdie que provocó la ira del Ayatollah Ruhollah Khomeini, líder supremo de Irán y su fatwā (en la fe islámica un dictamen jurídico en relación a la ley islámica proclamada por un sabio islámico) emitida el 14 de febrero de 1989, que provocó que el autor Rushdie se viera obligado a vivir clandestinamente por años ante el temor de ser asesinado.
Similar caso ocurrió con el descendiente del pintor Vincent Van Gogh, Theo, de igual apellido, asesinado a plena luz del día en Amsterdam por un individuo de origen marroquí enfrascado en la ‘jihad’. Algo semejante ocurrió con las caricaturas de Mahoma publicadas por el diario danés "Jyllands-Posten" y reproducidas por el diario "France-Soir que motivó la decisión del propietario del diario el franco-egipcio Raymond Lakah, de despedir a Jacques Lefranc el director de ese periódico, por reproducir en ese rotativo las polémicas caricaturas de Mahoma publicadas en Dinamarca y que provocó las criticas a su decisión por la Asociación de Periodistas Alemanes (DJV).
Los musulmanes tienen entre sus prohibiciones la reprodución de la figura humana y consideran blasfemas, principalmente, las de la imagen de su profeta.
Estas pueden ser las consideraciones a la violenta reacción en la cual el embajador de EEUU en Libia Chris Stevens y tres funcionarios diplomáticos americanos fueron asesinados por turbas musulmanas en Libia. Y los asaltos a las sedes diplomáticas americanas en Egipto, Libia, Yemén, Sudán, Pakistán y otros lugares.
Las pueriles explicaciones ofrecidas por el gobierno del presidente Barack Obama de que los ataques eran consecuencia de un filme amateur denigrante del profeta Mahoma han sido desmentidas en el dia de hoy por el presidente de Libia Mohamed El Magariaf (foto de la izquierda) quien ”indicó que las evidencias encontradas hasta el momento “no dejan ninguna duda” de que el ataque fue planeado de antemano. “Fue planeado, sin duda, por extranjeros, por personas que ingresaron en el país hace unos meses y que estaban planeando este acto criminal desde su llegada”, insistió”. Ademas “aseguró que los presuntos autores del ataque están vinculados de alguna manera a la red terrorista Al Qaeda, bien como afiliados o simpatizantes, aunque admitió que las autoridades libias aún desconocen las “verdaderas intenciones de los delincuentes”.
Todo lo anterior descarta la hipótesis de que una peliculita insignificante haya sido el detonante de los sangrientos incidentes donde no solamente las embajadas y sedes americanas han sido atacadas sino también la de Alemania –sin relación alguna con la fementida peliculita.
El gobierno de Obama debe comprender que su debilidad ostensible ante enemigos declarados de EEUU que explotaron el World Trade Center primero, las Torres Gemelas, el Pentágono después y que en el pasado hicieron algo similar en Ghana, en el Mediterráneo con el crucero Cole sólo conduce a más ataques no provocados por EEUU y a la muerte en el globo de combatientes y civiles inocentes sea en Irak, en Afganistan o en cualquier otro sitio, incluso con armas e instrucción militar de nuestras propias fuerzas.
Sea en el extranjero o en nuestro propio territorio el lenguaje ante nuestros enemigos no puede ser el amor y la dadivosidad de nuestros recursos monetarios –que solo producen un aumento descontrolado de nuestra deuda externa y nuestra dependencia primordialmente de China.
Recordando a Theodore “Teddy” Roosevelt: “Speak softly and carry a big stick”. 
Robert  A. Solera es autor de "Cuba: Viaje al Pasado"; "Cuba en el Recuerdo" y de "En el Jardin de Mis Recuerdos". Es editor de Cubaenelmundo.com