EL ÁRBOL DEL PAN Y LAS LOCURAS DEL COMANDANTE

lunes, 9 de julio de 2012


EL ÁRBOL DEL PAN Y LAS LOCURAS DEL COMANDANTE
 (7-6-12-5:05PM)
Por José M. Izquierdo 
El desgastado y envejecido tirano de Cuba mantiene en vilo a la sociedad cubana con sus desacertadas “locuras”. Aunque esté retirado, cuando quiere publicidad, debe comportarse igual que un niño malcriado que quiere un juguete, la diferencia está en que con este niño hay que tener cuidado, porque no obedecerlo puede costarle caro a quienes no complazcan sus caprichos.
Lo de la “Moringa”( foto: árbol de moringa) es otra de sus “locuras”. No es nada nuevo, estos show del “Comandante” son clásico. Recuerden entre muchos las ollas arroceras, cuando suplantando a Nitza Villapol (1923-1998, Autora de Cocina al Minuto)  Castro aparecía en la TV enseñando a la población como hacer arroz de forma económica. Con tantos problemas de que ocuparse, el tirano se entretenía en estos espectáculos propios de un teatro bufo, pero nadie se atreve a cuestionarlo.
Ya avanzada la vejez del tirano, mantiene viva sus ilusiones de resolver la alimentación del pueblo cubano, como lo haría un buen granjero, buscando la mejor forma de engordar un ganado de cerdos o reses para comercializarlo. Castro, ve a Cuba como su hacienda privada y a los cubanos como su ganado, por eso él decide que debe de comer el cubano para que esté bien alimentado.
Entre sus “locuras” (y de esto se deben acordar bien los cubanos), está la soya, la cual el tirano trató de convertir  en un alimento milagroso, por eso se inventó el picadillo de soya, yogur de soya, helado de soya y se quería poner soya en todos los alimentos que se distribuían a la población. Aunque no podemos dejar de destacar las valiosas propiedades nutritivas de la soya, este es un alimento controvertido y estoy seguro que la soya, con el mal olor que caracterizaba a algunos productos con soya que se distribuían por la libreta de racionamiento, nunca estuvo adornando la mesa del “Comandante” y su familia en el Punto Cero, y tampoco estaba en la mesa de sus cercanos esbirros.
La obsesión de Castro por resolver la alimentación del pueblo cubano a su manera, lo ha llevado a desarrollar los más absurdos planes para alimentar a su “ganado”. Recuerden cuando quiso desecar la Ciénega de Zapata para sembrar arroz, el Cordón de la Habana, con su Café Caturra. Hubo una época en que trato de “reinventar  la chiva”, desarrollando vacas enanas para que cada cubano tuviera una en la casa y resolver así el problema de la leche. La pasta de Oca fue otra “maravilla” que se usó para alimentar al cubano (tan apestosa y de mal sabor como el picadillo de soya). La introducción en Cuba de la claria, que se ha convertido en un problema ecológico.
Una vez tratá de que los cubanos sembraran hortalizas en los jardines de las casas, entregar pollitos  para que los criaran en sus casas, y hacer  estanques en cada casa para criar peces. ¿Se acuerdan del plátano microyet, los mercados concentradores de papas? ¡Que desastre! y muchas otras “locuras” que nunca llegaron a poner más comida en la mesa del cubano de a pie.
¿Está el tirano Castro copiando lo que se le ocurrió a varios personajes británicos a finales del siglo XVIII, cuando quisieron desarrollar grandes plantaciones del “Árbol del pan” en sus dominios del Caribe, para alimentar a la multitud de esclavos que eran empleados como mano de obra, utilizando ahora la “Moringa” o para entretenerlo le pusieron la película sobre el “Motín del Bounty” y vio ahí el “Árbol del pan” y sus “beneficios” y en su calenturienta imaginación piensa que la “Moringa” puede ser el “Árbol del pan” de nuestros días? Recuerden que Castro ve a los cubanos como el rebaño de su hacienda que traducido al lenguaje moderno significa; “esclavitud a lo Castro”.
Si la “Moringa” es tan buena, ¿Por qué no la vemos en los mercados tradicionales de los países de Europa o los EEUU? ¿Por qué no está presente en la mesa de la dirigencia castrista y en Punto Cero? ¿ Por qué no se le ofrece a los turistas? Seguiremos ofreciendo el delicioso pescado del trópico, el camarón, la langosta, las selectas carnes de res, pollo, cerdo, sabrosas frutas tropicales y otros exquisitos manjares para los turistas extranjeros mientras le damos “Moringa” al pueblo.
Que pena que después de tanto fracaso económico y social, después de tantos muertos, presos, familias separadas, destrucción y miseria en la hermosa isla de Cuba, después de más de medio siglo escuchando, viendo y sufriendo todas estas “Locuras” de un “Señor” que ha causado a su país tanta destrucción y dolor, le estemos prestando atención a una locura más de esta mente diabólica, que ahora descubrió la “Moringa”.
La alimentación de los cubanos es entre otras, uno de los más sonados fracasos del experimento social cubano conocido como “Revolución” y liderado por Castro. Hoy, podemos decir que estas “locuras” son producto de un anciano demente, pero es que estas “locuras” no son nuevas.
Al cubano para tener comida sobre la mesa no necesita la “Moringa”, necesita libertad, por eso Castro quiere que los cubanos piensen más en la “Moringa”, estén entretenidos y no piensen en la libertad.