ANÉCDOTAS DE UN PILOTO AVIADOR

jueves, 7 de junio de 2012


ANÉCDOTAS DE UN PILOTO AVIADOR
(6-7-12-9:30AM)
Por  Edel Espinosa- Piloto aviador
Año de 1967.  La base de la  Aviación Agrícola y de Helicópteros   en la ciudad de Camagüey ( la llamada Ciudad de los Tinajones) que   se encontraba situada al otro lado del aeropuerto a unos kilómetros  de la ciudad  del mismo nombre, siempre ha sido un lugar de tránsito  internacional con gran afluencia de pasajeros. Este aeródromo de cabecera de provincia lleva el nombre de El Bayardo, Ignacio Agramonte.
La provincia poseía grandes extensiones de tierra sembradas de caña, decenas de ingenios azucareros, crías de ganado vacuno , etc. Una ciudad de unos 300 mil habitantes rodeada  de riquezas por todas partes. Así la recuerdo ese año de 1967.
Una carretera en buenas condiciones unía el aeropuerto y la Base Aérea con el pueblo a corta distancia uno del otro. Al otro lado de la pista principal 08/26 , había varias barracas o cuarteles que albergaban a los oficiales de la fuerza aérea que trabajaban junto con los civiles y soldados para dar servicio a los planes arroceros y la meta loca de lograr  10 millones de toneladas de azúcar 1970.
La jefatura poseía algunas pequeñas oficinas y la que no falta en todas la unidades militares del país: la sección  política. Muy cerca de la pista estaban las zonas de estacionamiento de aviones y helicópteros. Cerca de la entrada del aeropuerto a poco más de cien metros había una casa conocida por la  "La Casa Amarilla". Desconozco el origen de esta espaciosa residencia, pero en ese tiempo se utilizaba como casa de visita o albergue para los pilotos de la Fuerza Aérea.
Esa tarde me encontraba en la famosa casa amarilla descansando tratando de distraerme con el pájaro loco o el oso Yogui a través del televisor del lugar. Ese día nos encontrábamos  en el lugar el Tte.piloto Arturo González, persona muy seria, educada, también el Tte. Marcos, otro piloto que había estudiado fuera de Cuba  y el autor de este relato. Las noticias de un ciclón que amenazaba las provincias occidentales nos hizo cambiar la charla en que nos habíamos enfrascado esa tarde y todos pensamos en las posibilidades de volar hacia el occidente. ¿Por donde volar en caso de necesidad hacia la capital del país? Esa era la pregunta que nos hacíamos  los tres buscando una respuesta. No muy lejos de allí la capa de nubes cubría todo el horizonte acompañado de fuertes vientos. La charla  fue interrumpida por una orden de presentación en la jefatura para mis colegas que eran pilotos de helicópteros.
La jefatura dispuso la orden de salida hacia la Habana de varias de estas naves Mi-4 (Un Mi-4 en la foto) de fabricación soviética. Uno de los aparatos sería comandada por el capitán piloto Enrique Teurteló, otro por el primer Tte. Pérez Lastre y el otro por el Tte. Marcos. Con relación a este último nos extrañó que lo pusieran a volar ya que hacía tiempo que no tripulaba un helicóptero y no estaba apto para este vuelo en condiciones meteorológicas complicadas. La jefatura conocía de este hecho, pero en Cuba en la rama military, dicen que las órdenes son órdenes, no se discuten, el jefe es el jefe aunque esté borracho o en calzoncillos. Hace mucho tiempo el alto mando político y militar de Cuba hace creer que la orden del comandante en jefe encarna el mandato de la patria, así está escrito en las pancartas que se exhiben en las entradas de todas las unidades militares del país.
Se dispuso la salida de estas aeronaves en horas de la tarde hacia la capital del país, la Habana.  Con Marcos volarían  otros dos pilotos recién  llegados de la Unión Soviética, por supuesto sin ninguna experiencia. Todos los helicópteros arribaron a la Habana menos el de Marcos. Se estrelló en la ruta, chocando con una montaña cerca de Yaguajay. Todos perecieron. Tres aviadores y un mecánico de vuelo. Sirva este relato para denunciar a estos oficiales por negligencia,  tanto al capitán Enrique Teurteló comoal Tte. Pérez Lastre. Fue una tragedia lamentable que se pudo evitar. En todos los países  democráticos del mundo existen ejércitos,  fuerza aérea, marina, policía u otros cuerpos armados que se rigen por reglamentos, reglas, ordenanzas  para mantener la disciplina, el honor y el orgullo de llevar un uniforme que representa la nación a la cual usted pertenece. Los oficiales al mando de una patrulla, un pelotón, un escuadrón, un regimiento, una nave aérea o marítima  deben velar por la seguridad de sus subalternos tomando las decisiones  apropiadas en cualquier caso. De no hacerse así puede incurrir en un delito y ser llevado ante una corte militar, sometido a una rigurosa investigación y de ser hallado culpable, puede ser enviado a prisión por muchos años o incluso en algunos países enfrentar la pena de muerte.
En el caso que nos ocupa hoy debió haberse hecho en mi opinión, pero no fue así, donde hubo negligencia, mala decisión provocando la muerte de tres pilotos y un mecánico de vuelo. Alto costo si pensamos el tiempo que nos lleva preparar un piloto. La vida de una persona no tiene precio, pero todas esas cosas han sucedido en Cuba. Yo no soy juez. Juzguen ustedes.