"LA JUVENTUD CUBANA DE L.A."

jueves, 1 de marzo de 2012


"LA JUVENTUD CUBANA DE L.A." 
(2-29-12-4:50PM)
por Esteban Fernández Jr.
Hay que hablar de esto,  simple y llanamente,  porque la inmensa mayoría del exilio cubano desconoce esa gestión.  Este grupo surge en California, más o menos, en el año 66. 
Aunque yo estuve presente desde el primer momento,  no tengo la menor idea de cómo, cuándo,  ni qué día nace, ni quién lo formó, ni exactamente por qué surge. Fue algo completamente espontáneo, idóneo,  y hasta cierto punto,  sorpresivo. 
Absolutamente nadie puede decir: “Yo tuve la brillante idea de AGLUTINAR A  UN GRUPO DE MUCHACHOS CUBANOS PARA HACER ESTO O LO OTRO”. No existe quien pueda adjudicarse el liderazgo de la que en determinado momento se convirtiera en la ultra famosa y combativa “Juventud Cubana de Los Ángeles”.  Esa que en la actualidad, mirándola retrospectivamente,  es parte importante de la historia del proceso cubano en esta ciudad californiana. 
No era una agrupación política ni ideológica  porque jamás  se hablaba de esos temas en las reuniones que tenían lugar  en aquel legendario local del RECE que  bondadosamente nos brindaban sus dirigentes locales, Roberto Soto, Tony Fernández, Abel Pérez, Tony Calatayud y su hermano Eduardo. Allí solamente se indagaba atropelladamente: “¿Qué podemos hacer esta semana en contra de los comunistas y fidelistas locales?”.  
Era un grupo heterogéneo que simplemente lo unía el fuertemente arraigado anticastrismo y  anticomunismo de sus miembros. No existía una declaración de principios, ni reglas ni disciplina a seguir. 
¿Quién era el jefe? Todavía no tengo la menor idea de cómo responder a esa pregunta. Funcionaba de esta manera: alguien decía:  “Los comunistas locales van a celebrar el 26 de Julio en la First Unitarian Church”,  y para allá iba la masa combatiente a intentar romper la fiesta. Después de la bronca, como cuando se desbarató el acto de Hortensia Bussi viuda de Salvador Allende con gases lacrimógenos, donde hubo heridos de ambas partes, se corría la noticia, y más jóvenes se unían a la próxima contienda. Ese día yo fui golpeado en una mano y Leonor Gaviña me sirvió de enfermera.
De pronto, a alguien se le ocurrió incluir en la lista de enemigos a los pacifistas que protestaban en contra de la guerra en Viet Nam. Esto engrandeció la lucha porque ellos sumaban miles y “La Juventud Cubana de Los Ángeles” nunca llegó a tener mas de 70 miembros. 
Con terror a cometer 20 omisiones,   recuerdo  algunos de sus nombres:  Carlos Hurtado, Alberto y Gilberto Barco, Pepito Garcell, Milton Sorí, Mario Iglesias, Héctor Casanova, Franklin Denis, Carlos Fandiño, Roberto Romagosa, Víctor Enrique Pérez, Ernesto Estévez, “Pucho” Granda (hijo del famoso Bienvenido), “Chucho” Abich, Henry Enterríos, Saúl Menéndez, Carmelo Álvarez, Gilberto “Tarzanito” San Juan , Hector Rodríguez, Andrés Vives, Daniel y Bruno Caamaño, “Pepecito” Martínez Alegría, Ray Rodríguez, Leo Fandiño, “Pepín Vallejo”, Fulgencio Gil, Pedro Gaviña, Andy Campillo, Mario y Hugo Byrne y muchos mas. Recuerdo que fue en la protesta contra la presencia del Circo Ruso que conocí a Aldo Rosado Tuero. 
Inicialmente el grupo no tenía nombre,  hasta que uno de los grandes pilares de Alpha 66 en California, el señor Néstor Aranguren, comenzó a llamarnos “La Juventud Cubana de  Los Ángeles” en escritos que aparecían  en La Prensa. Nos gustó y aceptamos el calificativo. 
Junto a las broncas callejeras contra los enemigos de la causa cubana,  también comenzaron rápidamente entrenamientos militares en el Desierto de Mojave, lo cual convirtió a “La Juventud Cubana de Los Ángeles” practicamente en una agrupación paramilitar. 
Fue, sin lugar a dudas, una etapa muy bonita e inolvidable y en donde hicimos  entrañables amigos, que todavía hoy,    muchos años mas tarde,  consideramos nuestros inseparables hermanos de lucha.