IGLESIA DE EL COBRE INVADIDA POR SATÁN

martes, 21 de febrero de 2012


IGLESIA DE EL COBRE INVADIDA POR SATÁN
(2-16-12-5:00PM)
Por Francisco Sau Boix. 
"Alejandro", es el seudónimo del Teniente Coronel de la policía política en Santiago de Cuba, el máximo responsable y artífice de la represión contra las Damas de Blanco en particular, y toda la disidencia en general, y cuyo nombre verdadero puede que tenga que ver más con su diminuta personalidad, que con ese gigantesco seudónimo, cuyo nombre inmortalizó el Rey de Macedonia, quedando para la posteridad como Alejandro Magno. 




http://youtu.be/t1RoczSlg5M


Aunque para similitudes, podríamos decir que Alejandro Magno procedía de la dinastía Argéadas, y Fidel Castro tiene como segundo nombre, Alejandro, y para intentar buscar le coloquen un tercer nombre a semejanza del adorado rey, fundó la dinastía que impera en estos momentos en Cuba, para en un futuro bastante cercano, después de su muerte, sea nombrado, Fidel Alejandro Magno, fundador de la dinastía Castro. 
En este delirio de grandeza, delirio de locura, delirio, seguramente ordenó que todos los jefes de represión en las distintas provincias usen el seudónimo de Alejandro, como una extensión de su maquiavelismo en forma de tentáculo que lo abarca todo, dándole esa imagen de Belcebú que somete a todos los que se encuentran atrapados en su red de tentáculos, endiablada y tenebrosa. 
El vídeo a continuación, publicado por la UNPACU (Unión Patriótica de Cuba), muestra al diminuto personaje en la Iglesia de El Cobre, no confesando sus pecados, para suerte del Padre de esta iglesia, ni tampoco rezando, ni encendiendo velas, ni pidiendo salud, paz y prosperidad para el prójimo, sino todo lo contrario, organizando, supervisando y dirigiendo a todos sus fieles diablillos para que se encarguen de quitarles a todos los prójimos feligreses disidentes católicos, la salud, la paz y la prosperidad, que Dios les ofrece como pago por sus fervientes plegarias. 
Debería el Papa Benedicto XVI en su próxima visita a Cuba, y precisamente a esta iglesia, disponer de los preparativos y los sacerdotes especializados, para que sean estos pobres poseídos por Satanás, debidamente exorcizados. De lo contrario, cómo puede bendecir el Papa, por muy Papa que sea, una iglesia que está invadida por Satán.