HAY FRASES QUE DESNUDAN LA CONCIENCIA

martes, 7 de febrero de 2012


HAY FRASES QUE DESNUDAN LA CONCIENCIA
 (5-2-12-4:50PM)
Por Andrés Pascual 
Para que se tenga idea de lo que puede hacer una frase, ayer, en el noticiero de las cinco de la tarde de América Tevé, la cronista de espectáculos Marlén González, una fanática “padrísima”, “a todo dar” de Ricky Martin, comentaba sobre el papel que tendrá el boricua en una serie de televisión americana de ambiente juvenil. Como que el personaje que interpretará debe optar por una vacante de maestro de Español, a la periodista ¿se le fue? que “no solo eso (el idioma) les podría enseñar Ricky a sus alumnos…” lo anterior, que no sé si estaba en el contenido que le suministró el productor, puede decirse hoy con ese desparpajo, porque no existe ni la comisión que adecente al medio ni la mayoría televidente que exija las regulaciones prohibitivas de ese tipo de argumento chocante, indecente, agresivo y peligroso, ya que, como sabe todo el mundo, Martin no solo es homosexual, sino un descarado del oficio, sin contemplaciones ni respeto ni autocontrol.
A la sociedad americana la ha hundido en la mierda el uso de falsos derechos en función de plataformas políticas por el partido demócrata; para nivelar las acciones, la oposición republicana se ha visto obligada a incluir alguna que otra defensa de esos vicios en su discurso político.
La tarde la cerró el ex narrador castrista Yiqui Quintana cuando dijo que “un gran atleta cubano se encontraba enfermo en La Habana…” el personaje en cuestión es el esbirro-sicario Lourdes Gourriel, del que solo voy a decirles que, en los Panamericanos de 1983 en Caracas, golpeó a traición en la cara a Rafael Ávila, cubano y ex vicepresidente de los Dodgers, causándole profundas heridas en la boca. La agresión se había fabricado en las oficinas del G-2 en la Isla.
Durante varios días, el Enemigo de la Bahía ha seguido un dolorcito de pecho de Teófilo Stevenson, otro matón abusador del castrismo, con más interés, delicadeza y puntualidad que su matriz Granma. 
 “Distinguido compatriota Aldo Rosado-Tuero
He considerado oportuno ante la gravedad de Eduardo Arocena -que he conocido por su periódico-hacerle saber que desde que el Presidente George Bush terminaba su mandato le solicitamos el perdón presidencial para ese preso cubano llamado Eduardo Arocena aun sabiendo la gravedad de sus acciones y no estando de acuerdo con su filosofía de lucha. Lo hicimos y lo volvimos nuevamente hacer hace poco con el presidente Obama por humanidad porque valoramos mucho el sufrimiento de su familia y consideramos que ya Arocena ha pagado un alto precio por suserrores y merece la libertad.
Por razones de falta de cultura politica los que piensan diferentes solo emiten criticas pero nunca admiten o reconocen acciones como la mencionada.
Ante la gravedad del ser humano pongo en sus manos nuestro esfuerzo y apoyo a su libertad.
Saludos.
Oscar Peña-Presidente Comité Cubano Pro Derechos Humanos”
Bueno, ya leyó quien lo firma, yo no lo conozco personalmente, incluso  tengo la impresión de que puede ser una de dos: o sembrado encubierto, o buena persona, tanto que ofende y confunde; sin embargo, parece decente y aguanta más que Gavilán, porque casi todo el mundo le “echa con el rayo”. Fue dirigido al director de Nuevo Acción, Aldo Rosado y publicado en la edición del día 2 del presente febrero.
Debo reconocer que es un guerrero exageradamente estoico en su extraño pacifismo, porque no concede. El individuo considera que Arocena, el último Titán contra la dictadura, “ya pagó por su error”.
Oscar Peña(foto) pertenece al grupo que, cada vez que pueden, recuentan “las actividades terroristas” de Posada,  de Santiago, de Osvaldo… de las que solo conocen por la información fabricada en Cuba para el Nuevo Herad y para el resto de la prensa antiamericana y procastrista de aquí. Pero nunca las de la tiranía que, si algunas no son conocidas con despliegue de información ni comprobadas absolutamente, pudiera ser, y esto es un entredicho, porque quién sabe cuán eficientes “limpiadores” a sueldo de poderosos grupos de la alta política americana, se hayan encargado de borrar sus rastros. Esta gente, por lo general,  se ocupan muy poco o nada de conocer más allá de los 5 terroristas presos con beneficios carcelarios increíbles que, por supuesto, apenas mencionan.
Como que a veces entiendo que a cualquiera se le “puede ir” un  gazapo, ojalá que esa haya sido la razón por la que Peña, supuestamente luchador contra el castrismo, haya dicho la frase sacrílega. Si no, en mi caso, no solo “disiento” de todo lo que tiene como agenda por la libertad de Cuba, con la que se desvía del “frontalismo” a través de esa forma rara y gandhista de lucha por los Derechos Humanos; sino que, si pudiera, lo encausaba por difamación, lo que algunos confundirán con “lo que Castro hace allá no podemos repetirlo aquí”, expresión que es una bonita forma de consentir a la dictadura y a sus asesinos.
En el caso de Peña, se está en presencia del fundador de la “Doctrina de Borrón y Cuenta Nueva”, de la que es máximo y creo que único propulsor y propagandista, la que, inclusive, ningún miembro de la tiranía ha sugerido jamás ni a sabiendas de que sería una forma de cubrise la espalda y, más que esta, la cabeza.
Peña, que impresiona como gente decente, es una lástima que no cuide el uso de sustantivos y adjetivos controversiales y peligrosos, como no sea una declaración abierta, ex profeso, de su conciencia.