UN DIA DE HABER…

UN DIA DE HABER…

 (1-5-12-5:00PM)

Por Andrés Pascual

Existe solo un cubano, el que se preocupa por mantener los valores patrios; el que anhela y lucha por la libertad, ciudadano decente ante cualquier situación por engorrosa que sea; sin embargo, también hay un elemento que nació en la Isla, antítesis de lo que describí como características del nacional reyoyo o 100 % que, porque no tiene identidad nacional, pues solo lo es por nacimiento.

El cubano auténtico está exiliado fuera de Cuba o, dentro de la propia Isla, expuesto a mil y una amenazas que buscan quebrantar sus principios y su vida.

El pseudos-cubano también está dentro de Cuba golpeando opositores indefensos, delatando al vecino o, en el exterior, como miembro de la comunidad económica de factura castro-americana: quedadito, agente de inteligencia y, en todos los casos, a la disposición de la tiranía para que, en su nombre, de mil formas, cumplan con el objetivo de robar, de cometer actos desestabilizadores políticamente, incluso terroristas, a favor no solo de la dictadura, sino del movimiento comunista internacional cuando se le ordene.

Lo que nadie se explica es cómo puede ser posible que en el mundo, desde los últimos 20 años, odien tanto al cubano exiliado por ciertas facetas que le son ajenas a nuestra nacionalidad histórica, como la delincuencia, la prostitución o la autosuficiencia y el egotismo; sin embargo, simpaticen y apoyen a la fábrica gestora de ese tipo de elemento: el castrocomunismo.

¿Son justas las protestas porque se regule el relajo que formó Obama con respecto a los viajes turísticos de la comunidad a Cuba? El concepto viaje humanitario, que incluso el propio exiliado lo aprueba por miedo a echarse "la grada encima" ante tanta grosería de estos elementos que casi llenan Miami, ¿Debe aprobarse o justificarse? No, porque un supuesto cubano que llegue aquí no es un emigrado común y corriente, sino alguien que se supone sea un perseguido político o en peligro por tal descontento con la tiranía que no pueda resistir el diario.

Peor, ningún otro país tiene las ventajas del Ajuste Cubano, válidas durante una época, pero anacrónicas por obsoletas hoy por la violación sostenida del objetivo de su legislación...

Si un nicaragüense, un hondureño, un mexicano...que llegan a diario a Estados Unidos por motivos económicos más difíciles que los de estos "cubanos", que abandonan a Cuba a pesar de que "tenía el frigidaire lleno de carne de res y me buscaba mil dólares semanales" (si fuera verdad, robando, claro), son deportados sin contemplaciones, ¿Cuál es la justificación moral para ver con normalidad un viaje "humanitario" de uno de estos quintacolumnistas de la dictadura? ¿Porque dejaron sola a mami, a la mamá o al papá? ¿Por qué no pensaron antes que esto no era una mudada de Marianao hacia Párraga? El Ajuste Cubano es un welfare de los americanos al castrismo, en eso degeneró la ley.

Pero la culpa no es de ellos, es de los sectores americanos interesados en burlar el embargo y en destruir el exilio, lo raro es que los Congresistas y los Senadores cubanos nunca hablen de eso ni busquen alguna solución que pueda derogar una ley que se incumple a diario de acuerdo a por lo que se creó.

La bulla, la protesta por las regulaciones a esos viajes, a los llamados humanitarios que tampoco deberían existir incluso, no se escucharon por las últimas medidas contra el bolsillo del "emigrante humanitario", ni aquí ni en Cuba sus familiares, lo que demostró que la bronca no es con Raúl que, ni si los manda a matar seria el culpable.

Antes era común pedirle "un día de haber" cada semana a la población, era "donar" el pago de una jornada de trabajo por lo que quisiera el régimen y uno de los sectores más beneficiados fue el MINFAR con lo de las Milicias de Tropas Territoriales, a quienes se les tenía que entregar mensualmente esta especie de diezmo forzado.

En 1972 fue una libra de azúcar para ayudar a Allende, que la cambiaron por dos libras de harina de maíz, parece que, en silencio, siguieron ayudando a Pinochet, porque el azúcar no regresó y la harina la retiraron de la libreta de racionamiento poco después.

Recuerdo haber leído cuando estaba preso que se pidió un día de haber para construirle una casita a Winnie, la esposa adúltera y asesina de jóvenes surafricanos que “la atendían como amantes’, porque la que tenía se la habían incendiado, ¿De cuántos millones era esa casita?

En 1991 tuve una discusión con un gerente regional de Sears, de raza negra, que me cuestionó mi desagrado y rechazo por el jefazo del CNA, a raíz de su visita a Miami; sin embargo, cuando le expliqué lo de la casita millonaria de Mandela, pagada con el día de haber, se sonrió y me dijo, "eso de ustedes tal vez no sea como uno cree aquí" el tipo me respetaba y entendió y, con el tiempo, aprendió más: desde hace 17 años recibe cuanta información en inglés puedo enviarle sobre la tragedia cubana y "va cayendo".

¿Cuántos elementos balseros, quedaditos, informantes, chivatos o agentes protestaron nunca por la forma como les robaron el dinero con el día de haber?

Entonces, ¿Por qué tengo que justificar o aprobar un viaje a Cuba de nadie ni porque su madre haya quedado allá? ¿Por miedo a que me consideren como dicen siempre, "que no tengo familia o no me interesa"? Que digan lo que quieran, pero lo que le ronca es que salgan de Cuba sin haber protestado nunca contra nada que les hiciera daño de verdad y, cuando lleguen aquí, por la blandenguería americana ante el qué dirán en asuntos de democracia, derechos humanos y libertinaje, que es su verdadero nombre, además de intereses políticos coincidentes u otros económicos, yo tenga que pasarles la mano ante la falta de moral y de principios con "no me opongo si tiene a su madre allá".

Yo sí me opongo, si la tiene allá o donde sea y dejé a la mía, fallecida hace 6 meses con 22 años de no verla, a la que quería tanto como el que más de estos elementos  que, por lo que hacen en franca violación de la moral y el orden exigido, aparentan lo contrario, porque nada hacen que contribuya a liberar a Cuba para que su madre, si está en la situación precaria y desesperada que dicen, pueda respirar en libertad, sobre todo eso.