¡COMO VIENE VA!

sábado, 14 de enero de 2012


¡COMO VIENE VA!
(1-10-12-5:00PM)
DE OSCAR PEÑA
"Se hace obligatorio felicitar al director de Nuevo Acción Aldo Rosado-Tuero por este editorial en su Diario Digital. Cuando en un desierto alguien encuentra agua, debe dar gracias... y esta bella, firme y democratica posición de Aldo Rosado Tuero es agua en el desierto, es enseñanza y cultura política para los comisarios que abundan en Miami.." Oscar Peña.
COMENTARIO DE ALDO ROSADO-TUERO:
Mi estimado Oscar se refiere a mi columna de hace dos días.
Por esto que abogo desde las páginas electrónicas de Nuevo Acción, son los mismos postulados que enarbolé desde que casi un niño me opuse al gobierno de Batista y por los que tan temprano como marzo del 1959--a pesar de haber sido "revolucionario"--ya estaba "jeringando" a los recién vencedores, entre los que me contaba; y ya unos meses después, andaba conspirando para evitar la hecatombre que se nos venía encima. Hoy los resalto, porque creo que hace falta y porque muchos los han olvidado en el maremagnum de la lucha.
Lo importante, querido Oscar es  usar un solo rasero para medir; y hacer "lo que en cada momento es necesario". Como cristiano que sé que eres,  te remito al Eclesiastés 3, versículos del 1 al 8:
"TODO TIENE SU TIEMPO"
1-Todo tiene su tiempo y todo lo que se hace debajo del cielo tiene su hora.
2-Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado.
3-tiempo de matar,  y tiempo de curar; tiempo de destruir y tiempo de edificar;
4-tiempo de llorar, y tiempo de reir, tiempo de endechar y tiempo de bailar;
5-tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6-tiempo de buscar, y tiempo de perder, tiempo de guardar y tiempo de desechar;
7-tiempo de rasgar y tiempo de cocer, tiempo de callar y tiempo de hablar;
8-tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
Como cristiano y siguiendo las enseñanzas de la Biblia, escojo actuar, según el tiempo que me dicte mi conciencia, sin que por ello  me convierta en un Torquemada, pero no siempre se puede ofuscar uno y empecinarse en cosas ilógicas con el enemigo de nuestro pueblo que no entiende de amor inagotable sin reciprocidad, ni se puede ofrecer perdón a quien no lo pide ni se arrepiente del daño que ha ha hecho y aún continúa haciendo.  Y sobre todo, recuerda querido amigo: no puede haber paz sin justicia.
Aldo Rosado-Tuero