En estos momentos y para mi honor, solo soy miembro del "Presidio Político Histórico Cubano" y dentro de unos días volveré a ocupar un cargo dentro de su Ejecutivo, pero eso no me limita para conservar mi independencia de criterio. Pero bueno, vayamos al "grano".
Es sumamente ridículo que desde ahora, algunas personas estén haciendo "campañitas" presidenciales para uno u otro dirigente opositor, llámese este Biscet, Payá o Maseda.
Lamentablemente, hay muchos que se "destiñen" al final del camino, por eso hay que ser pacientes y no poner "los huevos en una sola canasta", porque casi siempre "el que vive de ilusiones, muere de desengaños" y los apasionamientos ya nos han hecho acumular infinidad de experiencias bien desagradables sobre estos temas a lo largo de nuestra historia nacional.
Por otra parte, hay organizaciones que solo publican los arrestos y abusos en contra de sus miembros, pero ignoran las detenciones y golpizas que reciben otros hermanos, por parte de las fuerzas porristas y represivas del régimen. Esto es bochornoso y desohonesto. ¿O es que los hermanos de otras organizaciones que no sean las de ellos, no son también patriotas y cubanos? No he querido referirme a nadie en particular, para evitar divisiones, "pero al buen comprendedor, palabras sobran". Esperamos que estos hermanos de lucha, rectifiquen esa posición egocéntrica y sectaria. De lo contrario, si insisten en su equivocada actitud y como no tenemos "pelos en la lengua" para cantar verdades, "ni tejado de vidrio" que nos lo impida, los mencionaremos por sus nombres. Cuba, su lucha y su sacrificio, es de todos los buenos cubanos y no de un solo grupo.
Con todo respeto, no creemos que con fuegos artificiales desde el mar, ni pidiendo la intervención militar de la ONU en Cuba, por solo citar dos ejemplos, se resuelva el problema de nuestro país. El problema cubano solo se resolveró en las calles, pacífica o violentamente, pero en las calles, y creemos por nuestra parte, que ya basta de poner la otra mejilla para que las turbas porristas financiadas y alentadas por el régimen, continuen golpeando inmisericordemente a lo mejor de nuestro pueblo. Todo tiene un límite y ya se ha llegado a él. Es hora ya de seguir los ejemplos de Céspedes, Agramonte, Gómez, Maceo, Martí, Echeverría, Ramírez, Boitel, y tantos y tantos cubanos, que sin más salida al reclamo de sus derechos, convocaron y practicaron la guerra justa y necesaria. Para Cuba ya es hora.
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