UNA OPORTUNA LECCIÓN PARA LA OPOSICIÓN CUBANA SINDICATOS AYER Y HOY
lunes, 12 de septiembre de 2011
UNA OPORTUNA LECCIÓN
PARA LA OPOSICIÓN CUBANA
SINDICATOS AYER Y HOY
(9-12-11-5:05PM)
Por Jana Kasparová **
Durante la
crisis del régimen
totalitario que en el año 1989 se agudizaba de forma imparable, los sindicatos
de Checoslovaquia también se vieron afectados. La única organización que
monopolizaba en este sentido la vida política era el Movimiento Sindical
Revolucionario, el cual contaba, antes de noviembre de 1989, con siete millones
de afiliados.
Tras el 17 de
noviembre, muchas de las principales organizaciones sindicales condenaron en los
centros de trabajo la brutal actuación de la policía y secundaron el llamamiento
del Foro Cívico a una huelga general. La condena de la manifestación por parte
de los dirigentes sindicales, así como sus declaraciones en contra de la huelga,
fue entendida como una traición de la cúpula dirigente del Movimiento Sindical
Revolucionario, lo que llevó a una masiva creación de comités de huelga por toda
la República Checa.
A raíz de la
iniciativa de nueve grandes comités de huelga en fábricas praguenses surgió la
Asociación de Comités de Huelga, que se convirtió rápidamente en el epicentro
del movimiento huelguista. A pesar de que la Asociación surgió de forma
espontánea, sin un aparato profesional y con únicamente 20 entusiastas, coordinó
el movimiento general de huelga que se dio en todo el país.
El 27 de
noviembre de 1989, desde las 12 hasta las 14 horas, se llevó a cabo en todo el
territorio de la República una huelga general, con un índice de participación
del 75 por ciento de los ciudadanos. Con el éxito de tal iniciativa comenzó un
nuevo capítulo de las actividades de la Asociación de Comités de Huelga. El
resultado fue la exhortación a celebrar unas nuevas elecciones en las
organizaciones sindicales y el apoyo a las peticiones del Foro Cívico. No
obstante, la Asociación de Comités de Huelga entró posteriormente en
contradicción con el Foro Cívico, pues no estaba de acuerdo con las directrices
de este último cuando propuso la transformación de los sindicatos nacidos
espontáneamente en plataformas dependientes del Foro Cívico.
Durante los días
2 y 3 de marzo de 1990 se llevó a cabo una reunión extraordinaria de todos los
sindicatos y asociaciones, en la que se clausuraron las actividades del
Movimiento Sindical Revolucionario y se fundó una central totalmente nueva: la
Confederación Checoslovaca de Uniones Sindicales.
Una de las
decisiones más significativas de la reunión fue el reparto de las propiedades
del antiguo Movimiento Sindical Revolucionario entre las organizaciones
fundamentales, las uniones sindicales: la mayor parte de las propiedades comunes
quedó a disposición de la gerencia de las nuevas organizaciones. Una parte de
las posesiones cedida de esta forma a la organización quedó más tarde, en el año
1994, a disposición de la sociedad de acciones GEN, cuyos accionistas eran las
organizaciones sindicales individuales.
Una lamentable
falta de profesionalidad en la gerencia de estas propiedades y la total ausencia
de principios al vender las acciones de GEN a elementos ajenos al mundo sindical,
fueron la principal razón de que los sindicatos perdieran una enorme y lucrativa
parte de sus propiedades inmobiliarias. Los nuevos sindicatos actuaron de manera
decisiva en los procesos de transformación de la nueva sociedad.
De acuerdo con
las proclamas de una gran parte de la ciudadanía, y, consecuentemente, con una
gran parte de sus miembros, en los comienzos de la transformación económica
promovieron con entusiasmo los primeros y radicales pasos de la reforma
económica, que tenían una orientación claramente liberal. Con vistas a la
aplicación de estos planes, crearon las condiciones más favorables para el
consenso social.
Sin esta postura
de los sindicatos, la exitosa transformación de la República Checa habría sido
impensable. Los sindicatos instaron a seguir la vía rápida en la privatización
de las propiedades estatales. En ello les movía el interés por encontrar un
socio fiable en el sector de los empresarios para construir una actividad
colectiva libre.
Por eso llamaban
la atención sobre la lentitud e ineficacia del proceso de privatización y
también, por otra parte, criticaban la anticipada dejación del Gobierno de sus
tareas de dirección de dicho proceso, cuando todo se encontraba todavía en una
fase inicial. Dicha dejación (generalmente conocida como la "agonía de las
empresas antes de su privatización") tuvo efectos muy dañinos para la situación
de las empresas y, en general, para el asentamiento del sector empresarial.
Como
consecuencia de estos procesos, la sociedad se vio impelida a pagar un impuesto
por la reparación de los errores del pasado y para el saneamiento general de la
economía. Aparte de eso, después de la primera convulsión de los precios que se
dio en el año 1991, se consiguió poco a poco una ralentización de la inflación.
El aumento de los salarios, un apropiado sistema de reparto de compensaciones en
el ámbito de las rentas sociales y, sobre todo, un bajo índice de paro,
contribuyeron en conjunto al nacimiento de una sensación de mejora en el nivel
de vida.
Los sindicatos
fueron esencialmente los únicos socios significativos y reconocidos del Gobierno
en la tarea de preparar la reforma del sistema social. Las negociaciones
tripartitas llevaron a la propuesta de una serie de disposiciones que fueran
preparando el terreno para los cambios. En octubre de 1990 se estableció un
consejo "tripartito" (Consejo de Acuerdos Económicos y Sociales) para debatir
las medidas económicas y sociales.
Se trataba del
acuerdo voluntario de tres pilares sociales: el gobierno, los sindicatos y la
patronal. A pesar de un ambiente de colaboración, se produjeron momentos de
cierta tensión ideológica, la cual -tal y como demuestra el ulterior desarrollo
del problema- anunciaba ya una futura lucha entre los sindicatos y el Gobierno
acerca del carácter de la reforma social.
**Jana
Kasparová es redactora jefa del semanario sindical Sondy y consejera de medios
de comunicación del presidente de la Cámara Checomorava de Uniones Sindicales.
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