A TI, MAFIOSO CUBANO

viernes, 16 de septiembre de 2011

DE LOS ARCHIVOS DE NUEVO ACCIÓN
(9-14-11-5:30PM)
A TI, MAFIOSO CUBANO
Por   Dorcub
Llegué una noche a Miami hace más de una década, después de unos meses de Odisea, aunque ya había visitado otros países, en esta ocasión iba a la Meca De La Mafia cubana, aquella ciudad que solo conocía por el papel sanitario cubano, el cual nos decía que en esa ciudad estaban los hijos malos de Cuba, aquellos que lo único que le importaban era su ambición, aquellos que se habían enriquecido con las drogas, o eran sustentados por la CIA, llenos de odio y rencor.

Recuerdo esos días como si fueran hoy. Entre de los que me fueron a recibir al Aeropuerto estaba usted un Mafioso más, aquel que fue amigo de mi padre y mi tío, pero desde el momento que decidió salir de Cuba dejó de serlo, por traidor. Sólo lo conocía por las anécdotas que me contaban que a veces pronunciaban tu nombre, de los momentos que jugaban pelota, o salían con las novias.

Te recuerdo Mafioso, en cuanto me vistes me dijiste que era  cagado a mi papa, y me abrazaste, nos fuimos a tu casa. Esa noche me ofreciste alojamiento, comida, ropa, me llenaste de preguntas del barrio de mi familia que ¿como estaban? Que tú no ibas a Cuba hasta que se cayera el mari…. ese.

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Recuerdas Mafioso? Cuando me preguntaste por aquella vecina al doblar de la esquina que,  según usted estaba buenísima,  que le tuve que responder que era una vieja que no podía ni caminar, pero en su memoria la tenía como tremenda Jeva. Le contaré Mafioso que esa historia se repitió cuando pude traer a mi hijo hace poco por supuesto con otra jeva del barrio.
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Recuerdas Mafioso? aquella noche que llegaron otros muchos mafiosos y mafiosas y cada quien me daba dinero, ropa, me abrazaban como si me conocieran de siempre.
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Recuerdas Mafioso cuando al otro día me llevaste hacer todas las gestiones de Inmigración que me faltaban, como de ahí me llevaste a la Ermita para cumplir mi promesa. Déjame decirte que  fue la primera vez que puse un pie en una iglesia. De ahí fuimos  a aquella clínica de otro Mafioso para que te recetaran otros espejuelos porque tenías cataratas, y allí me presentaste a todos los Mafiosos que estaban esperando en la consulta como TU SOBRINO EL QUE SE ESCAPÓ DE CUBA y de nuevo los abrazos y las preguntas.
Han pasado unos cuantos years de eso Mafioso,  y pienso: nunca ví en tu casa una droga. Por cierto, ni fumaban. Se que el dinero que entraba a tu casa venía de un buen retiro por haber trabajado muy duro. En esa estancia en tu casa  nunca escuché una palabra de odio o rencor, solamente me dijiste en una ocasión “mira que se lo dije a tu papé y a tu tío ,que aquello era una mier…”
Ahora Mafioso, te diré que yo soy diferente de ti. USTED ES MAFIOSO DE MIAMI Y YO SOY UN MAFIOSO DE CALIFORNIA
A tu memoria. Que Dios te tenga entre sus cielos y que veas desde allá arriba una PATRIA LIBRE!(Publicado en la edición del jueves 8 de noviembre del 2007)