PUNTO Y. APARTE

martes, 20 de septiembre de 2011

PUNTO Y. APARTE
(9-19-11-5:05PM)
Por: El Director
Aunque a algunas personas sin historia en esta lucha contra la tiranía castrista les moleste sobremanera que se publiquen cosas de esa lucha y se hable de los que tienen historia, en Nuevo Acción lo seguiremos haciendo, no por vanidad personal, ni por halagar la vanidad de otros, sino porque creemos que es necesario, que las nueva generaciones estén conscientes de que hay una heroica historia de resistencia a la tiranía, y que en cualquier esquina de Miami, se puede uno encontrar con un héroe anónimo, cuya historia de lucha y sacrificio, es digna de ser contada, para ejemplo de las actuales generaciones y de las venideras.
Lo malo no está en recordar lo que se ha hecho en pro de la libertad, sino en conformarse con eso y no seguir luchando para re editar, de acuerdo a las circunstancias actuales lo que se hizo, o en tratar de usar a otros para utilizarlos de peldaños para escalar posiciones y luego pisotearlos.
Yo no le digo a nadie como llevar su página de Internet, por lo que no acepto imposiciones, ni que me digan que debo o que no debo publicar en mi página.
El primer ingrediente para  mantener una amistad larga, es el respeto mutuo, quien olvide eso, no tiene porque convertirse en un enemigo, pero no puede ser mi amigo.
Si hay algo que yo aborrezco personalmente, es el triste espectáculo de los que tratan de sacar ventajas personales, de cualquier conjunción de la lucha.
Quien delante de mí, use la sagrada causa en la que estamos envueltos los que de verdad amamos a Cuba, para obtener una ventaja personal, para él o ella, o para algún familiar, tendrá de inmediato mi repudio y la seguridad de que no caminaré a su lado, ni un paso, desde ese mismo instante.
El espectáculo infamante y bochornoso de alguien tratando de sacar ventajas económicas de esta sagrada lucha, es para mí, la mejor prueba de que quien haga eso, no está en esta lucha por amor a la patria, ni luchando desinteresadamente.
Por la memoria sagrada de mis hermanos caídos en esta epopeya, como Lino González, Angel Manuel Moreno, Norberto Camacho, Arnoldo Martínez Andrade, por solo citar a unos pocos entre muchos, me niego rotundamente a caminar junto a los que han demostrado que les falta honradez y honestidad.