(8-21-11-5:00PM)
ES HORA
DE HABLAR CLARO Y ALTO
Por Aldo
Rosado-Tuero
Ya estoy hasta
la cocorotina de ser ”políticamente correcto”, según los parámetros establecidos
por las izquierdas liberales. Según estos parámetros, no se puede ripostar
cuando nos atacan los castristas y sus compañeros de viaje, hay que hablar sólo
de resistencia pasiva contra la tiranía, hay que pregonar el borrón y cuenta
nueva y no mencionar a los presos políticos históricos que llevan pudriéndose en
las mazmorras castristas muchos años más que los presos de la Primavera del
2003.
Para ser
“políticamente correcto” hay que solicitar, pedir, suplicar a los detentadores
del poder, a los verdugos del pueblo cubano, la libertad de los sesenta y tantos
presos que quedan de los setenta y cinco originales. Los demás presos no existen.
Los que guardan prisión porque desembarcaron en Cuba, en pie de guerra o para
llevar ayuda a los resistentes. Los que fueron condenados por realizar actos
considerados hostiles por los “segurosos”, esos que se fuñan. Hay que complacer
a la “progre”, para ser considerado “políticamente correcto” y olvidarse de esos
valientes compatriotas.
Pues bien
señores, no. No me da la gana de seguir la corriente “progre”.
¡Al carajo la correctividad
política!
Yo estoy acostumbrado a
ir contra corriente. A marchar de frente contra viento y marea. Y me ha ido muy
bien con mi conciencia.
Desde hoy
comenzamos en Nuevo Acción una campaña para recordarle al mundo, a nuestros
lectores, a todos
los
ciudadanos, el
sufrimiento, los años en el presidio de esos hermanos olvidados de la mayoría.
Hay, hasta
donde sepamos, casi una treintena de prisioneros políticos que guardan prisión
en las cárceles del castrismo, procedentes del exterior. En otras palabras,
patriotas, que abandonaron las comodidades de que gozaban en Miami y otros
lugares del exilio, para ir a Cuba a cumplir con su deber de luchar por liberar
a su Patria. Y hay además otros prisioneros, condenados por ayudar a
organizaciones del exterior, que buscan el derrocamiento de la tiranía y se
oponen a cualquier acomodo con ella.
En esas
mazmorras hay hombres de distintos Movimientos del exilio, entre ellos, 9
hombres de DIN (Directorio
Insurreccional Nacionalista), de los que la gran prensa nunca habla, de los que
casi ninguno de los líderes de los movimientos existente en el exterior, y mucho
menos de los del interior, se atreven a mencionar, cuando se habla de presos
políticos.
Basta ya de esa
discriminación criminal e injusta. Esos cubanos son la mejor prueba
de
que
desde
el exilio, no
se manda a hacer, sino que se predica con el ejemplo. Y lo que es más: a ninguno
se le pagó nunca un centavo, para que se prepararan para ir a Cuba, ni para
luchar por lo que creen.
Ante esta
miserable actitud de olvido cómplice e interesado, se alza la Voz sin Mordaza
de Nuevo Acción, para recordar al mundo que hay héroes anónimos que no merecen
ser abandonados.(Publicado
el lunes 3 de diciembre del 2007)
0 comments
Publicar un comentario