LA HISTORIA EN LA MEMORIA 10 DE MARZO 1952

jueves, 10 de marzo de 2011

LA HISTORIA EN LA MEMORIA
(3-10-11-5:00PM)
10 DE MARZO 1952
Por Enrique Artalejo 
Fulgencio Batista y Zaldivar, era candidato a la presidencia, por el Partido Acción Unitaria, en la elecciones a celebrarse el 1ro de junio del mismo año, y a menos de tres meses de las mismas, da un Golpe de Estado al gobierno del Dr. Carlos Prío Socarrás, interrumpiendo para siempre el ritmo constitucional de la República de Cuba. 
Las encuestas daban como ganador, al Ing. Carlos Hevia, del Partido Revolucionario Auténtico y Ministro de Obras Públicas en el gobierno de Carlos Prío, y a Batista sin la más mínima oportunidad de ganar. 
Más tarde, en 1958, nuevamente Fulgencio Batista, en las elecciones del 1ro de junio pudo devolver el ritmo constitucional al país.  El candidato a la presidencia Dr. Carlos Márquez Sterling, el mismo que había presidido la Convención Constituyente que creó la Constitución de 1940, había propuesto, que de salir electo convocaría a nuevas elecciones, e instaría a Fidel Castro, alzado en la Sierra Maestra, a que bajara de las lomas y que como partido político se presentara a las nuevas elecciones. 
El Dr. Márquez Sterling visitó nuestra emisora a principios del 58, y le propuso a Arturo Artalejo que figurara en su boleta. Después de un largo intercambio de opiniones Arturo declinó la invitación, tanto en su opinión como en la mía, Fulgencio Batista, con su tozudez demostrada ante todos los esfuerzos realizados por Don Cosme de la Torriente y su Comisión de Reconciliación Nacional, para que Cuba regresara a la constitucionalidad y se lograra la paz, no estaba dispuesto a aceptar soluciones razonables, que no realizaría realizar elecciones libres y que se disponía a imponer a su candidato a todo costo. 
El resto es historia.  En mi opinión, Batista impuso a su candidato el  Dr. Andrés Rivero Agüero, que no llegó a  tomar posesión del cargo. 
Más tarde, y en la misma reunión con los miembros de la Federación de Radioemisores de Cuba a principios de 1959, en la que entre otras cosas Fidel Castro declaró que no podía ganarle una guerra a EE.UU. por las armas pero que  le iba a envenenar su juventud (las  FARC y las drogas); el actual tirano sustituto declaró que “si hubiera salido Márquez Sterling, no había otra opción que bajar de las lomas y participar en las elecciones o quedarse en ellas para siempre”. 
En mi opinión, y recordando un 10 de Marzo más, Fulgencio Batista y los EE.UU,  fueron los que llevaron a Fidel Castro al poder, e iniciaron el largo camino que ha llevado a Cuba a su total destrucción. 
La historia es la única que pone en perspectiva los hechos.  El pueblo cubano gritó:
 “Peor que Batista no hay nada” y aclamó el cambio  “Fidel ésta es tú casa”, “Si Fidel es comunista, que me apunten en la lista” y el siempre enemigo de las democracias y promotor de la izquierda, el comunismo, el socialismo o los llamados ahora progresistas, el The New York Times, le vendía al pueblo norteamericano a “Fidel Castro, el Mesías de 33 años, con barbas, el  ídolo de la juventud, que devolvería a Cuba la democracia”. 
Los “cambios”, bueno, como nos enseña la historia, pueden ser para mejorar o no.  Hay un refrán que dice “Otro vendrá que bueno me hará”. 
Fulgencio Batista,  el reconocimiento de EE.UU. a su Golpe de Estado en 1952, y la entrega del poder a Fidel Castro en 1959, han sido responsables de la destrucción de Cuba por demasiados años, más de 50, y tomará un siglo su recuperación, si es que se logra alguna vez.   ¿Peor quién?  Batista o Castro. 
El ex presidente norteamericano Jimmy Carter, en mí opinión también, había sido hasta ahora el peor presidente de EE.UU. que yo he conocido, pero llegó Barack Hussein Obama y lo está superando con creses.  Carter comenzó la destrucción de EE.UU. y Obama la está completando.  EE.UU. no volverá a se lo que fue, por muchos años también. Si es que logra su recuperación algún día. 
¿Cambios?  Sí. Es necesario el regreso del “sentido común”, que a pesar de llamarse común, es el que menos se observa y se aplica en nuestros días.