Cuba:La dictadura bananera nuevamente visitada por Jimmy Carter

miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuba:La dictadura bananera nuevamente visitada por Jimmy Carter
Por Zoé Valdés
Jimmy Carter acaba de llegar a la isla por la enésima vez. Se ha reunido con el cardenal Jaime Ortega para discutir los cambios económicos de Raúl Castro, los que no se han producido ni se producirán. Se han reunido dos traidores a la libertad de la isla para discutir lo que no tiene discusión: que el dictador Raúl Castro, más conocido por Castro II, no hará cambio alguno que favorezca las relaciones con Estados Unidos. Hace tres años que lo ha venido probando, pero al parecer Carter no se ha enterado todavía, o no ha querido saberlo.
Por otra parte, dentro de Cuba, el raulismo light ha concebido y perfeccionado una disidencia a su conveniencia, una disidencia light, de buen ver; pelo al viento y chaqueta verde olivo, y la misma palabrería de los discursos habituales que se escuchan hace más de medio siglo. Son los contestatarios progres, los ultra-izquierdistas disfrazados de ovejas, la mentira de siempre disfrazada con el capuchón rojo de caperucita-socialdemocracia, y el lobo feroz sigue siendo el imperialismo yanqui, representado ahora por Barack Obama, pero con un enfermero repartidor de curitas o tiritas (como se dice en España) contra los rasponazos en la mejilla: Carter, el cartero.

Toda una disidencia bananera

El disidente de los americanos ya no es Oscar Elías Biscet ni Oswaldo Payá, ahora es Yoani Sánchez, con un equipo de marketing detrás que no lo brinca un chivo. Muy parecido al que tenía Fidel Castro cuando entró en La Habana en 1959. Cuidadito con el que la critique, le cortan la cabeza, y le parten las patas. Subrayo que es un equipo de marketing internacional, muy poderoso, respaldado por el exilio bobón, liberal y progre. Miren ustedes qué contradicción. Un equipo de marketing concentrado en una sola cosa, hacer de esta señora una heroína de Pendrive, y que Cuba se quede tal como está, para que los grandes negociantes sigan aprovechándose del dolor y de la pobreza del cubano de a pie. El tema va de: Vamos a hacer ricos a una, que desde dentro, sea la vocera oficial de la disidencia. Ya no existe nadie más aparte de ella. Hasta el huelguista Fariñas ha pasado a un segundo plano.

Fariñas sustituido

El huelguista Fariñas, por cierto, suplantó al ex vocero y ahora chivato revelado por el Ministerio de la Seguridad del Estado, Carlos Serpa, en los eventos de fin de semana de las Damas de Blanco, con el espectáculo consabido de los mítines de repudio. El circo de la república bananera. Hay quienes pagan por ir a restregarse en las cáscaras de plátano podridas.
El otro día, un periodista francés me dijo: "Ya lo de Cuba da asco... Yo asentí tranquila, pensando que se refería a la dictadura. Entonces se apresuró a aclararme: Lo de la disidencia de lujo y de diseño da asco. No entendía por qué la otra disidencia, la real, la verdadera, no se bota para la calle a protestar en contra de esta mala dramaturgia que ya todo el mundo sabe que existe. Yo tampoco entiendo hace rato.
A ese periodista le han pedido incluso, desde la oficialidad castrista, que entreviste a esos disidentes de diseño, a los blogueros, que al menos ellos tienen un discurso coherente. Sí, muy coherente con sus propios intereses.

¿Qué conseguirá Jimmy Carter de esa otra visita a Cuba?

Aparte de estrenarse otra guayabera, no creo que consiga nada. Por cierto, leí en alguna parte que había que eliminar la guayabera del ajuar del cubano ya que era identificada fatalmente con los dirigentes de la dictadura. Así piensan los cubanos. En el cerebro tienen la cuota de chícharos del mes, aún en el exilio. ¿Por qué eliminar la guayabera? Esa prenda siempre ha formado parte de la cultura del cubano, inclusive, en Miami se consiguió que esa prenda fuera introducida en las oficinas y bancos, como atuendo que personificaba la elegancia, junto a la de los trajes masculinos clásicos. ¿Por qué renunciar a ella? ¿Renunciaría alguien a un Armani sólo porque Castro I apareció en varias ocasiones del final de su mandato oficial (extraoficialmente sigue mandando) con un traje Armani? Seguro que no.
Sigamos con Carter. Además, se personó en el Centro de la Comunidad Judía en la isla, y no se habló ni una palabra de Alan Gross, el contratista norteamericano de origen judío, condenado a 15 años de cárcel, cuya condena cumple en la actualidad en las celdas castristas. No me extraña que no se haya tocado el tema, ya avancé antes que Carter no conseguirá más que darse el paseíto, que la prensa mundial vuelva a hablar de él y de los Castros, y también del cura traidor que desterró a más de cincuenta excarcelados cubanos mientras chupaba muy finamente la punta de un platanito.