Los muertos de Mazorra: Silencio en la noche… y por el día también
jueves, 28 de enero de 2010
Silencio en la noche… y por el día también
(1-27-10-5:30PM)
El gobierno comunista de Cuba mantiene un silencio sepulcral sobre la muerte a causa del frío de un gran número de los enfermos mentales de Mazorra. Fidel Castro, que le hace una “Reflexión” al mas “pinto de la paloma”, ha dado la callada por respuesta mientras los responsables de este crimen continúan trabajando en ese mencionado hospital de alienados como si nada hubiera pasado.
Por Antonio J. Fernández
Nunca en la historia de Cuba ha existido un gobierno más largo, corrupto y ladrón que el de Fidel Castro, que ya lleva más de medio siglo destruyendo el país que es lo único que hace bien. Durante el transcurso de su feroz dictadura, que aún sigue en pie porque su hermano Raúl es un títere que tiene que dar cuenta de todo lo que hace, nuestra patria ha pasado a ser de la Perla de las Antillas a un inmenso barrio de Las Yaguas que cubre todo el país.
Mientras el pueblo se muere de hambre día a día, sus casas se derrumban por falta de materiales, (materiales que nunca les faltan a los miembros de la cúpula del poder que viven en enormes mansiones) y sus calles llenas de huecos y baches que jamás se rellenan, el desgobierno de los Castro acusa de todos esos males al “imperialismo yanqui”, que como el “totí de las culpas” es acusado de ser el responsable de todo lo malo que existe en la isla mártir.
Ahora, se les ha presentado un problema que ha tardado un poco más de lo corriente: en inventar como achacarle la culpa a los Estados Unidos. Me refiero a los muertos de frío que fallecieron en el hospital para dementes de Mazorra, congelados hace unas semanas a causa de que no tenían ropa, sábanas o colchas para taparse y fueron encontrados muertos la siguiente mañana. La cifra de los fallecidos es bastante irregular. El gobierno castrista afirma que fueron 26, pero otras informaciones que llegan de Cuba aseguran que fueron 37, por lo menos.
Lo más extraño del caso es que, aunque los periódicos cubanos mencionaron el hecho, el “comandante en jefe”, tan amigo de las críticas en sus “Reflexiones”, no ha escrito una sola palabra sobre el caso y, sin embargo, ha dedicado todos sus últimos “trabajos periodísticos” a comentar la tragedia de Haití. Y allá fueron médicos cubanos, medicinas, equipos y todo lo necesario para salvar vidas. Muy loable, pero, yo me pregunto: “¿Y de mi Cuba qué”. ¿Por qué el gobierno comunista de Cuba es: “Luz de la calle y oscuridad de su casa”?
En la isla los hospitales carecen de todo, ya lo vieron en Mazorra. Sin embargo, esa misma mano que con tanta esplendidez envía al extranjero lo que no está al alcance de los cubanos en su propia tierra, ¿sabe acaso que “La generosidad empieza por casa”? Evidentemente sí lo sabe, pero le importa muy poco. A Fidel Castro nunca le ha importado Cuba ni su pueblo. Lo único que le interesa es lo que piensa el resto del mundo.
Y, desdichadamente, al resto del mundo nada le importa la tragedia de los cubanos.
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