ECOS DE UN INTERCAMBIO CIVILIZADO

miércoles, 20 de enero de 2010

ECOS DE UN INTERCAMBIO CIVILIZADO
(1-20-10-9:45AM)


Por Aldo Rosado-Tuero
Los cubanos estamos tan poco acostumbrados al intercambio civilizado de ideas, y la polémica con altura, que ha causado gran asombro y revuelo lo que en las sociedades verdaderamente democráticas, constituye el pan de cada día. Un intercambio esclarecedor de diferentes enfoques entre Oscar Peña y el que esto escribe, que se inició con un artículo de Peña en El Nuevo Herald y siguió con un artículo mío en el diario digital que dirijo, Nuevo Acción.
Estamos los cubanos tan infectados de sectarismo e intransigencia, que inmediatamente se llenó la internet de comentarios tomando parte desde ambos puntos de vista. La inmensa mayoría veía esta simple acción de disentir y aclarar posturas mutuas como el inicio de una guerra de artículos de réplicas, contra réplicas e insultos. De hecho, no faltaron los exaltados—sin historia participativa en esta lucha—que se lanzaron a ofender gratuitamente.
Y lo cierto es que nada de lo que se vaticinaba iba a ocurrir, porque los dos protagonistas de este incidente creemos de verdad en la forma democrática de dirimir las diferencias de forma civilizada.
Pasadas las horas y aclarada la cuestión, sigue sorprendiéndome, que tantas personas se asombren y nos feliciten a ambos  por nuestra postura. Realmente, si este intercambio sirvió para que tanta gente bien intencionada, se dé cuenta de las ventajas de practicar la democracia y la tolerancia, me doy por satisfecho, como seguramente lo estará también Oscar.
Para los lectores de Nuevo Acción, que no hayan estado al tanto del revolú formado en la net y de los apremios de amigos comunes por apagar lo que ellos creían un fuego que grandes proporciones—que nunca se corrió ese riesgo—les brindo algunos de los intercambios que han recorrido la red. Trataré de ponerlos en orden cronológico:
De Ariel Hidalgo: “Sent: Friday, January 15, 2010 7:52 AM -Subject: Re: Sobre la Reconciliación.
Mis estimados Aldo y Oscar: ¡Qué grato y a la vez qué pena ver a dos cubanos que uno quiere, vibrando ardientemente en una disputa con las pasiones y a veces excesos a que lleva el amor a la patria! Si se conocieran como los conozco yo, sabrían cada uno del otro de la nobleza que ambos albergan en sus pechos, y sabrían también que son más las cosas que los unen que las que los separan. Esto es para mí un oportuno pretexto para poderlos abrazar nuevamente a los dos. Los invito mañana sábado a la 1:15 pm a tomarnos juntos un café en el bakery del Versalles (les adelanto que yo invito y pago). Espero verlos allí y será para mí una gran alegría participar en este encuentro cordial.
Su amigo común,
Ariel”
Respuesta de Aldo: “Querido amigo Ariel:
Para mí será un  placer poderte abrazar y compartir contigo un rato, al igual que con Oscar.
Tengo muchos defectos, pero soy consecuente con lo predico, y si predico en contra de la intransigencia de considerar al que no piense como uno como un enemigo, claro que me encantaría poder intercambiar puntos de vista e ideas con ambos.
Nos vemos, D.M.
Aldo
A la serie de mensajes, algunos insultantes, de integrantes de la llamada "Unión de Colaboradores de Prensa", respondí a través Martha Pardiño, que nos pedía a ambos cordura y me decía a mí que no era hora de antagonizar,  el día 18: “No hay antagonismo en pedir que se clarifiquen posturas. Desafortunadamente, este intercambio (no polémica) muestra que todavía no cuaja entre la mayoría de los cubanos--y no me refiero a Oscar, que lo entiende perfectamente--la cultura de la disensión y la discusión civilizada.
Comenzaremos a ganar la batalla a la intransigencia, el día que se acepte que para discrepar y hasta para polemizar no hay que ser enemigos. Oscar no es mi enemigo y él lo sabe muy bien. Ni él me considera su enemigo.

En cuanto a su última afirmación: " Es hora ya de unirnos y de pensar en la libertad de la patria contando con los de allá, que son tan cubanos y tan hermanos nuestros, como los de acá". Puedo decir, sin jactancia, pero obviando falsas modestias, que en ayudar a los de allá no le cedo un paso a nadie, y lo pruebo día a día.
Me llama la atención que otros ajenos a el intercambio, hayan hecho de un simple y cotidiano rejuego de ideas, normal en una sociedad pluralista y democrática, un escarceo tan grande, que ni Oscar ni yo, hemos dimensionado.
Mis saludos
Aldo Rosado-Tuero
Oscar respondió el 19, en los siguientes términos: Final feliz y sensato de un debate... Los cubanos nos estamos vistiendo de gala en el debate y preparándonos para el futuro... Felicitémonos todos por el resultado... podemos discrepar y no ser enemigos, ni descalificador del otro, incluso podemos llegar a comprender la idea del otro y viceversa. La verdad no es absoluta de nadie, todos tienen una dosis de ella y hay que saber conciliar... Ojalá los combates de los cubanos siempre sean solo con ¨el machete, el fusil, las bombas y pistolas¨ de LAS IDEAS Y LOS CÍVICOS INTERCAMBIOS como ha sido este. Oscar Peña 
De Miguel Sigler Amaya- el día 19: “Me hace feliz, que la tolerancia y la comprensión haya reinado en este intercambio de ideas, los cubanos hemos aprendido a respetar el pensamiento ajeno, no olvidemos que por esa idea murió Martí, (EL RESPETO AL PENSAMIENTO AJENO ES MI FANATISMO SI MUERO O ME MATAN SERÁ POR ESO ).
Oscar, ese es el orgullo de personas como tú, como Alberto, como Martha, y de muchísimos cubanos, la diferencia que nos marca y nos separa abismalmente de la doctrina Comunista es que nosotros somos seres pensantes, civilizados y comprensivos, mientras que los Comunistas someten a los pueblos a : UN CONTROL ABSOLUTO, MONOPOLIO TOTAL ESTATAL, Y DICTADURA DE UN SOLO PARTIDO.
Lo ocurrido en este debate  de intelectuales, lo considero un éxito al respeto mutuo.
Miguel Sigler Amaya.”
Y por último, un e-mail de alguien que ha probado con creces que está en la línea del respeto a la opinión ajena, Carlos M. Estefanía: Agregado al debate que reproduzco por lo ejemplar en la sección polémica de www.cubanuestra.nu
saludos
Carlos M. Estefanía”