RESISTENCIA ES REBELIÓN 
por Humberto López Núñez
En las elecciones libres celebradas en Honduras hace una semana, el pueblo soberano se expresó en las urnas. Una nueva lideratura tomará las riendas del poder político en enero 27del 2010.
Todo hace pensar en una normalización de la crisis política, que fue promovida por las violaciones ilegales del discípulo chavista, Manuel Zelaya. Desde su madriguera brasileña, cuna infecunda del Foro de Sao Paulo, el violador convertido en víctima por sus secuaces se revuelve agónicamente en sus heces fecales. El aspirante tiranuelo de la tropa Albista, continúa usurpando, mentalmente, la magistratura de la nación.
En su distante letargo de la realidad, y sepultado por la comunidad democrática internacional, continúa divagando sus infantiles sueños.
Para el incoherente Zelaya las elecciones no cambiaron el panorama político. Según sus palabras, aún permanecen en sus posiciones los magistrados de la Corte Suprema y los diputados del Congreso. Parece olvidar que las elecciones efectuadas eran elecciones presidenciales.
En reciente entrevista a CNN, fue agarrado infraganti y demolido en sus propias mentiras. Enseñó sus entrañas, ahogado por el vómito mal-oliente del complot chavista. Ya resulta un apestado noticioso precisamente por no ser noticia.
Entrevistado por un canal de televisión latino, dijo desconocer la decisión del Congreso de la Republica. Es el trayecto de un criminal en serie, que reitera su ilegal derecho de cuestionar la Constitución Nacional y las leyes del país.
En su agónico pataleo, envió a un cómplice para organizar la resistencia en el país. La resistencia es rebelión. Si la resistencia es pacífica conllevará desorden público. Si la convierten en resistencia armada, será sinónimo de violencia, sangre y muerte, fomentada desde el exterior.
El próximo gobierno democrático de Porfirio Lobo comenzará su gestión, con la ingerencia interna del comunismo internacional activa dentro de sus fronteras.
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