La campaña por la liberación de los Cinco

martes, 3 de noviembre de 2009

La campaña por la liberación de los Cinco 
La prensa controlada de Cuba, siguiendo las indicaciones del gobierno comunista, gasta papel y tinta diariamente en exigir la libertad de los cinco espías que ese propio gobierno situó dentro de este país para recoger informaciones valiosas sobre las bases militares norteamericanas en la Florida, y que fueron arrestados,  juzgados y sancionados a largas condenas de prisión después de haberse comprobado su culpabilidad. 

Por Antonio J. Fernández 
Sería la ofensa más grande para la comunidad cubana en Estados Unidos si la administración del presidente Obama cediera ante la campaña mundial que lleva adelante el gobierno de Cuba para lograr la liberación de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, René González, Antonio Guerrero y Fernando González, los cinco agentes castristas radicados en el sur de la Florida, que informaban con fotografías y detalles a sus superiores jerárquicos, acerca de las actividades de las bases militares que existen en ese estado. 
Entre esas informaciones figuraba, muy especialmente, la organización de Hermanos al Rescate, que todos sabían que volaban en frágiles aviones desarmados entre Cuba y Estados Unidos, buscando balseros que huían de Cuba para informar por radio a los guardacostas estadounidenses la localización de las balsas y así rescatarlos de una posible muerte en el mar. Algunas veces, también, volaban sobre La Habana tirando panfletos para que el pueblo se enterara de lo que la dictadura ocultaba. Tiraban papel, no bombas.  

Los Cinco, tenían a un espía infiltrado en esa organización, Juan Pablo Roque,(FOTO) que se escapó rumbo a Cuba, llevando con él las coordenadas por donde iban a volar al día siguiente dos de los aviones de Hermanos al Rescate. Roque informó al gobierno castrista de esas coordenadas con tiempo suficiente para que un avión de guerra, armado hasta los dientes, estuviera volando por la zona por donde iban a pasar los dos aviones. 
El avión de guerra los localizó fácilmente y le disparó un solo cohete a cada uno de ellos, volando en mil pedazos que cayeron al mar. Sus tripulantes, Carlos Costa, Mario de la Peña, Armando Alejandre y Pablo Morales, murieron en el traicionero ataque. Cuatro mártires más a engrosar la larga lista de miles de cubanos asesinados por la dictadura de los hermanos Castro, muriendo ellos un 24 de febrero de 1996, casualmente en el 101 aniversario del 24 de febrero de 1895 día del Grito de Baire, que inició la Guerra de Independencia que transformaría a nuestra patria de colonia española a república independiente. 
Tan culpables como Roque son esos cinco llamados “héroes” por la dictadura cubana. ¿Héroes de qué?  Son tan asesinos como Roque y los dos tripulantes del avión de guerra que derribó a los cuatro pilotos de Hermanos al Rescate sobre el mar. ¿Qué los suelten?  ¡No y mil veces no!  Si les van a anular la pena de prisión que se las cambien por la pena de muerte, que es la sentencia que imponen en la Cuba de hoy para los espías extranjeros. ¿Qué los indulten?  ¡No, que se las arranquen!