lunes, 16 de diciembre de 2013

CUBANOS AMANTES DE LA LIBERTAD ¡VAMOS POR EL LEVANTAMIENTO POPULAR!
CONSEJOS OPORTUNOS PARA NO SER OLVIDADOS CUANDO OCURRA EL LEVANTAMIENTO POPULAR-I:
(12-16-13-2:30PM)
1-El primero y más importante: No cometer los mismos errores que cometieron los patriotas húngaros en el 1956-(En la foto: dos luchadoras por la libertad en el levantamiento popular anticomunita húngaro de 1956)
a)   No permitir que se destruyan los archivos de la Policía Política y del MININT. Hay que asegurarlos para que el pueblo sepa quiénes fueron los que sirvieron al mantenimiento de la tiranía con sus complicidades y delaciones. Para castigar con justicia a los grandes culpables, pero también para confeccionar una lista de los que por sus colaboraciones no merecen un castigo severo, pero sí la probable inhabilitación política para que no vuelvan a hacer más daño y a contribuir a la instalación de otra dictadura.
b)   No aceptar negociaciones con los tiranos acorralados que repongan en sus puestos a defenestrados del sistema, que fueron tan culpables del mantenimiento de la tiranía—hasta su caída en desgracia—como los actuales detentadores del poder. Para solo citar un ejemplo: Patricio de la Guardia, Felipe Pérez Roque, Carlos Aldana, Carlos Lage, Roberto Robaina, Hassan Pérez, y muchos que los cubanos conocen.
c)   Ese fue el gran error de los húngaros en 1956: Permitir el regreso al poder de viejos comunistas defenestrados por pugnas intestinas, como Inre Nagy y otros. 
 2- Las fuerzas populares deben de alentar a los trabajadores y productores—no a los burócratas y “mayimbes”—a  ocupar sus centros de trabajo para evitar que los eternos descarados, muchos llegados del extranjero, lo subasten al mejor postor, con los banqueros internacionales, que ya se afilan las garras, en contubernio con muchos de aquí y de allá, para apoderarse de las riquezas cubanas, que por la ley pertenecen a los que la trabajan, aunque de facto, el capitalismo de estado castro comunista los haya engañado y explotado.
Esas empresas propiedad del Estado cubano, y no de los mayimbes, ni de los eternos aprovechados, tienen que ser preservadas para levantar la futura Cuba, sin hipotecar su futuro o regalárselas a la Banca Internacional, rapaz aliado de los tiranos, y ya se legislará si se deben de entregar a los obreros y productores como empresas autogestionarias o cogestionarias, que se desenvuelvan en un régimen de libre empresa.