lunes, 4 de noviembre de 2013

LA TROMPETILLA DE ESTEBITA
(11-4-13-4:25PM)
Por Esteban Fernández
Cada día estoy más radicalmente en contra de los odiosos PLAGIOS que ocurren en la Internet. Y pronto voy a instituir unas condecoraciones anuales: El que más artículos me robe recibirá el sonido de "La Trompetilla de Estebita". Y al que más veces elimine mi nombre le daremos de regalo 10 pomitos de "White Out" para que manchen la pantalla de sus computadores.
¿Cuándo se van a dar cuenta los que le hacen "forward" a escritos sin el nombre del autor que están enviando anónimos? En mi pasado escrito "46 AÑOS EMBORRONANDO CUARTILLAS" embullé a mis compatriotas a imitarme y emularme. Sin embargo un amigo me escribe diciéndome: "¡Estebita "tu'taloco, ya los escritores cubanos son más que suficientes!"...
Y casi tengo que darle la razón -a medias- a este lector porque ¿Es idea mía o la mayoría de los cubanos en el destierro somos escritores? Yo no sé, yo me acuerdo que en Cuba había escritores famosos como Baquero, Medrano, Tamargo, Carbó, pero me parece que aquí hay MAS ESCRITORES que los que había en Cuba. Yo creo (y esto es simplemente un cálculo) que menos de un por ciento de los cubanos eran escritores allá.
Pero en el exilio yo creo que el 80 % podemos hacer nuestros garabatos. Es increíble. ¿Eso no es un don (como pintor o poeta) con el cual se nace? O por lo menos ¿no es algo que se descubre cuando uno tiene 20 o 25 años? No señores, dentro del exilio yo veo que hasta cubanos que tiene más de 70 años, que nunca han escrito, y de pronto descubren, o descubrimos, que son escritores.
Un cubano discrepa de un escrito, no está de acuerdo con algo publicado, y en lugar de enviar una nota con 10 palabras señalando el error, lo que hace es enviar cinco páginas. Es decir, responde al escrito con otro escrito. Porque el que no es un escritor público entonces es un escritor frustrado. Vaya, el que no es periodista quiere serlo. En realidad casi siempre mis críticos no son mis enemigos (esos saben que conmigo no hay arreglos ni claudicaciones en mis ideas) sino que mis discrepantes son los que quisieran ocupar mi espacio y hacer una columna mil veces mejor que la que yo hago. Y a veces yo se los creo.
Tal parece que los cubanos nos hemos dado cuenta que nos podemos hacer famosos más rápido y con menos peligro NARRANDO LOS HECHOS que corriendo riesgos produciendo los acontecimientos. O ¿será que cuando se llega a cierta edad eso es lo único que podemos hacer?
Pudiera ser porque cuando yo era telegrafista junto a Vicente Méndez y Edel Montiel e intentaba jugarme la vida en Cuba NADIE ME CONOCÍA. Ahora que escribo por 46 años me conoce hasta el gato. Y muchos (erróneamente) creen que soy más patriota ahora que cuando tenía 20 años. Pero ese no es el verdadero motivo y se los diré al final.
Créanme si les digo que casi no conozco personalmente a ningún cubano que en determinado momento no ha publicado, o ha tenido la tentación de publicar, o me ha mandado un par de páginas para que yo intente ponerlo primero en La Prensa de Los Ángeles y después en “20 de Mayo” y ahora en Nuevo Acción, en Libre, en Ideal, en Baracutey, en "Todo el Mundo Habla" o en el blog de Adri Bosch...
Y la Internet ha incrementado la cantidad de “escribidores cubanos”. Vaya, esos no son escritores sino “escribidores”. Porque, en primer lugar, las computadoras vienen con DICCIONARIOS que automáticamente arreglan, mejoran y componen los escritos.
Y además- como les dije al principio de este trabajo- el plagio está “al tolete”. Sinceramente, no pasa un solo día sin que me llegue un escrito mío “bajo la autoría de otra persona”. Ayer mismo recibí uno donde le quitan mi nombre y le cambiaron el título a "Ejercitando la memoria cubana"...
Lo cierto es que tal parece que todos y cada uno de los cubanos pueden hacer un escrito. Y si no lo hacen por lo menos pueden componer un artículo de cualquiera que escriba y agregarle un par de párrafos, y quitarle cinco líneas. Y usted se preguntará ¿será porque pagan muy bien esta profesión y todos queremos ser bien remunerados?
Nada de eso. Pero tengo que poner una de cal y otra de arena. Y no estoy completamente de acuerdo con el lector que piensa que SOMOS DEMASIADOS porque a mí me parece que el principal motivo de la gran cantidad de escritores en el exilio cubano -los que son HONESTOS Y SINCEROS- es el deseo de que todos se enteren de la tragedia que vive nuestra nación y atacar al régimen asesino.
No nos basta con hablar en nuestros hogares, en una esquina, o en un acto, y necesitamos expresar nuestros sentimientos. Todos sufrimos escuchando en la radio, viendo en la televisión, leyendo en los periódicos tantos errores, tanta incomprensión, tanta injusticia con nuestra causa y entonces NOS DESESPERAMOS porque se lean nuestras opiniones y nuestra defensa de la libertad de Cuba. Y entonces, si son bien intencionados ¡Ojalá hubieran un millón de escritores patriotas y anticastristas!...
En otras palabras: los buenos son bienvenidos, y a los ladrones hay que denunciarlos públicamente...