lunes, 4 de noviembre de 2013

EL ÚLTIMO SUCIO TRUCO DEL CASTRATO
(11-3-13-5:25PM)
Por Aldo Rosado-Tuero
Los malditos diablos castristas, reyes de la trampa, la estafa y la traición, están poniendo en práctica una nueva modalidad de los tantos trucos que tienen en juego constante para llenar sus arcas vacías. Esta nueva canallada, aceptada sin chistar por el gobierno de USA, consiste en enviar para acá a la mayor cantidad posible de ancianos retirados—principalmente individuos y muchas veces matrimonios que han sido prominentes miembros de cuerpos represivos o del aparato del régimen comunista—que llegan a este país e inmediatamente se incorporan al programa de ayuda a los refugiados cubanos y reciben una mensualidad de $700.00 (setecientos dólares), más que lossueldos de retiros que devengan una gran cantidad de ciudadanos norteamericanos que han trabajado durante toda su vida.
Estos “retirados” del castrismo reciben además cupones de alimentos, asistencia médica y en muchos casos hasta subsidios para pagar sus cuentas de electricidad y los alquileres de sus viviendas.
Al llevar en este país un  año, al año y unos días marchan a Cuba, donde la mayoría se queda viviendo de 6 a 8 meses, mientras familiares aquí con acceso a sus cuentas bancarias donde reciben mensualmente los depósitos directos que les llegan al banco, les envían una parte de esos dineros para que vivan en Cuba como “Carmelinas” y gasten sus “ayudas federales” engrosando las arcas de los verdugos de nuestro pueblo. Hasta paquetes de comidas comprados con sellos de alimentos (foodstamps) llevan para Cuba.
Luego regresan aquí donde tienen acumulados una parte de sus “ayudas”, mientras en Cuba, hacen lo mismo y acumulan sus míseros retiros para cuando, repitiendo el periplo, regresan a Cuba nuevamente a los cuatro o cinco meses, para volver a pasar allá otra larga temporada. 
Y nosotros nos preguntamos indignados ¿Hasta cuándo van las Autoridades de este país a seguir permitiendo el constante drenaje de nuestra economía y que estos “refugiados” continúen siendo el constante sostén económico de la tiranía comunista?
Una vez más—aunque seamos una voz que clama en el desierto—preguntamos y emplazamos a nuestros representantes electos, que se dejen de paños tibios y posturas políticas que no pongan el peligro sus puestos, y levanten no solo sus voces, sino que se unan a una necesaria y urgente campaña para acabar con esta descarada inmoralidad.
Es hora de que nos movilicemos no ya solo para no ayudar a subsistir al maldito y criminal régimen que nos ha aherrojado por casi 55 años, sino para sanear la economía de la nación en que vivimos, porque si no paramos el saqueo, este país va al despeñadero, sin esperanza de recuperación.