miércoles, 13 de noviembre de 2013

¡CON LA BANDERA CUBANA No, C….!
(11-13-13-4:40PM)
Por: Lic. María del Carmen Carro
¡Con la Bandera cubana No. Co...!, así gritaba un cubano que no entendió aquel 28 de octubre de 1999 cuando un grupo de buenos y valientes opositores y periodistas independientes cubanos expresaron su rebeldía contra el Régimen castrista. La bandera ondeaba a la inversa con el triángulo hacia abajo) Eran dos banderas cubanas y el mismo día 28 de octubre- fecha que la dictadura cubana había registrado en la historia para recordar a Camilo Cienfuegos (existen numerosas versiones sobre la misteriosa muerte del llamado Héroe de Yaguajay.)
Allí, rodeados de turbas castristas escuchábamos improperios y ofensas y dos grandes carros jaulas de la policía para meternos en sus celdas. Pocos entendían que era una protesta y que lejos de ultrajar la bandera de las listas azules y el triángulo rojo, el mensaje era de rebeldía contra la dictadura. Sucedió en la casa del Dr. Oscar Elías Biscet y fuimos sometidos a la agresión de las turbas castristas por horas. Aún recuerdo a Ángel Moya Acosta con su brazo enyesado por una recién golpiza, quien no vaciló para rescatarme de la turba. También recuerdo al periodista Lucas Garves que trataba de recoger la noticia y a quien diviso desde mi posición. Le avisaba que no se acercara que nos golpearían y encarcelarían a todos. Pa’ tras, le hacía con las manos. El me entendió. La cosa se puso –“negra”.
Las expresiones iban desde…! No! coj……¡ Esa es la bandera cubana! ¡Degenerados!….H…de P…., mercenarios. ¡Que se los lleven los que les pagan! Las imágenes de estos hechos se encuentran en mi poder gracias a la ayuda de Ángel de Fana, que tan generosamente me las hizo llegar cuando llegué a este el destierro que me aguardaba.
Y todas aquellas ofensas en cierta medida por un mal entendido, por desconocer que la bandera colocada en esa forma indica…protesta, rebeldía… Y que había que tenerlos bien, pero muy puestos para realizar una protesta de esa índole. Por aquellos años no habían celulares, solo pocas cámaras para fotos y aunque si contamos con la presencia de la prensa extranjera acreditada en Cuba, no nos libramos de los golpes de los miembros de las Brigadas de Respuesta Rápida.
Ese día a coro nos repetían una y otra vez.
"Si deshecha en menudos pedazos,
Llega a ser mi bandera algún día
Nuestros muertos alzando los brazos
La sabrán defender todavía."
Muchos años han pasado desde aquel 28 de octubre. Ya todos hemos encanecido y continuamos con nuestra bandera cubana en símbolo de protesta. Ella está triste y en muchas ocasiones cuando ondea sentimos que nos llama al combate o nos muestra en uno y otro vaivén sus lágrimas por las penurias del pueblo que representa. Ella está triste, pero no lacera a otros pueblos. Ella, nos acompaña en la soledad del destierro y nos anima a continuar.
Con dolor e indignación hemos observado como un grupo de venezolanos de ruta equivocada nos quemó nuestra bandera. ¿Conocerán estos diminutos soldados que los cubanos lloramos por nuestra bandera, que nos alegramos con nuestra bandera tricolor, que la respetamos como al más grande los símbolos y que ese demostración insensata e inadecuada hizo brillar de alegría a su enemigo?
¡Qué incapaces! No dirigen sus luchas hacia los objetivos directos. Arremeten contra la bandera de los cubanos. -¿Les molestan los cubanos en su país? También escuchamos las quejas de muchos cubanos a los que les molesta la carencia de médicos y personal calificado de la medicina y otras ciencias, exportados a otros pueblos cuando dentro de la Isla se carece de esos servicios. -¿Y quiénes son los culpables?
Dicen y he escuchado a muchos hablar que si a Cuba no llegara el petróleo de Venezuela, los Castro se –“caerían.”
Por favor, no perdamos el tiempo en explicaciones tontas y solo distractoras de la única forma de hacer a Cuba Libre. Desconocen o no quieren conocer que los Castro después del derrumbe del bloque socialista continuaron en su poder y su pueblo careció en pleno periodo especial de…TODO…. Hambre, oscuridad. Apagones convertidos en "alumbrones". Cáscara de plátano convertidas en picadillo. Trapitos convertidos en almohadillas sanitarias. – ¿Qué más les recuerdo?… piojos, muchos piojos. Los brujitos de burubú, creciendo a la par de las carencias de los medicamentos.-Y los cubanos ahí, en su pequeña islita escapando por el mar. Los niños creciendo en la más absoluta de las carencias y ellos- mueleros del mundo- se levantaron y caminaron por otros lugares, vendiendo su socialismo tropical
El Bunker ruso allí quedó, en Miramar. Nadie quemó una bandera de la extinta URSS. Nadie atacó a los pocos rusos que quedaron contratados en Cuba. A los traductores de rusos nos convirtieron casi en –“apestosos”. Algunos revalidaron y se convirtieron de las Lenguas Eslavas a las Lenguas Inglesas, para –guapear como profesores de inglés, para enseñanzas inferiores. Los no confiables, (como yo) fuimos casi exterminados. Nadie nos ofrecía trabajo y a no pocos los vimos de meseras y meseros en los restaurantes. Otros, se fueron del país.
Los cubanos somos respetuosos de los símbolos patrios. A los cubanos traductores de ruso nos llegó muy de cerca aquellas tensiones entre la parte cubana y los que iban quedando por la parte soviética. Ya en los últimos días de su estancia en Cuba. Ellos, los ex soviéticos querían protestar, y salían por las calles de los repartos en que estaban ubicados y hablaban hasta el cansancio en contra del comunismo y buen día comenzaron a destruir los bustos de Lenin que en Cuba había más que cualquier prócer de nuestra independencia. Y se tropezaron con uno de Martí y allí mismo lo derrumbaron. Ellos, declararon que en la oscuridad se confundieron. Se disculparon al ver a los cubanos tan ofendidos. A ellos también les tocaban los apagones, menos tiempo, pero siempre les agarraba algo. Y aquella equivocación les costó cara. Los cubanos salieron en defensa de su Apóstol. Y les advirtieron que habían bajado las banderas de la URSS, pero que no se atrevieran con la cubana. Y aquellos cubanos no mencionaron en ningún momento a Castro, solo la bandera. Nacía con el derrumbe del campo socialista la recuperación de nuestros mambises.
De inmediato nos localizaron a los intérpretes y traductores y les aseguro que aunque no me tocó un trompón si me tumbaron en el césped al calor de las discusiones que se tornaron muy fuertes.
Los cubanos no entendieron. El busto era de José Martí y salieron en su defensa y exigieron respeto.
La traducción fue dura. Les aseguro que más de uno me mencionó la madre de ambas partes.
Ya en la intimidad del hogar de uno ellos- me confesaron que confundieron el busto. Nunca nos tocaron la bandera y les aseguro que las tensiones eran grandes, tan intensas que los repartos de los especialistas y colaboradores de la extinta URSS fueron quedando totalmente desalojados. Las banderas de ambas partes nunca fueron irrespetadas y les aseguro a los incrédulos que Cuba por aquellos años de Periodo Especial quedó en la total miseria.
Nos duele este gesto grosero y lastimoso. Un hecho que nunca debió suceder. Estoy convencida que ha marcado un antes y un después en el corazón de los buenos cubanos. Y como una lección para estos malos venezolanos, les advertimos que la lucha contra los comunistas requiere de pasos seguros y que esta vez erraron. No lastimaron a Castro, no lastimaron a Maduro. Lastimaron el sentimiento por la bandera que nos representa al humilde pueblo de Cuba, hambreado y mancillado.
No era mi intención escribir sobre tan lamentable hecho, pero son muchos los cubanos, que lejos de su Patria se han dolido y me han solicitado algunas líneas. Todas las letras quedan como colgadas por el dolor y la indignación. Resalto que tales demostraciones no dañan a los tiranos. Estas imágenes de nuestra bandera en llamas dañó la sensibilidad de cubanos nobles y humildes.
Para los que querían una Cuba unida. El resultado. Los cubanos nos hemos unidos por nuestra bandera. Hoy estamos unidos sin diálogo, sin reconciliación con los tiranos. Aquí está la unión por nuestra bandera. El poder de la-“tricolor” es tan alto como las palmas que adornan nuestra querida Cuba. Y dice la poesía…“la bandera, más linda del mundo”.
Nota: los cubanos que han solicitado este trabajo son de diferentes tendencias políticas.