LO MATARON TAMBIÉN

martes, 24 de julio de 2012


LO MATARON TAMBIÉN
(7-23-12-2:00PM)
por Andrés Pascual
Nunca escribí una palabra que acreditara a Osvaldo Payá(en la foto) como el símbolo de las luchas históricas por la libertad de Cuba que querían imponer, menos durante la etapa en que lo convirtieron en líder gente que son la antítesis  del ideal patriótico, cuyas ideas son abiertamente de rapiña con tufo izquierdista, liberal, a pesar de sus millones. En eso de liberales con millones no hay contradicción alguna, todo lo contrario.
Pero ahora llega la noticia de que “lo murieron” en un accidente de tráfico en Oriente, donde se encontraba realizando actividades inherentes a su grupo opositor. 
HOY no voy a escribir contra Payá, a pesar de que el enfrentamiento contra los que lograron hacerlo perder la fiabilidad en momentos diferentes ante alternativas también diferentes, los que lo manipularon, lo merecen eternamente.
Al jefe del Proyecto Varela lo asesinaron, con los comunistas no hay espacio para lo fortuito ni por causas naturales (de la naturaleza): ni si cae un rayo murió accidentalmente ni por larga y penosa enfermedad (léase cáncer para los antcastristas) ni por una cruel y repentina dolencia (infarto o derrame para los mismos) ni si, como han dicho, un camión embiste el auto en que viaje el objetivo a tumbar.(En la foto--facilitada por la tiranía--, el estado en que quedó el automovil en que viajaban Payá y sus amigos según ellos, pero esa foto no puede ser del accidente en que mataron a Payá, ya que en Cuba, las escuelas están en las vacaciones de verano y el accidente fue un domingo,entonces ¿qué hace una escolar, con uniforme en esa foto?)
El problema es que medio mundo, supuestamente simpatizante de la causa cubana, le enviará condolencias a sus familiares y a “sus compañeros de lucha”, comenzando por Hilaria y por el Califa.
Es la hipocresía manifiesta, porque el papel que desarrollan es todo lo contrario al ideal libertario, incluso ni de juego cuestionarán la posibilidad de que lo hayán sacado totalmente de circulación, esa denuncia contra la tiranía, que se cansa de timar y engañar y todos lo saben, no es “políticamente correcta” para casos como el asesinato político.
Por lo visto al único “opositor” que nunca lo va a embestir ni un toro ni lo va a morder un perro rabioso ni se va a tomar un buche de agua contaminada con cólera es a Elizardo Sánchez, incluso los agentes o chivatos que tengan infiltrados en esos movimientos disidentes corren peligro, porque los pueden matar para culpar al resto y continuar engordando al “lechoncito de sus héroes en la lucha por el socialismo, por Fidel y por Raúl”.
Osvaldo Payá, que llevó el doble de las firmas que la propia dictadura legisló en su Constitución para exigir posiciones de apertura a través del voto democrático, como Laura Pollán, fue asesinado. Cualquier piedra en el zapato de esos criminales está a riesgo hoy tanto como siempre, a pesar de la posibilidad  que tienen de de dar a conocer el hecho con detalles fidedignos casi inmediatamente, a fin de cuentas, medio mundo los apoya y, en vez de decrecer, lo que veo es que ganan más terreno cada día por el trabajo de zapa que hacen la administración Obama y ciertos círculos traidores de aquí y de Europa. Qué en paz descanse el nuevo mártir del panteón cubano.