LA POLÍTICA ENERGÉTICA DE ROMNEY Y LA FRACASADA POLÍTICA DE OBAMA

martes, 10 de julio de 2012


VERDADES PARA CAVILAR ANTES DE VOTAR
LA POLÍTICA ENERGÉTICA DE ROMNEY Y LA FRACASADA POLÍTICA DE OBAMA
(7-8-12-9:40AM)
Por Frank de Varona
La política energética del gobierno de Barack Obama ha sido un total fracaso ya que ha sido dictada e influenciada por los radicales del medio ambiente, por los burócratas del Departamento de Energía y por funcionarios de la Casa Blanca. Al principio de su gobierno el presidente Obama nombró a un comunista, Van Jones, zar de Trabajos Verdes y le entregó un presupuesto de millones de dólares. Nunca antes un presidente había nombrado a un comunista a un alto puesto en la Casa Blanca. El pasado tan tenebroso de Van Jones y los comentarios espantosos que había dicho con anterioridad provocó tal escándalo que Obama tuvo que pedirle su renuncia.
Durante los casi cuatro año que ha estado en el poder Obama ha despilfarrado billones de dólares en proyectos de energía verde que no han dado ningún resultado positivo pero sí han contribuido a aumentar la deuda nacional a $5 trillones de dólares. Cuando Obama asumió la presidencia en enero de 2009 el costo de la gasolina era $1.83 el galón y el barril de petróleo europeo era $43.48 y el de Texas $38.74. Su secretario del Departamento de Energía, Dr. Steven Chu, declaró en 2008 que él quería ver el precio de la gasolina subir de $8 a $10 el galón, como en Europa, para hacer factible la energía alterna como de viento y sol. Aparentemente ni el secretario de Energía, ni el presidente Obama consideraron el daño a los consumidores y a la economía si esto hubiera sucedido. Al subir la gasolina en marzo de 2012 a más de $4 el galón y poner en peligro la reelección de Obama,  Chu declaró que quería ver una reducción del costo de la gasolina. Obama ha restringido la exploración y extracción de petróleo en tierras federales y en nuestros mares. Prohibió el oleoducto de Canadá, Keystone XL, que hubiera transportado hasta 830,000 barriles de petróleo al día a nuestras refinerías de Texas, similar a la cantidad de petróleo que importamos de Venezuela. La construcción de este oleoducto hubiera creado más de 100,000 trabajos en nuestra nación que sufre la peor recuperación económica en nuestra historia y contribuido con impuestos al gobierno federal. Esta terrible decisión de Obama es difícil de comprender ya que el proyecto era apoyado por ambos partidos y no suponía ningún riesgo al medio ambiente.
Obama  nombró radicales al Environmental Protection Agency (EPA), en español la Agencia de Protección Ambiental. Esta agencia ha puesto todo tipos de obstáculos a las industrias de petróleo, gas y carbón. Es importante tener regulaciones que protejan la salud y el medio ambiente, pero no regulaciones y permisos absurdos que retarden el desarrollo de estas industrias. Recientemente nuevos adelantos tecnológicos han hecho posible la extracción de gas natural y nuestras reservas son inmensas. El precio del gas natural ha bajado enormemente y se estima que 600,000 nuevos trabajos se crearan en esta industria. Cientos de nuevos pozos de gas natural se están construyendo en varios estados. Existe una preocupación sobre si los gases emitidos en la atmósfera pudieran causar daños a la salud de aquellos que se encuentran cerca de estos pozos. Obviamente la industria, el EPA y los científicos deben tomar todas las medidas necesarias para evitar dañar la salud del pueblo.
Muchos han criticado el método arbitrario y despiadado que emplea el EPA con la industria de energía, la cual suministra a la nación una fuente de energía fiable y asequible. Uno de sus altos funcionarios, Al Armendáriz (foto), quien describió cómo él operaba en su trabajo diciendo que el EPA usaba las brutales tácticas del antiguo ejército romano, el cual al llegar a un pueblo conquistado crucificaba a las primeras cinco personas para implantar el terror, asustar, y someter a la población. Con una sonrisa irónica, Armendáriz, administrador de la Región VI del EPA, detalló como su agencia castiga a las industrias que no tienen su aprobación. Las protestas del Congreso obligaron a renunciar a este funcionario, pero él ya había descrito cómo el gobierno de Obama es verdaderamente anti negocios y desprecia a las compañías de energía, excepto a las de energía verde de sus amigos.
El grandioso plan de Obama para una revolución energética verde fue un absoluto fracaso. Bajo la presión de la Casa Blanca, el Departamento de Energía dio préstamos garantizados de billones de dólares  a corporaciones de energía verde, como Solyndra, Beacon Power, Solar Trust of America y Ener 1. Todas estas compañías quebraron y el gobierno perdió billones de dólares. Los dueños de estas corporaciones que se fueron a la bancarrota  habían contribuido miles de dólares a la campaña de Obama en 2008.  Esto ha sido más que vergonzoso, ha sido  corrupción masiva y lo que se llama en inglés  “crony capitalism” o sea favorecer a tus aliados políticos con dinero de los contribuyentes. Se desperdiciaron billones de dólares y no se crearon trabajos. La incompetencia y mala fe de Obama fue demostrada una vez más. Mitt Romney en su libro No Apology (2010) explicó que con los fondos gastados por  Obama se “pudieran haber construido una decenas de plantas nucleares con energía limpia, cientos de pozos de petróleo en tierra y en el mar y tuberías para gas natural para la producción de energía eléctrica. En vez de eso, seguimos importando tanto petróleo como antes” (página 227).
Aún más increíble y descabellado fue el hecho de que mientras Obama suprimía la exploración y desarrollo de petróleo en nuestros mares, le prestó $2 billones de dólares a Brasil para que buscara petróleo en las aguas profundas del océano Atlántico. Durante su visita a Brasil, Obama declaró “El petróleo que ustedes descubrieron en el mar pudiera ser dos veces mayor que las reservas que tenemos en Estados Unidos…Queremos ser sus mejores clientes”. Mitt Romney dijo sorprendido “La lógica de prohibir la exploración de petróleo en nuestras aguas mientras aplaude (Obama) las de otros lugares es difícil de comprender”.Dinesh D’Souza, autor del libro La rabia de Obama, cree que Obama quiere que dejemos de ser una superpotencia mundial porque está implementando el sueño de su padre marxista y anti colonialista que despreciaba al Occidente. Así el autor explica la conducta extraña de Obama de prestar dinero a Brasil y no usar ese dinero para aumentar y desarrollar las fuentes de  energía en nuestra nación.
Obama le declaró la guerra a la industria del carbón durante su campaña presidencial en 2008 cuando dijo “Si alguien quiere construir una planta eléctrica usando carbón lo llevaremos a la bancarrota porque le cobraremos una cantidad excesiva por emitir gases a la atmósfera”. El EPA, siguiendo a la dirección del presidente, ha hostigado a esta industria. Romney, en su publicación de internet Energy Policy (2012), explica que el carbón es la fuente más abundante de energía de nuestra nación y que emplea a 200,000 personas. El ex gobernador de Massachusetts dice que en vez de atacar a esta industria importante, Obama debió haber invertido en nuevas tecnologías para ayudar a extraer carbón sin dañar al medio ambiente. Nuestras reservas de carbón son de cientos de años.
La guerra de Obama contra la industria del carbón le costará caro en las elecciones de 2012. El periodista Andrew Grossman del Wall Street Journal escribió en mayo de 2012 que Cecil Roberts, presidente del United Mine Workers of America (sindicato unido de mineros de América), declaró que Obama ha tratado a la industria del carbón de forma similar a como los Navy Seals trataron a Osama bin Laden. En 2008 este sindicato trabajó enormemente  buscando votos y contribuyendo dinero para la elección de Obama. Ahora no harán nada porque el sindicato piensa que Obama los ha traicionado. Obama perderá los votos de empleados de la industria del carbón en West Virginia, Virginia, Pennsylvania y Ohio. El desprecio contra Obama es tan grande en los lugares donde hay minas de carbón que en la primaria demócrata de West Virginia Keith Russel Judd, un preso con una larga condena, se postuló contra Obama y recibió  42.28% de los votos, lo cual es increíble.
De ser electo Mitt Romney presidente su política energética sería completamente diferente. El candidato Romney está consciente que la energía no sólo es un asunto de seguridad nacional de gran importancia, sino también una forma de crear millones de empleos y desarrollar la economía. Romney le dedica el capítulo nueve de su libro No Apology (2010) a este tema tan importante. Explica que los Estados Unidos gasta más de $200 billones de dólares al año comprando petróleo a naciones por todo el mundo, algunas de las cuales son nuestros enemigos y nos pudieran chantajear. Nos dice: “Desde una perspectiva de política exterior, nuestra adicción al petróleo importado hace necesaria una presencia militar masiva en el Medio Oriente, y ha contribuido a involucrarnos, gústenos o no nos guste, en conflictos difíciles. Las ganancias del petróleo financian violencia global contra Estados Unidos y estadounidenses. El petróleo financia el desarrollo de armas de destrucción masiva” (página 225).
El plan de energía de Romney contempla la protección de la salud y el medio ambiente y consta de tres partes: reforma significativa a las regulaciones, apoyo para incrementar la producción y el empleo de fondos federales para investigaciones. El primer paso sería tener regulaciones sensatas y efectivas que faciliten el rápido progreso del desarrollo de nuestro petróleo y gas natural e incrementar inversiones en energía nuclear. El mundo necesita energía y los Estados Unidos está en la posición de poder producir más energía limpia y segura que otras naciones. Hay que agilizar los permisos de exploración con plazos fijos, llamados en inglés “fast track”.  Romney ha dicho que como presidente quitará la nube de incertidumbre del presente proceso interminable del gobierno de Obama, el cual impide a los negocios invertir. Él revisaría las leyes actuales, como el Clean Air Act y Clean Water Act, leyes de aire y agua limpia, para que no dañen la industria y la economía. Propondría revisiones que protejan el medio ambiente sin paralizar la industria de energía y la destrucción de  empleos. En los Estados Unidos no se ha construido una planta nuclear en más de 30 años, mientras otras naciones como Rusia, Canadá, Japón, India, Reino Unido, Francia y  China las continúan construyendo. Francia genera el 80% de su electricidad de energía nuclear.
La segunda parte del plan del candidato a la presidencia Romney sería aumentar la producción. Primero haría un estudio comprensivo de todos los lugares donde se puede explorar y desarrollar nuestros recursos naturales de energía. El gobierno de Romney permitiría que se construyeran nuevos pozos en lugares donde sea seguro y teniendo en cuenta las preocupaciones locales. Esto incluiría el golfo de México, los océanos Atlántico y Pacífico, las tierras del Oeste, el Refugio Nacional Ártico y la costa de Alaska. Las ganancias de estos nuevos yacimientos debieran ser compartidas con los estados involucrados. En el documento electrónico Energy Policy (2012) dice Romney: “La expansión y el desarrollo de nuevas fuentes de energía bajarán el costo del producto, tendremos más seguridad de energía y habrán trabajos, trabajos y trabajos”. Inmediatamente aprobaría el oleoducto Keystone XL y construiría otros oleoductos para traer más petróleo de Canadá. Los nuevos descubrimientos de gas natural sugieren que tenemos gas natural para 100 años usando la nueva técnica de  “fracking”, un procedimiento de excavar horizontalmente.
La tercera parte sería “research and development” o sea investigaciones y desarrollo. Romney piensa que el gobierno tiene que jugar un papel importante en la innovación y desarrollo de nuevas tecnologías que ayuden al aumento de la producción de energía. Al mismo tiempo tenemos que reducir el consumo de energía en la nación construyendo automóviles que consuman menos gasolina, equipos eléctricos y fábricas más eficientes. Continuaría el desarrollo de energía alterna como de sol, viento, etanol, etc. y exploraría otras futuras fuentes de energía como hidrógeno.
Mitt Romney está consciente que en la actualidad los Estados Unidos sólo produce el 42% del petróleo que consume, lo cual constituye un peligro para la seguridad nacional. Cree que a largo plazo deberíamos ser independientes con respecto a la energía y al llegar a ser presidente, incrementará la producción para adquirir más seguridad energética. Romney cree que el desarrollo delsector de energía creará millones de empleos y hará resurgir la economía de la nación.(Publicado en el Blog "¿Quién es Obama?")