UNA PAUSA PARA LA DEVOCIÓN

lunes, 7 de mayo de 2012


UNA PAUSA PARA LA DEVOCIÓN
(5-7-12-9:30AM)
Es difícil sentir esperanza al terminar de ver los noticieros por televisión o leer los periódicos en cualquier parte del mundo. Hay tanta tragedia, tanto dolor.
Recientemente, sin embargo, me sentí conmovida con dos historias en un periódico. Una relataba cómo, en un pueblo pequeño la gente se organizó para crear una tienda que supliera las necesidades locales. El pueblo entero contribuyó con dinero para preparar el local y suplir los objetos. Cada contribuyente es dueño y cliente.
Otra historia era sobre una organización religiosa que se ha dedicado a confrontar la avaricia de las grandes corporaciones. Por su carácter religioso, ha podido tener conversaciones directamente con grandes empresarios, para plantearles lo que la organización vecomo injusticia estructural de estas corporaciones. Todo esto ocurre en un contexto de oración y discernimiento como grupo, a partir de valores cristianos.
Las historias me hicieron pensar en que, cuando nuestra visión va guiada por los valores del reino de Dios, un grupo pequeño puede hacer grandes cosas. Un grupo de discípulos asumió la responsabilidad de proclamar el evangelio de Jesucristo que hoy sustentamos. Eran personas muy parecidas a usted y a mí, fortalecidas por el Espíritu y dispuestas a anunciar en todo lugar las grandes obras de su Señor. Ni las fuerzas religiosas ni las políticas pudieron callar estas voces.
En medio del caos y la violencia que amenaza el mundo, me pregunto cuántas cosas podría hacer Dios si encontrara más grupos comprometidos en ser luz, en ser sal, en ser levadura.
Carmen M. Gaud-Editora Internacional “El Aposento Alto”