UNA PAUSA PARA LA DEVOCIÓN

jueves, 3 de mayo de 2012


UNA PAUSA PARA LA DEVOCIÓN
(5-2-12-9:15AM)
Separados de mí
por Ilka Esteva
Si se me pregunta qué es la oración exactamente, tal vez no pueda dar una respuesta verdadera, sustanciosa y clara a quien me pregunta.  Sin embargo, no dudaría de hablarle del significado de la oración en mi vida y de las evidentes consecuencias de orar o dejar de hacerlo.  Por eso mi respuesta sería tanto un testimonio como una confesión.

En primer lugar testificaría que cada vez que voy a emprender algún proyecto, sea ministerial, profesional o doméstico, primero oro buscando la guianza y fortaleza del Espíritu, recibo claridad mental para actuar adecuadamente y entereza de carácter para enfrentar los obstáculos  y la obstinación.
    
En segundo lugar confesaría que en ocasiones no he orado, apoyándome en el atajo sin deleitarme primero ante la majestuosa presencia de Dios,  cosa que invariablemente me ha sumido en el fracaso, en la confusión y el desaliento. En ese punto, tengo que detenerme y aceptar mi indisciplina y mi dejadez.  En mi alma retumban las concluyentes palabras de Cristo:
-Separados de Mí, nada podéis hacer!
Entonces, de rodillas, me lanzo a la oración en mi naufragio:
- ¡Señor, ten misericordia de mí!  ¡Sálvame que perezco!

Fuera de Ti

Fuera de Ti, Jesús, manos vacías…
Fuera de Ti, Jesús, el pensamiento-
-sin brújula- extravía en el camino
la paz que le habías dado sin tormento.

¡Fuera de Ti, qué largas son las noches,
qué débil es la fe, qué efímero el momento!