De esa forma, la organización reconoció a Arturo Hernández por su "prolongada y compleja" labor. Posada, terrorista confeso, es responsable por el sabotaje en pleno vuelo de un avión civil cubano donde murieron 73 personas, y lo reclama la justicia venezolana por el delito de terrorismo. No obstante, el gobierno de Washington solo lo acusó por fraude migratorio y perjurio, y un tribunal de Texas lo absolvió.
"Es un reconocimiento muy importante", declaró Hernández, quien considera que el caso de Posada figura no solo entre los más significativos de su carrera, sino que hizo historia en el sistema judicial estadounidense.
Tanta petulancia solo puede ser respaldada por un sistema judicial que premia a los abogados por defender a los autores del terrorismo y mantiene en injusta prisión a quienes combaten ese flagelo, como los Cinco cubanos encarcelados en Estados Unidos.
¿De dónde salió ese "distinguido abogado"? Otro de sus clientes es el íntimo amigo de Posada, Santiago Álvarez Fernández-Magriñá, uno de los fundadores de Alfa 66, quien ha participado también en diversas acciones terroristas contra Cuba, entre ellas, el ataque a Boca de Samá.
Al parecer, a Arturo Hernández sus 30 años de experiencia profesional solo le sirven para defender a los que siembran muerte, y hasta lo premian por eso. Cosas que suceden en ese teatro que dirigen los anticubanos de Miami. (Dalia González Delgado)"
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