OBSERVACIONES SOBRE EL CONCEPTO DE RULE OF LAW (REGULACIÓN POR LA LEY) Y SU APLICACIÓN A UNA FUTURA –REPÚBLICA DE CUBA-II
lunes, 16 de abril de 2012
OBSERVACIONES SOBRE EL CONCEPTO DE RULE OF LAW (REGULACIÓN POR LA LEY) Y SU APLICACIÓN A UNA FUTURA –REPÚBLICA DE CUBA-II
(4-12-12-5:10PM)
por Diego Trinidad, Ph.D.
En Estados Unidos se creó algo único en la historia cuando se ratificó la Constitución de 1787. Se creó la primera república constitucional federal. Es decir, se creó una división del poder entre el nuevo gobierno federal o central, y los distintos gobiernos estatales. Y también se creó una división entre el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial, todos interdependientes e iguales, con la soberanía residiendo en el pueblo. Por eso, el preámbulo de la Constitución comienza con las palabras WE THE PEOPLE OF THE UNITED STATES—Nosotros el Pueblo de los Estados Unidos. El preámbulo no es decorativo ni simbólico. Todo lo contrario, es crucial, ya que describe, específicamente, la razón de ser del nuevo gobierno. Continua el Preámbulo: “para formar una Unión más perfecta, establecer la Justicia, asegurar la Tranquilidad doméstica, proveer la Defensa Común, promover el Beneficio (Welfare) General, y garantizar las Bendiciones de la Libertad para nosotros y para nuestra Posteridad, ordenamos y establecemos esta Constitución para los Estados Unidos de América”. Estas no fueron meras palabras: han perdurado por 226 años, más que ninguna otra constitución escrita. La razón porque han perdurado y porque han traído más libertad a la mayor cantidad de personas en la historia, es precisamente porque se forjó bajo la Regulación de la Ley.
De la misma manera, la república federal constitucional americana es única entre todos los demás sistemas de gobierno en que fue creada por una constitución “negativa”, es decir, la constitución limita los poderes del gobierno mientras protege los derechos del pueblo. De la Declaración de Independencia de 1776 viene otra novedad. Se reconoce que los derechos del pueblo—de cada ciudadano, en efecto—son otorgados por Dios, no por el gobierno. Este reconocimiento del Derecho Natural también es único de Estados Unidos. La Constitución, de hecho, solamente enumera 18 poderes permitidos al Congreso. Vale la pena citarlos. 1-- el poder de imponer y cobrar impuestos (no impuestos sobre ingresos; esos fueron permitidos después de aprobarse la Enmienda 16 en 1913).
2-- obtener préstamos con el crédito de Estados Unidos.
3-- regular el comercio con otras naciones extranjeras, entre los Estados y con las Tribus Indias.
4-- establecer reglas uniformes para obtener la ciudadanía americana y para las bancarrotas a través de Estados Unidos.
5-- acuñar la moneda, regular el valor de la misma y fijar las normas de pesos y medidas.
6-- castigar la falsificación de la moneda, los activos y los valores de Estados Unidos.
7-- establecer oficinas de correos.
8-- promover las artes y ciencias asegurando por un tiempo limitado los derechos exclusivos de los inventores y autores.
9-- constituir tribunales menores a la Corte Suprema.
10-- definir y castigar la piratería y las ofensas contra las leyes de las naciones.
11-- declarar la guerra, otorgar permisos de corso formular reglas para las capturas en tierra y mar.
12—organizar y mantener ejércitos, pero las apropiaciones de dinero para tales ejércitos estarán limitadas a dos años.
13—organizar y mantener una marina de guerra.
14—reglamentar y regular las fuerzas militares en tierra y mar.
15—organizar una milicia para ejecutar las leyes de la Unión, para suprimir insurrecciones y para repeler invasiones (esto se convirtió en la Guardia Nacional de cada estado).
16—organizar, armar y disciplinar la milicia, reservando para los estados respectivos el nombramiento de oficiales de la milicia y el entrenamiento de las milicias.
17—ejercer la legislación exclusiva para establecer la sede del gobierno (lo que se convirtió en el Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital de Washington) y la edificación de fuertes, arsenales, astilleros y todo tipo de edificación en la sede del gobierno.
18—aprobar todas las leyes que sean propias y necesarias para llevar a cabo la ejecución de los mencionados poderes y todos los demás poderes otorgados por esta Constitución al gobierno de los Estados Unidos.
Estos son TODOS los poderes enumerados y otorgados por la Constitución al Congreso. Todos los demás poderes no delegados a los Estados Unidos por la Constitución o prohibidos a los Estados por la Constitución, quedan reservados a los Estados respectivamente o al pueblo. Esta es la Décima Enmienda a la Constitución (parte de la Declaración de Derechos) aprobada, como las primeras nueve en 1791.
Otra diferencia del nuevo sistema de gobierno creado por la Constitución de 1787 es que no se menciona ni una sola vez la palabra democracia—como tampoco se menciona en la Declaración de Independencia. Tampoco se menciona en la Constitución la regulación de las elecciones, excepto las reglas para la composición del Senado y la Cámara de Representantes y para la elección del presidente y vicepresidente. Las acostumbradas frases como elecciones por el voto secreto y universal de los ciudadanos no aparecen en la Constitución. La regulación de las elecciones quedó a cargo de las legislaturas estatales, de manera que cada estado establece sus propias normas para la elección de oficiales estatales y locales, tales como la edad mínima y otros requisitos como poseer cierta cantidad de propiedad o saber leer y escribir. La franquicia electoral era muy limitada al principio de la creación de Estados Unidos. Probablemente no más del 10% de los ciudadanos podían votar, y las mujeres y los esclavos estaban excluidos. De manera que la república federal constitucional creada en 1787, no puede ser llamada una democracia bajo ninguna interpretación de esa palabra.
Es más, en los debates de la Convención Constituyente en Filadelfia en el verano de 1787, hay múltiples menciones de la palabra democracia, pero todas y cada una son críticas o condenatorias. Los fundadores de Estados Unidos tenían una gran desconfianza y un gran temor a todo tipo de democracia y trataron por todos los medios que la nueva nación NO fuera una democracia, sino una república. El temor al desorden y al caos que existía en algunos estados--las antiguas colonias todas se habían convertido en estados independientes con sus respectivas constituciones, agrupadas en una especie de Liga bajo los Artículos de Confederación—mayormente creados por las legislaturas estatales y sus irresponsables y demagógicas políticas, fue precisamente lo que dio lugar a la Convención Constituyente de 1787. Los fundadores se aseguraron que la nueva nación tendría un gobierno central suficientemente fuerte, pero limitado por la Constitución, con los derechos individuales firmemente protegidos. Madison, quien es erróneamente considerado como el “padre” de la Constitución (llevó su plan preparado y--conocido como el Plan Virginia—en el se basaron todas las deliberaciones que crearon la Constitución; pero el resultado final contenía poco de lo que Madison planeó, y Madison declaró que aunque firmó la Constitución, no estaba de acuerdo con casi nada en ella. También escribió más tarde “No peleamos por un despotismo electivo [mayoría sin protección de la minoría], sino por un gobierno en el cual los poderes estuvieran divididos y balanceados entre los distintos cuerpos gubernamentales para que ninguno transcendiera su límite legal sin ser efectualmente frenado y restringido por los otros [poderes]”. Ese complicado sistema de frenos y balances y división de poderes que resultó de la Convención en Filadelfia, fue la nueva nación de los Estados Unidos de América.
Ahora, el nuevo sistema creado, la nueva república constitucional federal, como es una nación de leyes, bajo la Regulación de la Ley, que se crea y aprueba por el Congreso, necesita otro mecanismo para aplicar las leyes. Este es el sistema de cortes, desde las municipales, pasando por las condales y estatales, y finalizando en las federales. La Corte Suprema decide la constitucionalidad de todas las leyes aprobadas en todos los niveles. Pero el sistema judicial federal se compone además de las cortes de distrito y las cortes de apelación, o de circuito. La Constitución NO le otorgó a la Corte Suprema el poder de interpretar las leyes y de decidir la constitucionalidad de ellas. Esto resulto de uno de los primeros casos juzgados por la Corte Suprema bajo la presidencia del más grande de todos los jueces que jamás se sentaron en esa Corte, el Juez John Marshall, quien presidió la Corte Suprema por 35 años, de 1801 a 1835. En el famoso caso Marbury V. Madison, el primer caso importante que la Corte de Marshall decidió en 1803, el gran Juez escribió la opinión unánime de la Corte, invalidando el Judicial Act off 1789. La frase clave es esta: “Es enfáticamente la provincia y el deber del Departamento Judicial decir que es la ley”. Con esas palabras nació lo que se conoce como Revisión Judicial, la habilidad y el derecho de la Corte Suprema de ser el árbitro final sobre la constitucionalidad de las leyes. La Corte de Marshall fue además enormemente importante en la creación y consolidación de una gran república comercial, puesto que la mayoría de sus decisiones importantes afirmaron la casi sacrosantidad de los contratos en Estados Unidos. Marshall además fue un gran defensor de los derechos individuales y de las corporaciones, a las cuales les otorgó casi los mismos derechos que a los individuos. De manera que fue uno de los más importantes arquitectos de la nueva república.
El otro invaluable arquitecto de la república comercial, el hombre más responsable de lo que se convirtió Estados Unidos a través de su larga historia, fue el primer Secretario del Tesoro, Alexander Hamilton(retrato a la izquierda). Hamilton en realidad convirtió a la nueva nación en una república comercial, primero con su plan de asumir todas las deudas, estatales y federales, incurridas durante la Guerra de Independencia. Esto le dio seriedad y validez a la república instantáneamente, y le aseguró el crédito futuro a Estados Unidos. Quizás tan importante fue su Reporte sobre Manufacturas. Con este plan, que no fue adoptado (la asunción de las deudas, muy opuesta por Jefferson y Madison, resultó de un acuerdo mediante el cual el Congreso aprobó la ley y la capital del país, que era New York, fue trasladada, eventualmente, a un distrito sureño entre Maryland y Virginia, lo que sería Washington, D. C.) Hamilton ideó una república industrial y comercial, con tarifas proteccionistas que se convirtieron en la principal cuestión electoral por más de un siglo, con el Partido Demócrata apoyando el libre comercio y el Federalista, Whig y Republicano, apoyando aranceles para proteger a las nacientes industrias americanas. Curiosamente, Hamilton trató de utilizar—primera vez que esto se hizo—la llamada cláusula “propia y necesaria”, la última de las 18 enumeradas y permitidas al Congreso por la Constitución y una cláusula muy flexible. Madison, uno de los creadores de la cláusula, se opuso porque consideró muy amplia la interpretación de Hamilton. La visión de Hamilton triunfó—y ayudó a crear los primeros partidos políticos: Republicano-Demócrata de Jefferson y Madison, Federalista de Washington, Hamilton y John Adams—aunque curiosamente el partido de Jefferson y Madison dominó la política de la nueva nación por casi la primera mitad del siglo, eligiendo a tres presidentes consecutivos por dos términos cada uno. Aún John Quincy Adams, hijo de John, el segundo presidente, se consideraba Republicano-Demócrata, y cuando el verdadero Partido Demócrata nació con la elección de Andrew Jackson en 1828, dominó la vida política de la nación hasta la elección de Abraham Lincoln en 1860, el primer presidente Republicano. Su partido habrá triunfado políticamente, pero la visión de Jefferson de una república agraria con pocas grandes ciudades y poca industria, quedó enterrada para siempre. Las decisiones de Marshall se ocuparon del resto: Estados Unidos sería una gran república comercial-industrial por el resto de su historia, donde la libertad y la creación de riquezas producidas por ese sistema dual de libertad bajo un gobierno de leyes, creó y sigue creando la mayor cantidad de riquezas que el mundo ha conocido.(Continuará)
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