ES TARDE PARA ARREPENTIRSE

lunes, 16 de abril de 2012

ES TARDE PARA ARREPENTIRSE

(4-16-12-9:30AM)

Por José M. Izquierdo

Un viejo y sabio refrán campesino dice así, “Perro huevero, sigue comiendo huevos aunque le quemen el hocico”, y el Sr Oswaldo Guillén, es un perro huevero y su instinto lo lleva a donde están “los huevos”, aunque se queme el hocico una y otra vez.

Es cierto lo que expresó el Sr. Guillén “Que en estos últimos días estaba sufriendo mucho”, pienso que nunca en su vida Oswaldo Guillén ha sufrido tanto como expresó en sus declaraciones, tratando de arreglar su metedura de pata que no es tal, porque expresar lo que sientes no puede considerarse como una metedura de pata. Pero el Sr. Guillún, no sufre arrepentido por las ofensas que le hizo al exilio cubano y a otras nacionalidades latinoamericanas como la suya, la venezolana, sino porque su atractivo contrato con los Marlins de Miami, está en peligro.


En anteriores ocasiones el Sr, Guillén (foto) ha expresado sus simpatías por personajes como Chávez y Castro, se le ha visto en fotos junto a Maradona y uno de los hijos del tirano Castro. La diferencia está, que en esas ocasiones no era Manager de los Miami Marlins, el equipo de beisbol que representa a la ciudad de Miami, con un estadio que está ubicado en el corazón de una comunidad mayoritariamente cubana exiliada, por causa de esos mismos tiranos que él admira. En anteriores ocasiones Guillén era un chavista más, un “comunista” más, de tantos que andan por ahí, arropados con la sábana del capitalismo y amparados en la libertad de expresión de esta gran nación, libertad de expresión que ellos no defienden ni ejercen en las sociedades que dicen ser “socialistas” como Cuba y Venezuela.

Las disculpas del Sr. Guillén fueron escenas cantinflescas de un hombre preocupado, atormentado, pero no arrepentido. Guillén no tenía que disculparse por lo que dijo, está en todo su derecho de pensar y decir lo que quiera, está en un país libre donde puede expresarse con libertad. Pero los cubanos también tienen el derecho de manifestarse y expresar su indignación ante la insensibilidad de quienes apoyan desde aquí, a estos tiranos que tanto daño han hecho a su patria.

Los arrogantes líderes y ejecutivos de los Marlins de Miami, comenzaron la inauguración de su nuevo estadio con el pie izquierdo, han tenido éxito en el manejo de negociaciones con los gobiernos locales, mediante trucos y apoyados por “buenos amigos” lograron financiar con dinero público la construcción de un moderno y majestuoso estadio de beisbol en el mismo corazón de la ciudad de Miami, capital del exilio cubano. Pero desde la inauguración del estadio, han sido insolentes y arrogantes hacia los vecinos de los alrededores del estadio sobre el tema de los parqueos y otras desacertadas manifestaciones ofensivas hacia esta comunidad y sus líderes. Toda esta lamentable situación se ha coronado con el incidente donde su Manager, Oswaldo Guillén, emitió a la prensa declaraciones de elogio y admiración para el tirano Castro, que provocaron la indignación de los exiliados cubanos.

El Sr. Guillén no tiene de que arrepentirse al expresar su admiración por Castro y Chávez, eso ya lo sabíamos. Los Miami Marlins no tienen porque castigar a Oswaldo Guillen por expresar sus opiniones sobre el tirano Castro a la prensa, ellos son una corporación privada y pueden elegir con libertad a sus ejecutivos, manager y entrenadores. Pero la comunidad cubana, venezolana y de otros países que se sientan ofendidos por las declaraciones y actitudes arrogantes y ofensivas expresadas por los lideres de los Miami Marlins, tienen todo el derecho también y el deber moral de responder y protestar a estas ofensas y abusos de poder, como mejor entiendan.

Sin los aficionados, los Miami Marlins son basura y ellos lo saben. El lenguaje que mejor entienden es el “$”. Y ese lo aportamos nosotros. Sin embargo tenemos una memoria muy mala y muy poca vergüenza, continuamos llenando un estadio donde sus principales dueños y líderes han ofendido, engañado y maltratado de palabra y de hecho a los cubanos y a la comunidad de Miami. En unos días, todo quedará olvidado, y estos “perros hueveros” volverán de nuevo a “comer huevos”.