¿ELLOS VAN AL CIELO?

domingo, 29 de abril de 2012


TRIBUNA LIBRE
(4-27-12-5:00PM)
¿ELLOS VAN AL CIELO?
Por, Esteban Casañas Lostal
Ya han visto ustedes todo el tira y encoge formado entre cubanos con relación a la visita del Papa, los viajes a
Cuba de esos inocentes peregrinos y otros no tan inocentes. La peor nota ocurrió cuando la toma de una iglesia por parte de un grupo de opositores al gobierno, no fue necesaria una pronta declaración del régimen y su subordinada iglesia. Nosotros mismos, bueno, algunos de nosotros entre los que no me cuento, nos encargamos de desacreditar aquella valiente y desesperada acción, atacando incluso a quienes de una manera muy sencilla nos demostraban que aún quedan algunos pantalones en la isla además de numerosos ovarios.
Todo se convierte en un campo de batalla entre nosotros, y mientras nos destrozamos sin piedad alguna, olvidamos al verdadero enemigo, mejor dicho, nuestros verdaderos enemigos, porque no quedan dudas que puedan descartar entre ellos a la iglesia católica cubana con Papa incluido.
Todos los argumentos y teorías expuestas por esos, hoy más complacientes, piadosos, compasivos, generosos, serviciales, creyentes, amantes del perdón y la rancia “reconciliación”. Yo agregaría también en esta nasa a una basta multitud de pendejos de un mimetismo sin par en nuestra historia, ¿y por qué, no?, una amplia representación de maricones de alma modernos. Todo lo que hablaron y escribieron se fue a la mierda porque no dejó de ser eso, pura mierda. Todas las lágrimas derramadas por esos llorones que una vez esperaron el Papa se reuniera con ellos un minuto, solo sirvieron para convertir nuestra tierra en mucho más infértil de lo que ha sido hasta ahora y, demuestra una vez más que las libertades no se alcanzan ‘llorando” o mendigando una entrevista. Está demostrado y nos han dado demasiadas lecciones sobre esto. Necesita su dosis de violencia, sangre, víctimas, pasión, rebeldía, y por sobre todas estas cosas, mucha valentía, algo de lo que carecemos todos y tratamos de justificar de mil maneras.
¡Qué Cuba se abra al mundo! Dijo el anterior violando su senilidad y Cuba se abrió, pero lo hizo de patas y a ella acuden miles o millones desde aquella visita a depositar sus viejos y putrefacto semen. La isla ha sido más puta desde aquella famosa visita que, solo sirvió para reconocer internacionalmente a un tirano y su oprobioso régimen. ¿Y hoy? Regresa nuevamente un Papa en calidad de peregrino para celebrar no sé qué de una virgen prostituida en manos de la iglesia local y su gobierno. Pero allí están los nuestros del lado de acá exponiendo sus ideas, no solo lo hacen, defienden a rajatabla su “derecho” a ese encuentro y lo hacen descalificando a quienes, envueltos en un aura de resentimientos, pasiones y verticalidad, se niegan a rendirse. Que no son muchos tampoco los que hoy nos dan lecciones de lo que representa ser rebelde, la mayoría de esos ejemplares han muerto por ley natural de la vida, que pena la escasez de “cojones” en estos tiempos.
La abuelita, la tía, mi hermana, los zapatos para los quince de mi sobrina. El kotex, la aspirina, los zapaticos, los pampers para el viejito que se caga en la cama. Las vitaminas para el desarrollo de las teticas, la leche en polvo, la mesada para resistir, la visa o la balsa. La raspadura, el turrón de maní, los tamales (porque aquí el maíz es muy dulce), el meprobramato (porque no me adapto a la medicina de la
yuma y puedo buscarme unos varos). El tabaco, el café “Cubitas” (porque aquí no los hay mejores que esa porquería. ¡Ah! Una latica de “Bucanero”, la Heineken o la Stella Artois son infinitamente superiores, ¡pero si supieras!, me siento tan feliz cuando bebo algunas de aquellas. No sé, al hacerlo borra de mi mente todos aquellos años que me prohibieron entrar a un hotel. Tal vez la pena sentida cuando escuchaba a mi hija templando en el cuarto con un extranjero para ayudarnos a sobrevivir, me siento muy cómodo, aliviado. ¿Cuántas no serán las justificaciones que sirvan para ocultar nuestras cobardías?
El Papa fue a la isla y no se reunió con nadie, bueno, con ninguno de los que lloraron a viva voz a través de la prensa. Eso era sabido, sin embargo, abrigaron esperanzas. No acaban de aprender los muy cabrones. ¡Rectifico!, sí se reunió con alguien, lo hizo con el verdugo de todos esos infelices que se desgastan en demostrar el valor de sus verdades, inciertas, pero muy suyas y permitidas cuando se vive en democracia.
Viéndolo al lado del dinosaurio cubano no puedo explicar cuáles fueron mis sentimientos, no me sentí asombrado. Nada ha variado mucho desde los primeros papados, no me he detenido tanto en el estudio sobre ellos. Creo, el mayor tiempo fue gastado en la preparación de un examen sobre derecho canónico cuando aspiraba culminar la carrera de Derecho. Después, cuando me negaron la posibilidad de continuar, no fueron los curas, fueron precisamente los representantes de a pie del régimen que hoy representa la iglesia cubana, me olvidé de ellos. Mis posteriores contactos han sido posibles gracias a la televisión, la prensa y los libros. ¿Cuál es la diferencia entre los actuales y los Borgia? Por solo citar un ejemplo, ¿no fue aquella iglesia la creadora de la tortura, tormentos físicos y dolor? Los tiempos han cambiado, pero en el fondo siguen siendo lo mismo, una mafia poderosa que se gasta millones en atuendos y disfraces muy distanciadas de la doctrina de Cristo. Una misa es una comedia teatral o baile de máscaras. Amén de enviar a tu hijo a una escuela católica sin un cinturón de castidad, no todas, pero los escándalos y demandas apuntan sobre ellos. ¡De culo pa’la pared! Gritarán horrorizados muchos de aquellos padres, los tiempos han cambiado. ¡Claro! No debo ser injusto, no deben pagar todos por una manga de pecadores.
El Papa fue a la isla y no se reunió con ningún llorón, tampoco lo hizo con quienes atacaron a un pequeño grupo de “locos” que tomó uno de sus cuarteles, lo hizo con el impronunciable. ¿Qué justificación nos dará ahora ese ejército de llorones? ¿De qué sirvió la visita del Papa? No creo que de mucho, no llena una cazuela o estómago vacío, no abre espacio a la palabra molesta, no cierra una vagina hambrienta. Allí estuvo, dijeron que como peregrino de una virgen prostituida por el tiempo.
Monseñora Ortega viaja a los EE.UU y hace declaraciones en contra de aquel grupito de “locos” que tomaron una de sus iglesias. No solo habla de ellos, se expresa en contra de un verdadero sacerdote, lo hace mal de Monseñor Román. Ortega utiliza el mismo lenguaje del gobierno que representa, solo que al expresarlo se les escapan muchas plumas, es maricón en el sentido peyorativo de esta palabra, debe ser atendido con urgencia por Mariela Castro, no solo él, muchos de nosotros.
¿Ellos van al cielo? Yo prefiero ser quemado en la hoguera como el indio Hatuey. ¡Ojo! Esto no es un artículo. Palabra de un cubano de a pie.