PUNTO Y. APARTE

viernes, 30 de marzo de 2012

PUNTO Y. APARTE
(3-26-12-10:45AM)
Por: El Director
Escribo  estos comentarios la noche antes de que Benedicto XVI aterrice en Cuba.
Una enorme cantidad de periodistas y comentaristas han tergiversado las declaraciones del Papa sobre el marxismo, llegando a agregrarle las palabras "en Cuba",  palabras que el  ex "Hitlerjugend" nunca pronunció.
Pero como a algún avispado se le ocurrió, agregarle de su propia cosecha, "en Cuba", ya son millares los que las dan por verdaderas.
Esto es lo que en realidad dijo Bendicto XVI: "Es evidente que hoy día la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad y así no se puede construir una sociedad. Deben encontrarse nuevos modelos con paciencia y de forma constructiva" ..."Ese proceso exige paciencia y decisión y queremos ayudar con espíritu de diálogo para evitar traumas".
Vaya tirada la del Papa, ahora resulta que el marxismo funcionaba antes y que los cubanos,  después de 53 años de tiranía atea y asesina, "debemos TENER PACIENCIA".
Sobre esas "oportunas" y bien pensadas palabras se puede decir mucho, y yo voy a lanzarme al ruedo y decir lo mio.
Es casi una tradición que cuando un Papa se refiere a un tema de tanta importancia mencione lo que han afirmado sobre el tema sus predecesores y a Ratzinger se le ¿olvidó? muy convenientemente lo que proclamaron en las grandes Encíclicas sociales otros Papas.
Desde Leon XIII, en la Rerum Novarum, ya la Iglesia condenaba al Socialismo diciendo: "...Luego al empeñarse los socialistas en que los bienes de los particulares pasen a la comunidad, empeoran la condición de los obreros, porque quitándoles la libertad de hacer con su salario el uso que quisieren, le quitan la esperanza y aún el poder de aumentar sus bienes propios y sacar de ellos otras utilidades"
Leon XIII deja bien claro en la citada Encíclica que "la abolición de la propiedad privada es contraria a la naturaleza".
Y concluye la Rerum Novarum: "Todo lo cual demuestra que el principio de los socialistas, toda propiedad ha de ser común, debe absolutamente rechazarse porque...pugna con los derechos naturales de los individuos y perturba los deberes del Estado y la tranquilidad común".
¿Cómo es posible que a Benedicto XVI se le haya olvidado  lo que S.S. Pio XI, proclamó a nombre de La Iglesia Católica Apostólica y Romana, en la "Divini Redemptoris", sobre el comunismo ateo, que precisamente cumplió 75 años la semana pasada, el 19 de marzo de 1937?
No puede ningún Papa hablar sobre el comunismo sin referirse a la "Divini Redemptoris", el documento más completo de la doctrina pontificia sobre el tema.
La Divini Redemptoris está en la línea de las encíclicas sobre el socialismo, como la "Quod apostolici muneris" que León  XIII publicó el 28 de diciembre de 1878, en la que este Pontífice afirma categóricamente que es: "mortal pestilencia que se infiltra por las articulaciones  más íntimas de la sociedad humana y la pone en peligro de muerte".
En esta  Encíclica debió basarse al actual Papa para hablar sobre el marxismo y el comunismo, ya que está llena de bien dichas y acertadas verdades sobre esta nefasta doctrina.
"El comunismo es por naturaleza anti religioso y considera a la religión como el opio del pueblo.
En el IV capítulo de la D.R., acápite 200, dice PIO XI textualmente: "Así, viendo el deseo general de paz, los jefes del comunismo fingen  ser los más celosos fautores y propagandista del movimiento por la paz mundial; pero al mismo tiempo excitan a una lucha de clases que hace correr ríos de sangre".
Y para no alargar demasiado este artículo, hay que preguntarse ¿Cómo pudo el Papa actual olvidar las palabras de su ilustre predecesor Pio XII, que calificó al comunismo de "intrínsicamente perverso"?
En lugar de divagar tanto sobre el tema y de pedir paciencia, debió citar las duras condenaciones de sus predecesores a tan nefasta doctrina.
¿Cuando demonios la ideología marxista "ha respondido a la realidad" como alega el Papa actual al decir textualmente: "la ideología marxista como era concebida ya no responde a la realidad".
Es indudable que Benedicto XVI, se ha defecado olímpicamente en la Doctrina Católica que está más que definida sobre este tema por un montón de Encíclicas papales.