LOS ARCHIVOS CASTRISTAS

sábado, 14 de enero de 2012


LOS ARCHIVOS CASTRISTAS
(1-4-11-10:50AM)
por Esteban Fernández Jr. 
Cada cual, en su esperanza y en sus añoranzas, tiene escogido el primer lugar que visitará el día en que pueda regresar a una Cuba libre. Donde ­yo primero quiero llegar es a los archivos generales del Ministerio del Interior de nuestro país.  Ese es mi sueño dorado. Ahí,  cualquier estudioso de la larga y llena de misterios estancia del castrismo en Cuba,  se podrá estar un par de meses leyendo, viendo videos, e informándose de todo lo desconocido. 
Es muy importante anotar que no creo que ellos incluyan muchas mentiras, ni calumnias, ni exageraciones en sus registros, porque ese es el centro de donde se nutren todas las investigaciones e informaciones. Mentir en esos ficheros sería engañarse ellos mismos. Desde luego, tampoco los voy a creer a pies juntillas, pero sólo quisiera inspeccionarlos para tener una idea de lo que contienen. 
Durante todos esos días en que nos encontremos- PORQUE YO NO VOY A ESTAR SOLO- encerrados en las naves subterráneas de la desmembrada inteligencia cubana, quizás vamos a encontrar  las respuestas a muchas de las interrogantes que durante 53 años nos hemos estado haciendo. 
Personalmente, donde yo primero iría sería a los “expedientes secretos” que ellos poseen de la disidencia interna. Y no llegaría con ninguna idea preconcebida sobre ninguno de ellos. Sin dudas escogería a Guillermo Fariñas como la persona número uno porque el hombre representa una verdadera incógnita para mí. Y les repito, abriría toda la documentación sin hacerle caso a los que lo catalogan de una cosa o de la otra, sólo iría en busca de la verdad histórica. 
Oh, y con Yoani Sánchez me daría banquete.  ¿Es una Mariana Grajales o una Mariela Castro? Que sé yo. Eso es lo que desesperadamente quisiera saber. Y solamente pongo los nombres de ellos dos por ser los más conocidos y los más controversiales.  Pero yo quiero ver los sumarios de cada uno de los cubanos, de aquí y de allá, incluyendo el mío propio. 
¿Tendrán allí un cuarto entero con informaciones de todos los infiltrados que hemos sufrido y padecemos en este confundido exilio? Con tristeza veremos que algunos que creemos patriotas, muertos o vivos, aparezcan comoagentes de la tiranía. Una enorme lista de héroes de ellos que nosotros tendríamos que,  con dolor en el alma,  ponerlos en las nuestras como traidores y causantes de la demora en la eliminación de la dictadura. 
¿Cómo murió verdaderamente Camilo Cienfuegos? ¿Qué hecho comprometedor  saben del Cardenal Jaime Ortega Alamino? ¿Cuántos Senadores norteamericanos han tenido en sus nóminas de pagos? ¿Quién es quien? ¿Cómo y por qué?  
Y ahí estarán los perfiles sicológicos de todo el mundo, desde los enemigos del régimen hasta del más contumaz general de cuatro estrellas. Yo creo que allí encontraremos hasta detalles secretos de los hijos de los Castro. 
Y no me interesa saber nada de los  tristemente célebres esbirros como,  por ejemplo, el General Adalberto Rabeiro; a esos hay que llevarlos a juicios sumarísimos y darles ñampiti gorrión. Aunque no creo que tengamos suficientes sogas para ahorcar a tanta gente.